Anillos, caricia de diamante circular,
dueños absolutos de tus dedos,
corona de las princesas calladas,
aquellas cadenas de alguna mirada,
aquellos aros de metal volatilizado,
que siempre cambian de dedo.

Anillos que simbolizan un recuerdo,
la añoranza de algún pasado,
ruedas de la historia en las manos,
tuercas en los tornillos del viento,
estacas para cada movimiento,
chasquidos sonando en el silencio.

Anillos de oro y plata en tus dedos,
unos círculos de chatarra barata,
cortinas de metal a la belleza,
porque, si liberaran tus dedos,
si no hubiera música en ellos,
no tendrías dedos tan bellos,
no habría poemas de anillos,
no podría tener tu amor mi sello.

Manuel Pellicer Sotomayor, Poema de 1994