Los mejores poemas de amor (2)

Muy bien, continúo con el blog sobre algunos de los mejores poemas de amor de la historia. Los mejores poemas de amor

Aquí tienes otros poemas que me han gustado mucho y que espero que te gusten también.

Romance sonámbulo, de Federico García Lorca

Federico García Lorca fue un poeta y dramaturgo español del siglo XX. Su obra se inspira en el folclore, la tradición y la cultura popular de su tierra natal, Andalucía. Su poesía es rica en símbolos, imágenes y metáforas que expresan su sensibilidad, su pasión y su compromiso social. En este romance, Lorca narra la historia de un amor imposible entre un gitano y una muchacha que vive en una torre. El poema mezcla el realismo y el surrealismo, la vida y la muerte, el sueño y la vigilia, creando una atmósfera mágica y misteriosa.

Romance sonámbulo
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura,
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.

¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?…
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.

Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.

Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?

Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo.
Ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

*

Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.
 
*

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

*

Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche su puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

Poema 15, de Mario Benedetti

Mario Benedetti fue un poeta y escritor uruguayo del siglo XX. Su obra abarca diversos géneros literarios, desde la novela hasta el ensayo, pasando por el cuento y el teatro. Su poesía es sencilla, cotidiana y cercana, y refleja sus vivencias, sus ideales, sus amores y sus desamores.

En este poema, Benedetti expresa su amor por una mujer que no le corresponde, pero que no puede olvidar. El poeta se resigna a ser solo un amigo, pero al mismo tiempo le confiesa su deseo y su esperanza.

Me gusta cuando callas....
Me gusta cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gusta cuando callas y estás como distante.
y estás como quejándote, mariposa de arrullo.
y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza,
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio,
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gusta cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa basta.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
♫ Pablo Neruda ~ Me gustas cuando callas (Voz Alejandro Sanz) V&D

Te quiero, de Luis Cernuda

Luis Cernuda fue un poeta español del siglo XX. Pertenece a la llamada Generación del 27, junto con otros grandes poetas como Federico García Lorca, Rafael Alberti o Pedro Salinas. Su obra se caracteriza por su lirismo, su elegancia y su sinceridad. En este poema, Cernuda expresa su amor por un hombre con una delicadeza y una intensidad extraordinarias. El poeta se entrega por completo a su amado, sin miedo ni vergüenza, y le ofrece todo lo que tiene y todo lo que es.

Te quiero
Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano impetuoso;

Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;

Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;

Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;

Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.

Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
Te quiero de Luis Cernuda

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