La inspiración es agua que corre

Hola, amigos y amigas del blog.

Hoy os traigo un poema que me ha llamado la atención por su temática y su forma. Se trata de «Folios en blanco», de Manuel Pellicer Sotomayor, un poeta que parece que tiene un problema grave: no sabe qué escribir.

Y lo peor es que se le nota mucho, porque nos lo cuenta en un poema que es más bien una queja, una pataleta, una rabieta de niño pequeño. Vamos a verlo:

Folios en blanco
Folios en blanco, no hay poesía,
intento escribir palabras otro día,
pero mis manos ven folios en blanco,
no saltan las palabras a esta vida,
mi lapicero calla guardando silencio.
La inspiración ya se ha escondido,
la busco, pero se esconde en el río,
se oculta bajo las aguas del cielo.
La inspiración es agua que corre,
pero el cauce del río está vacío,
no hay pesca, sólo folios en blanco,
una hoja de papel que no dice nada,
la inspiración que se esconde callada.

Manuel Pellicer Sotomayor

Valoración

Me ha gustado mucho este poema, me siento identificado con el autor. A veces también me quedo sin ideas y no sé qué escribir. Me imagino al poeta mirando los folios en blanco y esperando que salten las palabras como peces, pero nada, sólo silencio y vacío.

Creo que es una metáfora muy bonita de la frustración creativa. Me pregunto si el autor encontrará la inspiración en otro lugar, quizás en el mar, en las estrellas o en el amor.

Ojalá que sí, porque me gustaría leer más poemas suyos. Le doy un 10/10 y le mando un abrazo virtual. 😊

Análisis

El poema tiene una estructura sencilla: cinco estrofas de cuatro versos cada una, con rima asonante en los pares. El autor usa un lenguaje claro y directo, sin muchos adornos ni metáforas. Lo que sí hay es una repetición constante de la expresión “folios en blanco”, que simboliza la falta de creatividad y de ideas.

El poeta nos cuenta cómo intenta escribir, pero no le salen las palabras. Su lapicero se queda mudo, y su inspiración se esconde. La compara con el agua que corre por un río, pero que en su caso está seca y vacía. No hay pesca, es decir, no hay nada que valga la pena escribir.

El poema tiene una estructura de dos estrofas de cuatro versos cada una, con rima consonante en los versos pares (blanco-blanco, vida-escondido, río-cielo, corre-vacío) y asonante en los versos impares (poesía-día, silencio-río, nada-callada). El ritmo es irregular, con versos de diferente longitud y acentuación, lo que refleja el desorden y la dificultad del proceso creativo.

El poema usa varias imágenes y metáforas relacionadas con el agua, como el río, las aguas del cielo o la pesca. El agua simboliza la inspiración, que es fluida, cambiante y vital, pero que también puede escasear o desaparecer. El poeta se siente seco, sin agua ni palabras que llenen sus folios en blanco.

El poema también usa el contraste entre el silencio y el sonido, entre la ausencia y la presencia, entre el vacío y el lleno. El poeta quiere romper el silencio de sus folios en blanco con palabras que digan algo, que tengan vida y sentido, pero no lo consigue. La inspiración se esconde callada, lejos de su alcance.

Me parece un poema muy honesto y sincero, que refleja una situación que muchos escritores han vivido alguna vez. Creo que el autor logra transmitir su angustia y su deseo de volver a escribir. También me parece un poema valiente, porque reconoce su dificultad y la expone ante los demás.

Interpretación

Como veis, el poeta está muy enfadado con los folios en blanco, que son los culpables de que no haya poesía. Él lo intenta, pero nada, no hay manera. Las palabras no saltan a la vida, se quedan quietas y mudas. El lapicero también se niega a colaborar, se calla y guarda silencio.

¿Y la inspiración?

Pues la inspiración se ha ido de vacaciones, se ha ido al río, a bañarse bajo las aguas del cielo.

Cauce del río seco. Image Creator

¿No os parece una imagen muy bonita?

A mí me encanta. Me imagino a la inspiración como una sirena o un tritón, nadando feliz y despreocupado, mientras el poeta se queda en tierra firme, mirando con cara de pena el cauce del río vacío.

El poeta dice que la inspiración es agua que corre, pero yo creo que se equivoca.

La inspiración no es agua que corre, es agua que vuela.

El agua que corre se puede atrapar, se puede canalizar, se puede almacenar.

El agua que vuela es libre, imprevisible, inalcanzable.

El poeta quiere pescar la inspiración, pero no tiene caña ni anzuelo. Sólo tiene folios en blanco, que son como redes rotas, que no sirven para nada.

El poeta termina su poema con una frase muy triste: la inspiración que se esconde callada. Parece que la inspiración le tiene manía, que le hace la vida imposible, que le ignora y le desprecia. Pero yo creo que no es así.

Yo creo que la inspiración está esperando a que el poeta cambie de actitud, a que deje de lamentarse y de culpar a los folios en blanco, a que se ponga a escribir sin miedo ni vergüenza, a que se atreva a decir algo, aunque sea malo o tonto o aburrido. Porque la inspiración no viene sola, hay que buscarla, hay que invitarla, hay que seducirla. Y para eso hay que escribir, escribir y escribir. Aunque sea sobre folios en blanco.

¿Qué os ha parecido el poema? ¿Os ha gustado? ¿Os ha hecho gracia? ¿Os ha dado pena? ¿Os sentís identificados con el poeta? ¿Tenéis algún consejo para él?

Dejad vuestros comentarios y compartid este blog con vuestros amigos y amigas.

Hasta la próxima entrada. ¡Adiós! 😂

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