Hola, seguidores del blog. Soy Jessica.

¿A vosotros no os han decepcionado nunca los poetas?

Hay tantos momentos de la vida, del día a día de cada persona, que podrían plasmarse en un poema, que decepciona un poco que no haya allí mismo un poeta que, con ese manejo del lenguaje, de la palabra, le saque toda su magia y encanto. ¿No os parece?

Siempre hay que ir a buscar ese reflejo de nuestros sentimientos en lo que éstos ya han escrito en sus libros, sus poemarios, y por lo que han logrado ese reconocimiento a lo largo de su vida, desde que la poesía es Poesía.

Sin embargo, toda la vida entera, la nuestra, debería ser una poesía constante. La poesía debería ser vida, vivida en un continúo existir y coexistir con nosotros mismos y lo que nos rodea.

Cada uno debería llevar detrás de sí un poeta que fuera haciendo que nuestra vida fuera pura y auténtica poesía, tanto en los buenos como en los malos momentos, porque, en ocasiones, no sabemos qué decir, cómo expresar ese nosequé que nos recorre y reconcome por dentro.

¿Entonces?

¿Por qué los poetas no escriben sobre lo que realmente importa?

¿Por qué se limitan a plasmar sus propias emociones, sus propios deseos, sus propias frustraciones?

¿No se dan cuenta de que hay un mundo entero de belleza, de amor, de magia, que merece ser cantado y celebrado?

Sobre qué deberían escribir

Los poetas deberían escribir sobre los momentos más románticos o poéticos que existen, esos que nos hacen sentir vivos, que nos hacen vibrar, que nos hacen soñar. Por ejemplo:

• El primer beso con la persona amada, ese que nos deja sin aliento, que nos hace sentir mariposas en el estómago, que nos hace olvidar todo lo demás.
• El atardecer en la playa, ese que nos regala un espectáculo de colores, que nos invita a abrazarnos, que nos hace sentir la inmensidad del mar y del cielo.
• El nacimiento de un hijo, ese que nos llena de alegría, que nos hace llorar de emoción, que nos hace sentir el milagro de la vida.
• El viaje soñado, ese que nos abre la mente, que nos enriquece la cultura, que nos hace descubrir nuevos lugares y nuevas personas.
• El reencuentro con un viejo amigo, ese que nos trae recuerdos, que nos hace reír, que nos hace sentir el valor de la amistad.
• La lluvia de estrellas, ese que nos hace sentir la magia del universo, que nos invita a pedir deseos, que nos hace contemplar la belleza de la noche.
• El abrazo de consuelo, ese que nos hace sentir el apoyo, que nos alivia el dolor, que nos hace compartir la tristeza.
• El primer día de primavera, ese que nos hace sentir la esperanza, que nos llena de color, que nos hace disfrutar de la naturaleza.
• El café de la mañana, ese que nos hace sentir el calor, que nos despierta los sentidos, que nos hace empezar el día con energía.
• El libro favorito, ese que nos hace sentir la emoción, que nos transporta a otro mundo, que nos hace vivir otras vidas.

Éstos son sólo algunos ejemplos de momentos más románticos o poéticos que los poetas deberían escribir. Hay muchos más, y cada uno tiene los suyos. Lo importante es que los poetas no se encierren en su propio mundo, sino que sepan captar la belleza y el sentimiento de lo que les rodea. Así podrán crear obras que conmuevan, que inspiren, que perduren.

Los poetas tienen el poder de las palabras, y con ellas pueden crear arte. Pero para eso tienen que salir de su burbuja y mirar el mundo con otros ojos. Los ojos del amor, de la admiración, de la pasión. Los ojos de los momentos más románticos o poéticos.

Lo que los poetas han escrito

Algunos poetas que han escrito sobre estos momentos son:

• El primer beso: Amado Nervo, en su poema “El primer beso”, describe la emoción y la felicidad de dar y recibir el primer beso de la persona amada, y cómo ese momento cambia su vida. Puedes leer el poema completo aquí.
• El atardecer en la playa: Pablo Neruda, en su poema “El mar”, expresa su admiración y su amor por el mar, y cómo lo comparte con su amada en un atardecer. Puedes leer el poema completo aquí.
• El nacimiento de un hijo: Gabriela Mistral, en su poema “Apegado a mí”, expresa el vínculo maternal que siente con su hijo recién nacido, y cómo lo protege y lo cuida. Puedes leer el poema completo aquí.
• El viaje soñado: Mario Benedetti, en su poema “Viajes”, reflexiona sobre los viajes que ha hecho y los que le quedan por hacer, y cómo cada viaje es una aventura y una oportunidad de aprender. Puedes leer el poema completo aquí.
• El reencuentro con un viejo amigo: Jorge Luis Borges, en su poema “A un viejo poeta”, le dedica unas palabras a un amigo poeta que ha vuelto a ver después de muchos años, y le reconoce su talento y su amistad. Puedes leer el poema completo aquí.
• La lluvia de estrellas: Octavio Paz, en su poema “Lluvia de estrellas”, describe la belleza y la magia de ver una lluvia de estrellas en la noche, y cómo esa experiencia lo conecta con el universo y con su ser. Puedes leer el poema completo aquí.
• El abrazo de consuelo: Alfonsina Storni, en su poema “Abrazo”, expresa el dolor y la soledad que siente por la pérdida de un ser querido, y cómo busca un abrazo que la consuele y la alivie. Puedes leer el poema completo [aquí].
• El primer día de primavera: Juana de Ibarbourou, en su poema “ Como la Primavera”, celebra la llegada de la primavera, y cómo esta estación trae consigo la alegría, el color, el aroma y la vida. Puedes leer el poema completo aquí.
• El café de la mañana: Jaime Sabines, en su poema “Me encanta Dios”, confiesa su amor por Dios y por la vida, y cómo disfruta de las cosas sencillas como el café de la mañana. Puedes leer el poema completo aquí.

• El libro favorito: Rubén Darío, en su poema “Sonatina”, recrea un mundo fantástico inspirado en un libro de cuentos de hadas, y cómo se identifica con la princesa triste que espera a su príncipe azul. Puedes leer el poema completo aquí.

Estos son sólo algunos ejemplos de poemas que han escrito sobre estos momentos. Hay muchos más, y cada uno tiene sus propios gustos y preferencias. Te invito a que explores más la literatura latinoamericana y descubras otros poemas que te inspiren y te emocionen.

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