Aunque Toledo se vista de seda

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Introducción

Una joya que por si alguien no lo ubica está situada en la Carretera de la Puebla de Montalbán, a escasos dos kilómetros de Toledo.

En la actualidad el Monasterio de Nuestra Señora de Monte Sión es un proyecto de fundación que está llevando adelante el Monasterio de Santa María de Huerta (Soria), se trata de Monjes Cisterciense, que habiendo escuchado la llamada de Dios se han reunido a vivir una vida íntima con Dios, encontrando en la soledad y el silencio el mejor medio para responder a esa llamada que Dios les hizo.

Está integrado por varios edificios y rodeado de jardines con paseos, decoración de cerámicas y dos fuentes.

Hoy el monasterio se halla junto a la carretera que lleva a La Puebla de Montalbán.

El enclave no impresiona. Ya no es un paraje idílico, apartado del mundanal ruido. Monte Sión se alza junto a una carretera de abundante tráfico y rodeado de parcelas urbanizadas.

Ruta desde el puente de la Cava. Google Maps

EL MONASTERIO DE SAN BERNARDO 

Actual vía de acceso Lugar Finca San Bernardo, Km. 1, 45004 Toledo.
Carretera de la Puebla

El impresionante y para muchos desconocido Monasterio de San Bernardo o de Nuestra Señora de Monte Sión tiene su origen en el año 1426 cuando su fundador Fray Martín de Vargas -confesor del Papa Martín V y reformador de la Orden del Císter- obtuvo del canónigo de de la Catedral Alonso Martínez unos terrenos en un paraje idílico al que llamaron de Monte Sión porque «de allí había de salir, con el favor divino, la ley de la reforma como de otra nueva Jerusalén». En un primer momento los monjes vivieron en celdillas entretejidas de ramas de árboles hasta que el año siguiente fue colocada la primera piedra del templo el día 21 de enero de 1427. Su vida era ejemplar -no hay que olvidar que esta reforma del Císter surgió a raíz de la relajación detectada en las décadas precedentes- y la construcción se sufragaba con limosnas y sacrificios, a los que se añadieron más tarde generosos donativos como el del contador del rey Juan II Alonso Álvarez de Toledo. Quiso allí enterrarse el prepotente valido de este monarca, Don Álvaro de Luna, pero finalmente los monjes se opusieron -según algunas fuentes por no considerar que encajase en su ideal de pobreza, si bien años después sí se enterraron allí el citado Alonso Álvarez y su esposa-.

Exterior

Tras la muerte de Martín de Vargas en 1446 el monasterio fue ampliado sobre todo bajo los auspicios del obispo de Astorga García Álvarez de Toledo y más tarde del canónigo y apostólico de la catedral Francisco Álvarez de Toledo en 1494.

Ábside

El edificio que hoy se conserva es en buena medida el que en aquel siglo XV se levantó en las fases citadas, si bien sufrió importantes reformas y ampliaciones posteriores, como la construcción del cuarto de la hospedería por el afamado Alonso de Covarrubias (comenzado en 1549) o la del soberbio claustro toscano bajo las trazas de Nicolás de Vergara el Mozo (iniciado en 1576 pero que tardó más de 50 años en finalizarse).

Esta Congregación Cisterciense de Castilla fundada por Martín de Vargas superó muchas trabas y vejaciones dentro de la propia Iglesia -llegó a desvincularse de la autoridad jurídica del Císter- pero sin embargo fue floreciente espiritual e intelectualmente hasta 1700, comenzando desde entonces una decadencia que tuvo su puntilla con la desamortización de Mendizábal en 1835.

A partir de la desamortización el Monasterio sirvió como casa de labor y tuvo varios propietarios. En 1925 su propietario era Luis de Urquijo, Marqués de Amurrio, quien a instancias de Alfonso XIII promovió en él el último intento por recuperar la otrora potente industria sedera toledana. Se plantaron miles de moreras en los alrededores del edificio y en las vegas cercanas, se acondicionaron estancias y se fundó el Real Instituto Sericícola de Castilla y Extremadura.

Época de cosecha de los capullos de seda en las moreras

Aquí os dejo un interesante artículo publicado en la Revista Toledo en julio de 1925 explicando aquel proyecto:

Poco después el proyecto fracasaría y sería abandonado. De él hoy solo nos quedan aún numerosos ejemplares de morera en la zona, algunos incluso que datan de la época y otros ya naturalizados hijos de aquellos. Entre 1928 y 1930 se reformó tanto el monasterio como los jardines que le rodean, según las trazas del destacado arquitecto Roberto Fernández Balbuena:

En 1950 compró la finca el ingeniero agrónomo Tirso Rodrigáñez y Sánchez Guerra, quien anteriormente la tenía arrendada, restaurando el culto en la antigua iglesia monástica en abril de ese mismo año de 1950.

Pasillo del claustro
Fachada principal

Poco después el proyecto fracasaría y sería abandonado. De él hoy solo nos quedan aún numerosos ejemplares de morera en la zona, algunos incluso que datan de la época y otros ya naturalizados hijos de aquellos. El Monasterio fue legado en 1966 por el ingeniero agrónomo Tirso Hipólito Rodrigáñez Sánchez-Guerra  a las monjas. Hoy acoge una hospedería y de nuevo lo habitan monjes cistercienses de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia.

Durante la guerra civil el lugar fue hospital de sangre y prisión

El 13 de noviembre de 1970, la comunidad cisterciense de Santa María de Huerta, de Soria, tomó posesión del monasterio y su entorno.

Se plantearon los frailes qué hacer con la finca.

La comunidad tenía que acometer muchos gastos por las reparaciones del monasterio de Santa María de Huerta y el acondicionamiento del de Monte Sión, que se quería convirtiera en centro de formación de la Orden en España.

El albacea testamentario que había heredado un pequeño trozo de la finca,consiguió, sin recalificar el terreno rústico ni aprobar plan previo, venderlo por parcelas para construir chalés.

El Ayuntamiento concedió licencias de obras, pese a las irregularidades.

Se inició así la creación de una urbanización con algunos de los mejores cigarrales de la Vega del Tajo.

En 1977 los cistercienses hicieron lo mismo y vendieron una parte de su terreno. Pero para cuando los nuevos propietarios quisieron construir el Ayuntamiento había cambiado y empezaron los problemas.

En 1982 cistercienses y Ayuntamiento de Toledo se enfrentaron por la parcelación ilegal y la Junta preautonómica impuso a la orden religiosa una multa de veinticinco millones de pesetas.

Sin embargo, hoy el monasterio no parece rico. Más bien, transmite cierta sensación de abandono, cierta impresión de que los campos que aún conserva necesitarían más manos.

Jardines
Jardines
Jardín
Fuente del patio
Moreras en la actualidad
Flores del jardín

Murales

Daniel Zuloaga Boneta (Madrid 1852-1921 Segovia) legó a la ciudad una colección de murales de cerámica que aún se conservan en las pérgolas del jardín para el que fueron diseñados. El Monasterio de San Bernardo o de Nuestra Señora de Montesión custodia estas joyas de la cerámica modernista y neorenacentista que los Zuloaga introdujeron en España.

Los azulejos de San Bernardo se dividen en seis escenas formando dos trípticos en los que el artista que firma cada uno de los paneles, representan los espacios más emblemáticos de la ciudad de Toledo en el siglo XIX y los rostros de ocho personajes de las Letras y la Historia.

Primer tríptico

Para los murales de Montesión Daniel empleará dos técnicas: sobrecubierta y cuerda seca. Las escenas centrales de los trípticos las dedicará al Puente de San Martín con San Juan de los Reyes en segundo término y al Puente de Alcántara con el Castillo de San Servando de fondo. De formato oval, el artista enmarca estos dos paisajes costumbristas en los que aparecen personajes de su serie regionalista en grecas neorenacentistas similares a las del mural que presentó en 1911 a la Exposición Nacional de Artes Decorativas por el que recibió la primera medalla en la sección segunda. (Por la fachada del Museo de Ultramar; hoy Palacio de Velázquez en el Retiro).

Mural de la izquierda

Cada greca o marco cuenta con cuatro cartelas con los rostros de los poetas del Siglo de Oro Francisco de Quevedo, Miguel de Cervantes, Lope de Vega y Calderón de la Barca, y la segunda con los personajes históricos Carlos V, los Reyes Católicos Isabel y Fernando y el de Isabel de Portugal.

Mural del centro
Dibujo central.
Puente de Alcántara con el castillo de San Servando al fondo

Estas escenas están flanqueadas por otros murales verticales de 148 azulejos cada uno. Zuloaga pintó en un primer conjunto -el del Puente de Alcántara- una procesión parroquial con dos monaguillos y un feligrés que porta la Cruz con manga de Santo Tomé, y la espadaña de la Iglesia de San Justo y Pastor. Mientras que en el tríptico del Puente de San Martín representó a los laterales la Puerta de Bisagra y la del Sol.

Mural de la derecha

Es de reseñar que a los paneles laterales del primer tríptico le faltan en su parte baja, siete azulejos al de la derecha y ocho al de la izquierda, por lo que carecen de la firma del autor ambos.

Segundo tríptico
Mural de la derecha
Puerta de Bisagra
Mural del centro
Puente de San Martín, Iglesia de San Juan de los Reyes
Greca de la derecha.
Puerta de Sol
Detalle decorativo
Detalle decorativo
Firma del autor

Rumbo a Gran Sol: Monasterio de San Bernardo de Toledo (jaquintal.blogspot.com)

13-2-2021 MONASTERIO DE MONTE SION (SAN BERNARDO) (joseherfer.blogspot.com)

El Monasterio de San Bernardo o el último reducto de la industria sedera en Castilla / TOLEDO OLVIDADO

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