De perdidos al Tajo

Toledo, 21 de junio de 2023.

Hoy es el día más largo del año y el inicio oficial del verano, una época que muchos toledanos esperan con ilusión y otros con resignación. Y es que la ciudad imperial no tiene playa ni se puede bañar en el río Tajo, que sufre una grave sequía y contaminación. Sin embargo, eso no impide que los habitantes y visitantes de Toledo puedan aprovechar al máximo los días de sol y calor que se avecinan.

Los toledanos no se pueden bañar en el río Tajo porque sus aguas están contaminadas por diversos factores, como la mala depuración de las aguas procedentes del Jarama, los trasvases al Segura que reducen el caudal del río o los vertidos industriales y agrícolas. La prohibición del baño se hizo oficial el 19 de junio de 1972 por orden de la Dirección General de Sanidad, ante el riesgo para la salud pública. Desde entonces, los toledanos llevan 51 años sin poder disfrutar de su río como antes, cuando era una fuente de vida, ocio y economía para la ciudad. Es una situación muy triste y lamentable que requiere soluciones urgentes y valientes por parte de las autoridades y la sociedad civil.

Toledanos decepcionados por no poder bañarse en el Tajo este verano

El río Tajo, que atraviesa la ciudad de Toledo, es uno de los más contaminados de España. Según un estudio de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, el río recibe 16 vertidos sin control cada kilómetro en su tramo urbano, además de los 10 autorizados. Estos vertidos provocan la aparición de espumas blancas que cubren la superficie del agua y que evidencian la degradación ambiental del río.

Espumas en el río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo / Foto: Francisca Bravo

El pasado 19 de junio se cumplirán 51 años desde que se hizo oficial la prohibición de baño en el Tajo a todos los municipios ribereños en la provincia de Toledo debido a la contaminación que presentaba. Desde entonces, los toledanos no han podido disfrutar de un chapuzón en el río, especialmente en los meses de verano, cuando las temperaturas superan los 30 grados.

Muchos ciudadanos expresan su decepción y su indignación por esta situación, que consideran una injusticia y una vergüenza. Algunos recuerdan con nostalgia los tiempos en que el Tajo era un lugar de ocio y esparcimiento, donde se podía nadar, pescar o remar. Otros reclaman soluciones urgentes a las administraciones públicas para recuperar el buen estado ecológico del río y exigir el fin del trasvase al Segura, que reduce el caudal del Tajo.

Río Tajo a su paso por el Puente de San Martín de Toledo / Foto: Cooperativa de Guías ‘Toledo 3 Culturas’

Es una pena ver el río así, tan sucio y tan seco. Me gustaría poder bañarme en el Tajo como hacía cuando era niño, pero ahora es imposible. Es una falta de respeto a nuestro patrimonio natural y cultural”, dice José Luis, un vecino de Toledo.

Me parece una vergüenza que nos quiten el agua para regar campos de golf y hoteles en el Levante, mientras nosotros nos asamos de calor y tenemos que ver el río hecho una porquería. El Tajo es nuestro y tenemos derecho a disfrutarlo”, afirma María, una joven toledana.

La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) asegura que está trabajando para mejorar la calidad de las aguas del río y que sanciona a los responsables de los vertidos ilegales1. Además, indica que el proyecto de Plan Hidrológico del Tajo para el periodo 2022-2027 tiene como objetivo alcanzar el buen estado de las masas de agua en el río a su paso por Toledo.

Sin embargo, estas medidas no parecen convencer a los toledanos, que siguen viendo el río como un símbolo de abandono y desidia. Mientras tanto, tendrán que resignarse a buscar otras alternativas para refrescarse este verano.

El Tajo en la literatura

Égloga de Garcilaso de la Vega :

Hermosas ninfas, que, en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas;
agora estéis labrando embebecidas
o tejiendo las telas delicadas,
agora unas con otras apartadas
contándoos los amores y las vidas:
dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando,
que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.

¿Qué importa que el Tajo nos separe, si el alma nos une y nos iguala? ¿Qué importa que la tierra nos divida, si el cielo nos junta y nos hermana?»

La Dorotea. Lope de Vega

Prohibido bañarse

Imagen aérea de bañistas en el río Tajo a su paso por Toledo en el verano de 1967. / Blog Toledo Olvidado

Gracias a un rollo de negativos encontrado por unos arqueólogos en 2007 en unas obras en la calle de La Plata -que no ha sido revelado hasta hace unos días (27/11/2021)- han visto la luz unas increíbles imágenes de bañistas en el río Tajo en los años 60. Las fotos ya están en manos del autor del blog Toledo Olvidado de Eduardo Sánchez Butragueño, que ha publicado esta historia de casualidades en su última entrada que se puede leer y disfrutar.

“Buscamos recordar la necesidad de un Tajo limpio y la necesidad de involucrarnos en nuestro día a día con el Tajo. Safont es el lugar en el que más fotografías existen de toledanos bañándose y en el que tantos y tantos ciudadanos pasaban el día tomando sus tortillas, su lomo empanado y su cerveza”, ha dicho, para añadir que una ciudad “maravillosa en un parque como Safont volverá a disfrutar y a reivindicar un río Tajo limpio y para todos”.

‘Música por el Tajo’, charlas y juegos recordarán en Toledo el medio siglo de prohibición de bañarse en el río – Noticias de Toledo – La Cerca

Precioso y emocionante vídeo grabado en 8 mm. de una familia bañándose en el río Tajo en Toledo en 1965 en la Playa de Safont. Un símbolo de lo que el Tajo era para los Toledanos y de lo que debe volver a ser.


Familia bañándose en el Tajo en Toledo en 1965
El ayer y hoy de la playa de Safont
El ayer y hoy de la playa de Safont

Zonas de baño

El estudio también les ha servido para identificar las zonas de baño tradicionales en la ciudad. “No sólo eran las dos orillas de Safont sino cualquier zona entorno al Casco, buscando la cercanía de los hogares, huertos y trabajos”, manifestó Bleda, que dio detalles de la socialización que se generaba alrededor del río, del impacto que tenía en la economía, de las emociones que despertaba y del medio ambiente que se compartía en la ciudad en su entorno.

Con las entrevistas han identificado también lo relevante que era la cultura gastronómica que se generaba con las distintas especies de peces en el río -anguilas, cangrejos, carpas o barbos-, la relación que se mantenía con otros entornos de la ciudad -como la Casa del Diamantista, los puentes, la zona de la Cava o Fábrica de Armas- o las emociones enfrentadas entre esos bonitos recuerdos y otros más amargos una vez que se cortó la relación con el río.

Toledanos bañándose en el río Tajo en Toledo (Playa de Safont) hacia 1970

Actividades que se hacía

Según he leído y escuchado, el río Tajo era el escenario de muchas actividades para los toledanos, tanto lúdicas como laborales. Algunas de las actividades que se hacían en el río Tajo eran:

  • Remar: El río Tajo tenía suficiente caudal y anchura para que se pudieran practicar deportes como el remo o el piragüismo. Había clubes y competiciones de estas modalidades, que atraían a muchos aficionados y espectadores.
  • Saltar: El río Tajo también era un lugar para la aventura y el riesgo. Muchos jóvenes se atrevían a saltar desde los puentes o las rocas al agua, a veces desde alturas considerables. Era una forma de demostrar su valentía y su destreza.
  • Pasear: El río Tajo también invitaba al paseo y al relax. Muchas personas aprovechaban las orillas del río para caminar, sentarse, leer, charlar o contemplar el paisaje. El río ofrecía unas vistas preciosas de la ciudad y de la naturaleza.
  • Cultivar: El río Tajo también era una fuente de riqueza y de vida para los agricultores. El río regaba las huertas y los campos que se extendían a lo largo de su curso, donde se cultivaban frutas, verduras, flores y otros productos. El río también proporcionaba abono natural con sus sedimentos.
  • Celebrar: El río Tajo también era un escenario de celebración y de fiesta para los toledanos. El río acogía eventos como el Corpus Christi, la Noche Toledana o las Jornadas Medievales, que llenaban de color y de alegría sus aguas y sus márgenes. El río también era testigo de bodas, bautizos, comuniones y otras ceremonias familiares o religiosas.

Estas son algunas de las actividades que se hacían en el río Tajo, que muestran la importancia y el valor que tenía el río para los toledanos.

– Un emplazamiento privilegiado, a la derecha del Tajo, y con una colorida vegetación en sus orillas… Así al menos, era el entorno que acogía al conocido restaurante Casa Tabordo en los 60, cuando abrió sus puertas. Nos lo muestra “Toledo Olvidado en su última publicación”. Es la número 400 y vuelve a denuncia la lamentable situación del río a su paso por la ciudad.

Orgullo y Prejuicio

Cuando el Tajo era un río de cine: El rodaje de «ORGULLO Y PASIÓN» con SOPHIA LOREN, CARY GRANT Y FRANK SINATRA EN 1956

Sophia Loren y Frank Sinatra en el río Tajo. Colección Personal de Luis Alba
Sophia Loren y Frank Sinatra en el río Tajo, en 1956 durante el rodaje de Orgullo y Pasión. Colección Personal de Luis Alba
Cary Grant en las aguas del Tajo en Toledo en 1956 durante el rodaje de Orgullo y Pasión. Colección Personal de Luis Alba
Cary Grant en las aguas del Tajo en Toledo en 1956 durante el rodaje de Orgullo y Pasión. Colección Personal de Luis Alba
Cañón en el río Tajo con Toledo al fondo. Fotograma de Orgullo y Pasión. (Rodado en 1956)

Un Tajo profundo

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