Entrada reeditada y corregida
Diario:
Reflexiones de Jessica
Hace nada, como aquel que dice, ayer, estaba yo agobiada con el examen de Spanish de la primera evaluación y ya estamos en vísperas de las vacaciones de Navidad. ¡Qué deprisa pasa el tiempo! Se me ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Me despisto un poco y casi estoy a las puertas de la casa de Daddy.
Sin embargo, antes prefiero disfrutar un poco más de la amistad de Yuly un poco más, aunque no sé si aguantar las clases de Mr. Bacon un según más. ¡A ver si termina el curso pronto, me dice que he aprobado con matrícula de honor y me puedo dedicar a otra cosa!
Además, me gustaría ir a la universidad, hacer nuevas amistades y, hasta cierto punto, convencerme de que puedo vivir lejos del internado antes de ir en busca de Daddy. Si es que éste no me viene a buscar antes. Como no se dé prisa, cuando venga, al ritmo que vamos, yo ya me habré marchado. Nos cruzaremos por el camino
La cuestión es que ya está aquí la Navidad. Desde el largo fin de semana del Thanksgivings (Acción de Gracias) todo han sido alegría, fiestas y seguir con la rutina de las clases porque aún no ha nevado lo suficiente ni con bastante intensidad como para que se suspendan.
Este año, por eso de que he de ir en el school bus, tal vez tenga suerte. Dado que no creo que me obliguen a ir andando, ni siquiera los días en que se supone que hay clase de Spanish. Por supuesto, no voy a ser la única que vaya. Aunque durante mi estancia en el colegio era la primera que se apuntaba a saltarse esa clase, sin ningún pudor ni vergüenza. Como Mr. Bacon vive en el barrio, me temo que Ana es capaz de convencerle para que venga y me dé clases particulares, en caso de que cierre el high school por la nieve. hasta le puede sugerir que me recoger, si va de camino al high school.

Ana: (Se asoma por la puerta y enciende la luz) ¿Estás esperando a la quitanieves para saltar de la cama? – Me pregunta contrariada. – ¡Deberías darte prisa o perderás el bus! – Me advierte.

Llegada al high school
Quien tampoco falta a clase, mientras las condiciones del tráfico y del estado de las carreteras se lo permitan, es Yuly. Quien no tiene reparo en hacerme partícipe de una de esas celebraciones raras que tienen los españoles en estas fechas.
¡Que sí! Que es una fiesta nacional de España porque Mr. Bacon también la conoce. Resulta que la gracia es que hay que decirlo todo cantando y con la misma tonalidad.
Yuly: (Canta) ♫Buenos días, Jessica, trescientos millones de buenos días♫ – Me dice con el mismo canturreo.
Porque resulta que hay un señor muy Gordo, que no es Papa Noel, que regala dinero a los que se portan bien.
Bueno, en realidad, a los que juegan al sorteo especial de la Lotería de Navidad, que en España es algo muy típico. Según Yuly, a su madre le gusta jugar. Aunque en diciembre de 1995 no me dijo nada que les hubiera tocado.
Aun así, debido a la diferencia horaria, a esas horas de la mañana en la costa Este de Estados Unidos, ya debían saberlo. Como Yuly acude a clase con normalidad, se entiende que no. De todos modos, como nuestra amistad ya está bastante afianzada, tal vez tuviera la suficiente confianza como para comentármelo. Tal vez no sería mucho abusar, si hubiera esperado un buen regalo por su parte, con la excusa de que somos amigas y yo estoy sola en el mundo. De hecho, ni siquiera puedo saber si a Daddy le ha sonreído la suerte en este ocasión. Por lo que, en ese sentido, pocas ilusiones me pudo hacer.
Hasta Mr. Bacon se sabe cuál es el número premiado
Music
Como yo tengo clase de Music a primera hora, lo cierto es que me alegro de que el profesor no incluya este melódico canturreo en la asignatura. Si no queda otro remedio, aunque no tengo una voz muy dada para el canto, nos dedicaremos a los villancicos locales. Como por ejemplo, «Jingle bells», Fue escrita entre 1850 y 1857 por el compositor estadounidense James Pierpont (1822–1893) bajo el título de «The One Horse Open Sleigh» y fue publicada en la ciudad de Boston por la compañía Oliver Ditson & Co. el 16 de septiembre de 1857.
¿A qué suena un poco diferente a lo que canta Yuly? En cualquier caso, siempre es mejor escuchar a Yuly con sus canciones typical Spanish, antes que a los chicos con sus burlas. Tengo una amiga que vale ♫ trescientos millones de dólares♫
300.000.000,00 pts equivaldrían a 1.803.036,31€ ó $2.049.107,49
El tipo de cambio a fecha de 31/01/1999 era de 1,1365 dólar = 1 euro.
Spanish class
Friday, December 22, 1995 11:22 AM
Quien no vale un centavo es Mr. Bacon porque, cuando llega la hora de su clase y entra en el aula, lo primero que hace es obligar a Yuly a callarse. Ya no le permite que haya de traductora simultánea desde el primer momento, porque es lo que hace normalmente para que yo me entere de lo que sucede en clase
Mr. Bacon: [Habla en español] Yuly, (Le llama la atención y corta la traducción) Si nadie de la clase tiene el 45495, supongo que tampoco necesita de un traductor simultáneo porque no se lo puede costear. – Le interrumpe y avisa con sutileza. – Estamos en vísperas de las vacaciones, pero los regalos se reparten el día de Navidad y no hoy. – Le advierte con sutileza.
Por mucho que yo rebusque en mis bolsillos no tengo ningún décimo de Lotería del sorteo especial de Navidad en España con el número 45495, ni con ningún otro. ¡Lástima!

Me temo que Yuly tampoco. Aunque yo como traductora de Spanish-English no tendría demasiado futuro por el momento.
Además, como es el último día de clase antes de las vacaciones y hoy las clases son mucho más cortas, porque salimos a mediodía y la de Spanish es la última, Mr. Bacon prefiere que aprovechemos el tiempo. ¿Quién sale a la pizarra?
Ni yo sé para qué pregunto, ni siquiera por qué me molesto en pensarlo. La primera voluntaria forzosa soy yo, a ver si de una vez me sirve de algo asistir a clase con esta asiduidad.
Repetimos el dictado del examen. Ese que ya me debería saber de memoria. Si esta vez lo hago perfecto, cabe la posibilidad de que me lleve un aprobado para la segunda evaluación y una alegría para las vacaciones de Navidad, para empezar el nuevo año con espíritu renovado. Tal vez no venga Papa Noel en Nochebuena con sus regalos, pero una buena nota en la asignatura de Spanish lo compensaría.

Lo bueno es que queda constancia de que no soy la única con los oídos taponados. Hacemos el dictado y tenemos ocasión de corregirlo con ayuda del compañero y del diccionario. Pero como Yuly no puede ejercer de traductora y yo me he de quedar junto a la pizarra, me toca esperar y comprobar con asombro e incredulidad que alguno no es tan listo como supone.
George: (Levanta la mano) ¿ “Valamaron” se escribe con “b” o con “v”? – Pregunta.
A mí me toca corregir mi dictado sin ayuda. Misión imposible (22 de mayo de 1996). Pero, si lo consigo, me llevo una «A+» en la asignatura de Spanish. ¿Quién piensa que soy capaz? El tiempo corre en mi contra y no podemos perder tanto tiempo en clase.
Yuly, para ayudarme, se juega que la manden al despacho del director. Lo malo es que Mr. Bacon no se deja engañar por las triquiñuelas de ésta para echarme una mano. No la suspende sin más porque, en tal caso, el resto de la clase correría la misma suerte, visto el panorama.
Mr. Bacon: ¡Alguien se ganará un suspenso de los que hacen historia y no es Jessica! – Le responde con toda sutileza.
Lo que no termino de entender es porque Mr. Bacon se pone a hablar de su familia en mitad de la clase y, además, no se cohíbe a la hora de hablar en inglés para que nos enteremos todos. Fue él quien estableció la norma de que en su clase tan solo se habla en español. Pero eso de mencionar a su «prima Vera» debe ser importante para la asignatura.

Batalla de palabras
Los últimos diez minutos los dedicamos a una batalla de palabras
¿Dónde ha quedado el espíritu navideño? ¿Acaso los españoles ya no celebran la Navidad? ¿Será verdad eso de que su fiesta es la de ♫trescientos millones de pesetas♫? ¿Acaso son adoradores del dinero?
Como siempre, los chicos no desaprovechan la ocasión para burlarse de mí, para dejarme por tonta, para que me ponga en evidencia y me niegue a hablar en español. Esta vez se trata de incluir la palabra en una frase. No hay que decir tan solo su correspondiente traducción al inglés, lo que es una dificultad añadida
De modo que, si me llaman «guapa», con recochineo, lo lógico es que me saquen los colores y les contestes, aunque me contengo porque estamos en clase y no quiero ponerme su altura.
Jess: «No, I don’t….»
Mr. Bacon: (Me interrumpe). Sí, “No” es una palabra admitida dentro del idioma español. – Le dice a toda la clase y no me deja seguir. – ¿Algún voluntario para utilizarlo en una frase? – Les pregunta a los chicos.
¡Y así se les corta el cachondeo y pitorreo a los chicos! Pero claro, yo que ya me veía eliminada del juego como siempre, porque «I don’t speak Spanish», resulta que en esta ocasión doy una respuesta correcta y de se seguir en el juego.
A ver si los chicos son capaces de incluir ese «No» en una frase.
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