La lengua toledana

El dialecto toledano se refiere al conjunto de características lingüísticas propias de la ciudad de Toledo y su área de influencia. Aunque no existe un dialecto específico de Toledo reconocido oficialmente, se pueden encontrar ciertas particularidades en el habla de los toledanos.

Panorámica de Toledo. La catedral está en mitalmedio

Una de las características más destacadas del dialecto toledano es la aspiración o pérdida de la -s final en algunas palabras. Por ejemplo, en lugar de decir «los libros», se podría escuchar «lo libro». Además, se pueden encontrar variantes fonéticas y pronunciaciones específicas, como la transformación del sonido «j» en «ch» o el uso frecuente del yeísmo, donde se pronuncian igual la «ll» y la «y».

En cuanto al vocabulario, el dialecto toledano puede presentar palabras y expresiones particulares que son propias de la zona. Estas variaciones pueden estar influenciadas por la historia y las tradiciones locales, así como por la mezcla de influencias lingüísticas de diferentes épocas.

Es importante tener en cuenta que el dialecto toledano no es una variedad lingüística oficialmente reconocida ni estándar, sino, más bien, una forma peculiar de hablar que se ha desarrollado en el contexto cultural y lingüístico de Toledo.

El dialecto toledano en la literatura

El dialecto toledano es una variedad del castellano que se hablaba en Toledo y su entorno, y que tuvo gran influencia en la formación del español estándar. Se caracteriza por rasgos fonéticos como el seseo, el yeísmo o la conservación de las consonantes finales; rasgos morfológicos como el uso del sufijo -ico o el artículo lo; y rasgos léxicos como el uso de palabras de origen árabe, hebreo o mozárabe.

«La Celestina»

La Celestina” es una obra literaria atribuida a Fernando de Rojas, que se publicó por primera vez a finales del siglo XV. Se trata de una comedia humanística en forma dialogada, que narra la historia de amor entre Calisto y Melibea, y la intervención de la alcahueta Celestina para facilitar sus encuentros.

“La Celestina” refleja en algunos aspectos el dialecto toledano, ya que se cree que Fernando de Rojas era originario de esta ciudad o al menos estudió en su universidad. Algunos ejemplos de rasgos toledanos en la obra son:

  • El uso del sufijo -ico para formar diminutivos, como en “amorico”, “señorico” o “pajarico”.
  • El uso del artículo lo para formar sustantivos abstractos a partir de adjetivos, como en “lo bueno”, “lo malo” o “lo sabroso”.
  • El uso de palabras de origen árabe, como “alhaja”, “alcancía”, “alcahueta” o “alboroto”.
  • El uso de palabras de origen hebreo, como “almud”, “cábala”, “rabí” o “sabat”.
  • El uso de palabras de origen mozárabe, como “alcorque”, “aljofifa”, “almirez” o “azumbre”.

Estos rasgos no son exclusivos del dialecto toledano, sino que se comparten con otras variedades del castellano medieval, especialmente las del centro y sur de la península. Sin embargo, se puede afirmar que “La Celestina” es una obra que refleja la riqueza y la diversidad lingüística de la época, y que contribuyó a difundir el prestigio del dialecto toledano como modelo literario

Un fragmento de la Celestina de Fernando de Rojas, donde se aprecian rasgos como el sufijo -ico, el artículo lo o el uso de palabras de origen árabe:

Pues ¿qué me dizes de aquella otra que dizen que es tan buena? ¿Cómo se llama? ¿La que es hija del alguazil? – ¿La que llaman Melibea? – Sí, ésa digo. – ¿Qué te puedo dezir della? ¿No la conoces tú? ¿No sabes tú su bondad? ¿No sabes tú su linaje? ¿No sabes tú su hermosura? ¿No sabes tú su riqueza? – Todo lo sé. – Pues si todo lo sabes, ¿qué me preguntas por ella? – Porque quiero saber lo que tú della sientes. – ¿Qué he de sentir sino bien? – ¿Bien dizes? – Sí. – ¿Y qué bien sientes? – El que todos sienten. – ¿Y qué sienten todos? – Lo que yo. – ¿Y qué sientes tú? – Lo que todos. – Pues dime lo que todos sienten. – Ya te he dicho lo que yo siento.

¿Qué otros autores escribieron en dialecto toledano?

El dialecto toledano, también conocido como castellano toledano, es una variante del español que se habla en la región de Toledo, en España. Aunque no existen obras literarias completas escritas exclusivamente en dialecto toledano, se pueden encontrar fragmentos y expresiones propias de este dialecto en algunas obras de la literatura española.

Es importante tener en cuenta que estos ejemplos representan el uso del dialecto toledano en la literatura española, pero la variante dialectal puede variar entre distintos autores y obras. El dialecto toledano ha influido en el habla cotidiana de la región, pero no ha sido tan prominente en la literatura como otros dialectos o variedades del español.

Aquí tienes algunos ejemplos:

1. «El Lazarillo de Tormes»

«El Lazarillo de Tormes», una de las obras literarias más importantes de la literatura española, se pueden encontrar varios ejemplos del dialecto toledano en el habla del protagonista y de otros personajes. Estos ejemplos reflejan el uso de formas verbales, giros y expresiones típicas de la región de Toledo.

A continuación, te muestro algunos ejemplos:

  1. «Ande yo caliente, ríase la gente» – Esta expresión, utilizada por Lázaro de Tormes, refleja una actitud desafiante y una mentalidad práctica, propia del dialecto toledano.
  2. «Mi buen amo y señor, no se espante ni altere» – Aquí se puede apreciar el uso del pronombre posesivo «mi» y la forma verbal «espante» en lugar de «asuste», características del dialecto toledano.
  3. «Así, sin ningún ruido ni temor, lo comí todo» – En esta frase, se observa el uso del pronombre personal «lo» en lugar de «le» y la forma verbal «comí» en vez de «comí», particularidades del dialecto toledano.

Estos son solo algunos ejemplos del dialecto toledano presentes en «El Lazarillo de Tormes». Cabe destacar que el dialecto toledano en esta obra no es homogéneo, ya que Lázaro de Tormes, al ser un personaje itinerante, se encuentra expuesto a diferentes hablas y variedades dialectales a lo largo de su vida.

2. «El Buscón»

En «El Buscón», una novela picaresca escrita por Francisco de Quevedo en el siglo XVII, también se pueden encontrar ejemplos del dialecto toledano. Aunque el protagonista, Pablos, no es natural de Toledo, la obra refleja la diversidad lingüística de la época y utiliza elementos propios del dialecto toledano en el habla de algunos personajes. A continuación, te muestro algunos ejemplos:

  1. «Ande yo caliente, ríase la gente» – Esta expresión, que ya mencionamos en el caso de «El Lazarillo de Tormes», también aparece en «El Buscón». Refleja una actitud desafiante y una mentalidad práctica, características del dialecto toledano.
  2. «Venga, amigo, a mi posada, y si no le hago un mojón» – En esta frase, se utiliza la palabra «mojón» en sentido figurado para referirse a un problema o dificultad. Es una expresión propia del dialecto toledano.
  3. «No te hago esta cuenta, porque tengo puestos los ojos en otra parte» – Aquí se puede apreciar el uso de la forma verbal «hago» en lugar de «haría», así como la expresión «tener los ojos en otra parte», que son características del dialecto toledano.

Estos son solo algunos ejemplos del uso del dialecto toledano en «El Buscón». Recuerda que, al igual que en «El Lazarillo de Tormes», el dialecto toledano puede variar entre los personajes y las situaciones en la obra.

3. «El alcalde de Zalamea»

En «El alcalde de Zalamea», una obra teatral escrita por Pedro Calderón de la Barca en el siglo XVII, también se pueden encontrar ejemplos del dialecto toledano en el habla de algunos personajes. Aunque la trama se desarrolla en el pueblo de Zalamea, en la provincia de Huelva, se pueden apreciar elementos lingüísticos propios del dialecto toledano en ciertas expresiones. A continuación, te muestro algunos ejemplos:

  1. «Vivo estás, galán mancebo, que alegre llegas al pueblo» – Esta expresión utiliza el adjetivo «galán» y la palabra «mancebo» para referirse a un joven alegre. Estas palabras pueden estar influenciadas por el dialecto toledano y reflejar su uso en la época.
  2. «Mientes si dices que en amor hallas tanto desempeño como se halla en Toledo» – Aquí se utiliza la palabra «desempeño» en lugar de «entusiasmo» o «devoción». Esta elección léxica puede reflejar una influencia del dialecto toledano.
  3. «Vos me tratáis de esta suerte, ¿y tengo de perdonar?»/»El perdón de una afrenta en Toledo se compra caro» – En estas frases, se utiliza la expresión «de esta suerte» para referirse a una determinada manera o forma de tratar a alguien. Asimismo, se menciona que en Toledo el perdón de una afrenta es costoso, lo cual puede ser un reflejo de las particularidades del dialecto toledano.

Éstos son solo algunos ejemplos del uso del dialecto toledano en «El alcalde de Zalamea». Es importante tener en cuenta que la obra no se centra exclusivamente en el dialecto toledano, ya que presenta una variedad de personajes con distintas formas de hablar y expresarse.

Otros autores

Además de Fernando de Rojas, otros autores que escribieron en dialecto toledano fueron:

  • Alfonso X el Sabio:
    • Este rey castellano-leonés fue un gran impulsor de la cultura y la ciencia en el siglo XIII. Entre sus obras destacan las Cantigas de Santa María, escritas en gallego-portugués, y las Siete Partidas, escritas en castellano. Alfonso X seleccionó el dialecto toledano como base para la lengua estándar de su reino, por su prestigio político y cultural, y por su posición intermedia entre las variedades septentrionales y meridionales del castellano.
  • Juan Ruiz, Arcipreste de Hita:
    • Este clérigo y poeta del siglo XIV es el autor del Libro de buen amor, una obra maestra de la literatura medieval, que combina el humor, la sátira, la erudición y la lírica. Juan Ruiz escribió en un dialecto toledano con influencias del leonés y del aragonés, que refleja su origen alcarreño y su formación universitaria.
    • «En toda tu bondad, Toledo, por Dios, que á mí non me falta quien me dé pan ni quien me dé de bever» – Aquí se puede apreciar el uso del pronombre «á» en lugar de «a» y la forma verbal «bever» en lugar de «beber», propios del dialecto toledano.
    • «Dios, que fizieste Toledo, guárdela tú e a los que la están» – En esta frase, se utiliza la forma verbal «fizieste» en lugar de «hiciste» y el pronombre personal «la» en lugar de «la», rasgos del dialecto toledano.

Estos son solo algunos ejemplos de autores que escribieron en dialecto toledano, pero hay muchos más. Si quieres conocerlos mejor, te recomiendo que busques sus obras en Bing o que visites Toledo para apreciar su legado literario. 😊

Algunos ejemplos

  • Un fragmento del poema “Toledo” de Federico García Lorca, donde se aprecian rasgos como el yeísmo o la conservación de las consonantes finales:
Toledo. ¡Qué bien duermes entre tus ríos! 
¡Qué alta memoria tienes en tu alcázar! 
¡Qué viejo y nuevo eres en tu sueño! 
¡Qué olor a sangre y luna en tus adarves! 

Toledo. Tu nombre me sabe a torre y a viento. 
A espada rota y a corona alada. 
A piedra herida y a cristal valiente. 
A sol moreno y a granada en llamas. 

Toledo. No hay una sola calle sin su duende. 
No hay una sola torre sin su dama. 
No hay una sola luna sin su enjambre
de mariposas trágicas y pálidas.

Otros textos de ejemplo

A continuación te presento un texto ejemplo en el que se emplean algunas características del dialecto toledano:

Este texto muestra algunas características del dialecto toledano, como el uso de «chacho» como forma de llamar a alguien, la pérdida de la «s» final en palabras como «guapo» en lugar de «guapos», y el empleo de expresiones locales como «echamos el cuento» (contamos historias) y «pan de hogaza» (pan de gran tamaño).

«¡Oye, qué guapo está el día hoy, chacho! El sol brilla de miedo y el cielo está más azul que el manto de la Virgen. ¿No te parece?

Voy a la mercería a comprar unos cordones pa’ mis zapatos. La dependienta es una maja de tomo y lomo, siempre con una sonrisa en la cara.

Después me voy a la placita a tomarme un cafelito con mis compis. ¡Qué bien nos lo pasamos allí! Nos sentamos en los bancos, echamos el cuento y nos reímos hasta más no poder.

Luego, voy a pasar por la tienda del barrio a comprar un pan de hogaza. Allí la panadera es un encanto, siempre me deja el pan calentito y crujiente.

Ya sabes, el habla de Toledo tiene su encanto, con esas «ch» y esa pérdida de la «s». ¡Me encanta! Es como un sello de identidad que nos distingue. ¡Viva el dialecto toledano, chacho!»

Ejemplos

Estos ejemplos reflejan algunas particularidades del dialecto toledano, como el uso de palabras locales como «abarrote» (tienda de comestibles), «apretujar» (hacer frío), «ruas» (calles estrechas) y «picar» (comer aperitivos). Estas expresiones y giros lingüísticos forman parte del habla coloquial de Toledo y aportan color y autenticidad a la comunicación en la región.

  1. «Voy a la feria de Toledo a echar el día, chaval. ¡Menuda juerga nos vamos a pegar!»
  2. «¿Has visto el nuevo abarrote del barrio? Tiene unos precios de miedo, ¡mejor que en ninguna otra tienda!»
  3. «Esta noche vamos a la peña a bailar unos fandangos. ¡La música suena de rechupete!»
  4. «No te preocupes por el frío, que en Toledo apretuja el invierno. Ponte la chaqueta y el gorro, que hace un aire de pelarse.»
  5. «Voy a la taberna a tomar una caña y a picar unos torreznos. Tienen el mejor tapeo de la ciudad, no te lo puedes perder.»
  6. «Me encanta pasear por las rúas empedradas de Toledo, es como dar un viaje en el tiempo. ¡Vaya encanto tiene esta ciudad!»
  7. «Mi abuela siempre me contaba cuentos de miedo sobre las casas encantadas de Toledo. ¡Decía que estaban llenas de duendes y espíritus!»
  8. «En la Romería del Rocío, se juntan los toledanos en la ermita para cantar y bailar sevillanas. ¡Es una fiesta que no te puedes perder!»

Estos ejemplos reflejan algunas particularidades del dialecto toledano, como el uso de palabras y expresiones propias de la región, como «Zocodover» (plaza principal de Toledo), «mazapanes» (dulces típicos de la zona), «alucinante» (impresionante), «tapeo» (salir a comer tapas) y «Casco Histórico» (zona antigua de la ciudad). Estas palabras y giros lingüísticos forman parte del habla cotidiana en Toledo y le dan un toque auténtico y local a la comunicación.

  1. «Voy a la plaza de Zocodover a dar una vuelta y ver el bullicio de la gente. ¡Toledo siempre está animado!»
  2. «Me encanta el olor a tomillo y romero que se desprende por los campos toledanos. ¡Es como una fragancia única!»
  3. «En la semana Santa de Toledo, las procesiones son una maravilla. Los pasos son impresionantes y el ambiente es muy solemne.»
  4. «Voy a comprar unos mazapanes típicos de Toledo para regalar. ¡Son tan dulces y deliciosos!»
  5. «En la plaza del Ayuntamiento siempre hay conciertos y eventos culturales. ¡Es el corazón de la vida social en Toledo!»
  6. «El patrimonio histórico de Toledo es alucinante. Las murallas, los palacios y las iglesias te transportan a otra época.»
  7. «Hoy me voy de tapeo por los bares del Casco Histórico. ¡Las tapas de queso manchego son una delicia!»
  8. «Cuando subo a la torre del campanario de la Catedral, puedo disfrutar de unas vistas panorámicas espectaculares de Toledo.»

Estos ejemplos reflejan algunas particularidades del dialecto toledano, como el uso de palabras locales como «chaval» (joven), «conventuales» (dulces hechos en los conventos), «callejuelas» (calles estrechas), «una pasada» (algo impresionante), «engalanar» (adornar), «de quitar el hipo» (algo asombroso) y «manjar» (comida deliciosa). Estas expresiones y giros lingüísticos forman parte del habla coloquial y del folclore de Toledo, dotándola de un carácter único y auténtico.

Expresiones y modismos

Estas expresiones y modismos son parte del habla coloquial en Toledo y le dan un carácter único y auténtico al dialecto toledano. ¡Disfruta utilizándolos y sumérgete en la cultura y el lenguaje de Toledo!

  1. «Está más apretujao que en la Semana Santa de Toledo» – Significa que hay mucha gente o que un lugar está muy concurrido.
  2. «Estar de gorra» – Hace referencia a comer gratis y que paguen los demás.
  3. «Estar en las nubes» – Significa estar distraído o pensando en algo diferente a lo que está ocurriendo en el momento.
  4. «Echar la tarde» – Significa pasar el tiempo sin hacer nada en particular.
  5. «Ponerse chulapo» – Hace referencia a vestirse de forma elegante o arreglada.
  6. «Ir a la fresca» – Significa salir a pasear o disfrutar del aire libre en las horas más frescas del día.
  7. «Dar una vuelta por la Judería» – Hace referencia a pasear por el barrio judío de Toledo, conocido como la Judería.
  8. «Estar como una regadera» – Significa estar un poco loco o desequilibrado.
  9. Sonrascar el brasero: Estar ocioso o perder el tiempo. Ejemplo: Deja de sonrascar el brasero y ponte a estudiar.
  10. Ser un alhaja: Ser una persona muy buena o muy valiosa. Ejemplo: Mi abuela es un alhaja, siempre me cuida y me mima.
  11. Estar en mitalmedio: Molestar o impedir la visión o el paso. Ejemplo: ¡Estás en mitalmedio y no veo!
  12. Copón: Interjección que expresa sorpresa, enfado o admiración. Ejemplo: ¡Qué susto me has dado, copón!
  13. «Estar más perdido que un gorrión en una iglesia» – Esta expresión toledana se utiliza para describir a alguien que está completamente desorientado o perdido en una situación.
  14. «Está más sordo que una tapia» – Esta expresión se utiliza para describir a alguien que tiene una audición muy deficiente, comparándolo con una pared (tapia) que no puede escuchar nada.
  15. «Estás más flojo que un guante» – Esta expresión se utiliza para referirse a alguien que carece de fuerza o energía, comparándolo con un guante que no se ajusta correctamente.
  16. «Me estás poniendo la cabeza como un bombo» – Esta expresión se utiliza para describir a alguien que tiene la cabeza llena de pensamientos confusos o que está mareado.

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