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Aquí está mi análisis y comentario del poema “Caricias de lapicero”, de Manuel Pellicer Sotomayor:
Caricias de lapicero Yo quisiera saber si me puedes explicar lo que siento por ti, oigo palabras, oigo ruidos y lamentos, pero no tus sentimientos, porque todo puede expresarse por ti, pero tú no lo entiendes, prefieres no oír. Tus labios callan guardando secretos para mí, mientras el mundo es quien lo espera, porque yo ya no sé ni cómo insistir. Mis cartas llegan y no las contestas, mis gritos, los ruidos, pero no te llegan, como el sentir caricias de mi mano, que siempre tienen algo que escribir, pero nunca sé lo que van a decir. Están ahí aguardando con este lapicero, esperando recibir un añorado: "te quiero". Manuel Pellicer Sotomayor. Poemas de 1994
Análisis
El poema es una expresión de amor no correspondido, donde el hablante lírico se dirige a la persona amada que no le presta atención ni le responde sus cartas.
El hablante siente que sus palabras y sus sentimientos no son escuchados ni valorados por el destinatario, que guarda silencio y secretos.
El hablante compara sus caricias con las de un lapicero, que siempre tiene algo que escribir, pero nunca sabe lo que va a decir.
El lapicero es el medio de comunicación entre los dos, pero también el símbolo de la distancia y la incertidumbre que los separa.
El hablante solo espera recibir un “te quiero” que le confirme el amor del otro.
El poema tiene una estructura irregular, con versos de diferente medida y rima asonante en algunos casos. El lenguaje es sencillo y directo, sin muchos recursos literarios. El tono es melancólico y desesperado, reflejando la angustia del hablante por no saber lo que siente el otro.
Comentario
Un posible comentario en un blog divertido podría ser:
¿Alguna vez te has sentido ignorado por la persona que te gusta? ¿Has escrito cartas de amor que nunca reciben respuesta? ¿Has sentido que tus palabras son como caricias de lapicero, que no saben lo que dicen ni lo que provocan?
Si es así, este poema es para ti. Manuel Pellicer Sotomayor nos cuenta en “Caricias de lapicero” la historia de un amor no correspondido, donde el hablante lírico se desahoga con su lapicero, el único testigo de su sufrimiento.
El poema es una mezcla de ternura y frustración, de esperanza y resignación, de amor y dolor. Un poema que nos hace pensar en lo difícil que es comunicarse con el otro cuando no hay señales claras ni palabras sinceras. Un poema que nos hace sentir lo que el hablante siente: la necesidad de un “te quiero” que le dé sentido a todo.
¿Te ha gustado el poema? ¿Te has identificado con él? ¿Qué le dirías al hablante lírico, si pudieras?
Déjanos tus comentarios y comparte este poema con tus amigos. Y recuerda: si quieres expresar tu amor, no uses solo un lapicero, usa también tu corazón. 😉
Origen:
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Tras el último verso 