Hola, amigos y amigas del blog.

Hoy os traigo un poema que me ha llamado la atención por su tono melancólico y su falta de autoestima. Se trata de “Si pudiera querer algo”, de Manuel Pellicer Sotomayor, Veamos qué nos dice el autor en estos versos:

SI PUDIERA QUERER ALGO
Quisiera escribir un verso,
explicar con amor mis problemas,
quisiera, si pudiera querer algo,
pero veo mis manos vacías,
siento mi corazón abandonado,
que todo el mundo está en la calle
y yo mirando para otro lado.

Te veo a ti que eres espalda,
silencio donde no hay ruido,
te veo y quisiera hablar contigo
quisiera, si pudiera querer algo,
pero tú no quieres nada de mí,
te da igual que yo esté muerto
o viva solo, aquí, en mi desierto.

Manuel Pellicer Sotomayor. Poema de 1995

Análisis

Primera estrofa

Aquí el poeta nos expresa su deseo de crear poesía, de comunicar sus sentimientos, de tener una ilusión en la vida. Sin embargo, se siente incapaz de hacerlo, porque se ve a sí mismo como un ser vacío, sin nada que ofrecer, sin nadie que le quiera. Se siente solo y aislado, mientras los demás disfrutan de la vida. Es una imagen muy triste y desoladora, ¿no os parece?

Segunda estrofa

En la segunda estrofa, el poeta nos revela que hay una persona a la que ama, pero que no le corresponde. La describe como una espalda, es decir, alguien que le da la espalda, que le ignora, que no le presta atención. La llama silencio, porque no le habla, no le escucha, no le hace caso. El poeta quisiera acercarse a ella, hablarle, expresarle su amor, pero sabe que es inútil, porque ella no siente nada por él, ni siquiera le importa si vive o muere. El poeta se siente abandonado en su propio desierto, sin esperanza ni consuelo.

Comentario

¿Qué os parece este poema, queridos lectores?

A mí me parece que es un poema muy triste, que refleja el sufrimiento de un hombre que no se quiere a sí mismo, que no se valora, que no se respeta. Creo que el poeta necesita un poco de autoestima, de confianza, de optimismo. Creo que debería dejar de lamentarse y de culpar a los demás de su infelicidad, y empezar a buscar su propia felicidad, a hacer cosas que le gusten, a conocer gente nueva, a disfrutar de la vida. Creo que debería quererse un poco más, y querer un poco más a los demás.

¿Y vosotros, qué opináis? ¿Os ha gustado el poema? ¿Os sentís identificados con el poeta? ¿Qué consejo le daríais?

Dejad vuestros comentarios abajo, y no olvidéis suscribiros al blog para estar al tanto de las próximas entradas.

Hasta la próxima, amigos y amigas. ¡Un abrazo!

Origen

• Más poemas de 1995 – Página 6 – TRAS EL ÚLTIMO VERSO
• Conversación con Bing