Hola, amigos y amigas del blog:
Hoy os traigo un poema que me ha llamado la atención por su sencillez y su ternura. Se trata de “Vuela, pajarito”, de Manuel Pellicer Sotomayor, un autor que no es muy conocido, pero que tiene una obra interesante y variada.
VUELA, PAJARITO De nido en nido, pajarito, no te quieres mojar. ¡Vamos, vuela, que llueve, encuentra pronto tu hogar! Se acerca la tormenta, el cielo empieza a tronar. Sigue buscando sin pérdida, no puede estar todo cerrado, en alguno te podrás refugiar. Sigue buscando, pajarito, no te vayas a empapar, la lluvia cae con fuerza, el amor no deja de llorar. Manuel Pellicer Sotomayor. Poema de 1991
Análisis
El poema “Vuela, pajarito” está formado por siete versos de arte menor, con rima asonante en los pares y libre en los impares.
El tema es la búsqueda de un refugio por parte de un pajarito que se ve sorprendido por la lluvia.
El tono es de compasión y de ánimo hacia el animalito, que representa la fragilidad y la inocencia frente a la adversidad.
El poeta se dirige al pajarito en segunda persona, creando una cercanía y una empatía con el lector.
El poema tiene una estructura circular, ya que empieza y termina con el mismo verso: “De nido en nido, pajarito”. Esto sugiere la idea de que el pajarito no encuentra un lugar donde cobijarse y que sigue vagando de un lado a otro, sin descanso ni consuelo.
El primer verso introduce al protagonista y su situación: “De nido en nido, pajarito”. El poeta usa la repetición de la palabra “nido” para crear un efecto de musicalidad y de movimiento. El diminutivo “pajarito” expresa cariño y simpatía por el ave.
El segundo verso explica el motivo de su búsqueda: “no te quieres mojar”. El poeta usa la negación para enfatizar el deseo del pajarito de evitar la lluvia, que es un elemento hostil y amenazador para él.
El tercer verso es una exhortación a volar: “Vamos, vuela que llueve”. El poeta usa la primera persona del plural (“vamos”) para implicarse en la acción y para animar al pajarito a que se apresure. El verbo “vuela” es imperativo y expresa urgencia. La conjunción “que” introduce la causa de la prisa: “llueve”. El poeta usa el presente de indicativo para mostrar la realidad inmediata y la presión del tiempo.
El cuarto verso es una expresión de esperanza: “encuentra pronto tu hogar”. El poeta usa el verbo “encuentra” en imperativo y el adverbio “pronto” para indicar la necesidad de hallar un lugar seguro y acogedor. La palabra “hogar” tiene una connotación afectiva y familiar, que contrasta con la palabra “nido”, que es más genérica y natural.
El quinto verso es una advertencia de peligro: “se acerca la tormenta”. El poeta usa el verbo “acercarse” para mostrar la proximidad y la intensidad de la amenaza. La palabra “tormenta” tiene una connotación negativa y violenta, que implica no solo lluvia, sino también viento, rayos y truenos.
El sexto verso es una recomendación de perseverancia: “Sigue buscando sin pérdida”. El poeta usa el verbo “seguir” en imperativo y el adverbio “sin” para expresar la idea de continuidad y de no rendirse. La palabra “pérdida” puede referirse tanto al tiempo como al rumbo, es decir, que el pajarito no debe perder ni un minuto ni la dirección.
El séptimo verso es una muestra de solidaridad: “no te vayas a empapar”. El poeta usa la negación y el verbo “ir” en subjuntivo para expresar un deseo y una preocupación por el bienestar del pajarito. El verbo “empapar” significa mojar completamente, lo que supondría un riesgo para la salud y la supervivencia del ave.
El último verso cierra el poema con una metáfora sorprendente: “la lluvia cae con fuerza, / el amor no deja de llorar”. El poeta usa la personificación para atribuir al amor la acción de llorar.
Esto puede interpretarse de varias formas:
- como una identificación del poeta con el pajarito,
- como una expresión de su tristeza por la situación del animal,
- como una alusión a su propia experiencia amorosa
- como una reflexión sobre el sufrimiento que implica el amor.
En cualquier caso, el poeta crea un contraste entre la lluvia y el amor, que son dos elementos que normalmente se asocian con la vida y la alegría, pero que aquí se presentan como causas de dolor y de angustia.
Comentario
En conclusión, el poema “Vuela, pajarito” de Manuel Pellicer Sotomayor es un texto breve pero intenso, que combina la descripción de una escena natural con la expresión de unos sentimientos humanos.
El poeta logra crear una atmósfera de emoción y de compasión, que invita al lector a reflexionar sobre el valor de la vida y el amor.
Espero que os haya gustado este análisis y que os animéis a leer más poemas de este autor. Os dejo una imagen que he creado para ilustrar el poema.

¡Hasta la próxima!
¿Qué otros poemas ha escrito Manuel Pellicer Sotomayor?
Manuel Pellicer Sotomayor ha escrito varios poemas de diferentes temáticas y estilos. Algunos de sus poemas son:
- “Nunca dio tanta pena la lluvia”, un poema que usa la metáfora de la lluvia para describir la tristeza de una chica que llora.
- “Un monumento a mi abuelo”, un poema que rinde homenaje a la memoria de su abuelo, un humilde labrador que trabajó la tierra con dignidad y esfuerzo.
- “Princesa”, un poema que expresa el amor de un caballero a una princesa, usando imágenes de la época medieval y un tono heroico y cortés.
Estos son solo algunos ejemplos de la obra poética de Manuel Pellicer Sotomayor. Si quieres leer más poemas de este autor, puedes visitar su blog “Tras el último verso” , donde encontrarás más textos y análisis.
Espero que te haya gustado esta información y que te animes a leer y disfrutar de la poesía. 😊
Origen
- Poema original de Manuel Pellicer Sotomayor
- Conversación con Bing Chat

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