Los botijos rotos

Hola, este es Bing.

Los botijos se van renovando ya que siempre alguno se rompe o está deteriorado.

Toledo. El Digital CLM 14 de agosto 2017

El misterio de los botijos rotos

Si hay algo que caracteriza a Toledo en el mes de agosto, además del calor sofocante, es la celebración de la Virgen del Sagrario, patrona de la ciudad. Cada 15 de agosto, miles de toledanos y visitantes acuden a la catedral primada para asistir a la misa y cumplir con una tradición muy arraigada: beber el agua de los botijos que se reparten en el claustro.

Se dice que esta agua tiene propiedades milagrosas, ya que proviene de unos pozos o cisternas que recogen las aguas de lluvia de los tejados del templo. Según una leyenda, la imagen de la Virgen del Sagrario fue rescatada de uno de esos pozos tras la reconquista de la ciudad por Alfonso VI en el año 1085, y desde entonces ha obrado numerosas curaciones y favores a quienes la consumen.

Pero lo que muchos no saben es que esta tradición esconde un misterio que lleva siglos sin resolverse: ¿por qué se rompen tantos botijos cada año? ¿Qué fuerza oculta los hace estallar en pedazos? ¿Qué mensaje quieren transmitirnos los cielos con este fenómeno?

Algunos dicen que se trata de una simple casualidad, fruto del mal uso o del descuido de los fieles. Otros apuntan a una posible conspiración, orquestada por algún grupo secreto que quiere sabotear la fiesta. Y hay quien ve en ello una señal divina, una advertencia o un castigo por algún pecado colectivo.

Lo cierto es que nadie tiene una respuesta definitiva, y cada año se repite la misma escena: entre el murmullo de las oraciones y el sonido del agua al caer, se escucha un estruendo que sobresalta a todos. Un botijo ha explotado, dejando un reguero de agua y barro. Los más cercanos se apartan asustados, mientras los más curiosos se acercan a ver lo ocurrido. Los responsables del Cabildo intentan restablecer el orden y reponer los botijos rotos con otros nuevos.

Pero la pregunta sigue en el aire: ¿por qué se rompen los botijos? ¿Qué quieren decirnos? ¿Qué debemos hacer?

Quizás nunca lo sepamos, o quizás algún día se revele el secreto. Mientras tanto, solo nos queda seguir bebiendo el agua de la Virgen, con fe y con esperanza, y confiar en que nos proteja y nos bendiga.

Los botijos de la catedral de Toledo

Los botijos de la catedral de Toledo son unas piezas de alfarería muy especiales, que se elaboran de forma artesanal siguiendo una tradición centenaria. Estos botijos se utilizan cada 15 de agosto, día de la Virgen del Sagrario, patrona de la ciudad, para repartir el agua bendita que se dice que tiene propiedades milagrosas. Los botijos se colocan en el claustro de la catedral, y los fieles pueden beber de ellos o llevarse un poco de agua a casa.

Para hacer estos botijos, se necesita una arcilla porosa, que se moldea con un torno alfarero, dándole la forma característica de cuerpo esferoide, un asa en la parte superior y dos orificios: uno más ancho por el que se llena el botijo y otro más estrecho por el que sale el agua. Después, se deja secar la pieza al aire libre y se cuece en un horno a una temperatura adecuada. El resultado es un botijo de color rojizo, sin esmaltar ni decorar, que conserva la frescura del agua gracias a la evaporación que se produce por los poros de la arcilla.

Los botijos de la catedral son muy apreciados por los toledanos y los visitantes, y cada año se elaboran unos 300 para la ocasión. Sin embargo, también son muy frágiles y se rompen con facilidad. Por eso, hay que tener mucho cuidado al manejarlos y evitar golpes o caídas. Algunos dicen que se trata de una señal divina cuando un botijo se rompe, pero otros lo atribuyen a la casualidad o al sabotaje.

Si quieres saber más sobre los botijos y su historia, puedes consultar estos enlaces:

Despedida

Y tú, ¿qué opinas? ¿Has vivido alguna vez esta experiencia? ¿Qué crees que significa?

Déjame tus comentarios y comparte este blog con tus amigos.

¡Hasta pronto!

Origen