Jueves, 26 de octubre 2023
Cuando la gente acuda a Toledo y quieran saber dónde se encuentra la catedral, ya no podremos decirle que es el edificio, con esa fachada impresionante, de dos torres, que se encuentra cerca del olmo que hay junto al puesto de postales, delante de la fachada del palacio arzobispal, en la plaza del Ayuntamiento, al otro lado de la calle

El edificio que se ve al fondo es la catedral primada
Nos tendremos que buscar otra referencia para guiar a los turistas.
Talan el olmo pumila
Talán el olmo pumila de la plaza del Ayuntamiento por el riesgo de caída
Se sostenía en la estructura del puesto de postales y se ha querido evitar un accidente en esta plaza, una de las más concurridas por toledanos y visitantes.
Se trata de un olmo pumila, según ha explicado a ABC el ingeniero toledano y licenciado en Ciencias Ambientales, Eduardo Sánchez Butragueño. «Es una especie introducida que es muy quebradizo, a diferencia del olmo autóctono (ulmos minor) que es mucho más robusto y emblemático. En los años 70 y 80 se abusó en toda España de su plantación por ser barato y ser de crecimiento rápido, pero hoy día es considerado inadecuado e incluso invasor», explica.
A su juicio, «lo importante es su reposición, utilizando especies autóctonas, adaptadas a nuestro clima, resistentes a plagas y enfermedades, a vientos fuertes y que no generen alergias», como, por ejemplo, los almeces.
Tras esta «actuación de emergencia» la Concejalía de Parques y Jardines va a estudiar qué hacer con el hueco que ha dejado este árbol.
ABC Toledo

El árbol se encontraba apoyado en la estructura del puesto de postales

Talan un árbol de la plaza del Ayuntamiento de Toledo por su riesgo de caída
En Castilla-La Mancha

Adiós a uno de los cuatro árboles de la Plaza del Ayuntamiento de Toledo
Cadena ser
Adiós a un árbol emblemático de la ciudad de Toledo: será talado por riesgo de caída
El Español
Talan uno de los cuatro árboles que hay en la plaza del Ayuntamiento de Toledo por riesgo de caída
Toledo diario

Adiós al olmo pumila
El olmo pumila era un árbol de tamaño mediano, con una copa amplia y un tronco recto. Se plantó en la plaza en la década de 1950 y era un punto de referencia para los habitantes y visitantes de Toledo.

Sin embargo, el árbol estaba en mal estado y presentaba un riesgo de caída. Los técnicos municipales decidieron talar el árbol para evitar cualquier accidente. La tala del árbol fue un hecho lamentable, pero era necesaria para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
A pesar de la tala del árbol, la plaza del Ayuntamiento de Toledo sigue siendo un lugar hermoso y lleno de historia. La plaza está rodeada de edificios históricos, como el Ayuntamiento de Toledo, la Catedral de Toledo y el Museo del Greco.
Poema a un olmo viejo, Antonio Machado (1912)
Al olmo viejo (1912) Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.
Al olmo pumila, de Bing Chat (2023)
Al olmo pumila Era un olmo pumila, un árbol forastero, que creció en la plaza del Ayuntamiento, donde el poder y la fe se alzaban soberbios, y el arte y la historia se mostraban al viento. Era un olmo pumila, un árbol solitario, que dio sombra y frescor a muchos paseantes, que vio pasar las horas, los días y los años, y que guardó secretos de amores y de instantes. Era un olmo pumila, un árbol peligroso, que se inclinó al vacío por su propio peso, que fue talado un día por los bomberos, y que dejó un vacío en el centro del pueblo. Era un olmo pumila, un árbol silencioso, que ya no está en la plaza del Ayuntamiento, pero que vive aún en el recuerdo de todos, como un símbolo verde de vida y de tiempo.

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