Hola, amigos y amigas del blog.
Hoy os traigo un poema que me ha llamado la atención por su título: «Un vacío de amor». Se trata de otro poema de juventud de Manuel Pellicer Sotomayor, nuestro poeta toledano favorito, de los incluidos en sus primeros intentos de escribir novela.
Veamos qué nos dice el poema:
UN VACÍO DE AMOR
¡Ya se puede acabar el amor!
¡ya se pueden robar las estrellas!
¡ya nos podemos congelar!
¡ya podemos olvidar la luna!
¡Qué nada nos podrá separar!
Nuestros oídos oyeron algo,
que es lo mejor que han oído,
algo que el mundo no nos decía,
que buscábamos sin encontrarlo,
amores platónicos que lo callaban.
Pero ahora, cuando todos lo gritan,
mientras que antes se callaban,
ahora sólo oímos esa palabra,
dos letras rodeadas de amor,
dos letras que parecían extrañas,
pero que llenaron el corazón.
Sí, quería ella y también yo,
le que dijimos sí al corazón,
para romper aquel silencio,
aquel enorme vacío de amor.

Análisis
En este poema, «Un vacío de amor», el poeta nos habla de cómo encontró el amor verdadero después de haber buscado en vano durante mucho tiempo.
El poema tiene una estructura sencilla: consta de cuatro estrofas de cuatro versos cada una, con rima asonante en los pares. El ritmo es fluido y armonioso, y el lenguaje es claro y directo, sin recurrir a metáforas ni figuras retóricas complicadas.
Veamos el poema con más detalle:
La primera estrofa
Ya se puede acabar el amor,
ya se pueden robar las estrellas,
ya nos podemos congelar,
ya podemos olvidar la luna,
que nada nos podrá separar.
En la primera estrofa, el poeta nos plantea una serie de hipótesis catastróficas que podrían ocurrir en el mundo, como el fin del amor, el robo de las estrellas, el congelamiento de la vida o el olvido de la luna. Sin embargo, todas estas posibilidades quedan anuladas por la fuerza del amor que siente por su pareja, que es capaz de superar cualquier adversidad.
El poeta usa el verbo «poder» en modo subjuntivo para expresar la irrealidad de estas situaciones, y el adverbio «ya» para darles un tono de resignación o indiferencia. El último verso de la estrofa es el único que tiene rima consonante, lo que le da más énfasis y rotundidad.
La segunda estrofa
Nuestros oídos oyeron algo,
que es lo mejor que han oído,
algo que el mundo no nos decía,
que buscábamos sin encontrarlo,
amores platónicos que lo callaban.
En la segunda estrofa, el poeta nos cuenta cómo fue el momento en que se enamoró de su pareja. Dice que sus oídos oyeron algo que era lo mejor que habían oído, algo que el mundo no les decía, algo que buscaban sin encontrarlo.
¿Qué era ese algo? El poeta no lo dice explícitamente, pero podemos deducir que se trata de una declaración de amor, de una confesión de sentimientos, de una propuesta de compromiso.
El poeta usa el verbo «oír» en sentido figurado, para referirse a la comunicación verbal o no verbal entre los enamorados. También usa el contraste entre el presente y el pasado para mostrar la diferencia entre el antes y el después de ese momento mágico.
El último verso de la estrofa introduce el concepto de «amores platónicos», que son aquellos que se basan en la admiración y el idealismo, pero que no se consuman físicamente.
El poeta dice que esos amores lo callaban, es decir, que le impedían expresar su verdadero amor.
La tercera estrofa
Pero ahora cuando todos lo gritan,
mientras que antes se callaban,
ahora sólo oímos esa palabra,
dos letras rodeadas de amor,
dos letras que parecían extrañas,
pero que llenaron el corazón.
En la tercera estrofa, el poeta nos habla de cómo cambió su vida después de encontrar el amor. Dice que ahora, cuando todos lo gritan, mientras que antes se callaban, él y su pareja sólo oyen esa palabra, dos letras rodeadas de amor, dos letras que parecían extrañas, pero que llenaron el corazón.
¿Qué palabra es esa? El poeta no lo dice explícitamente, pero podemos deducir que se trata de la palabra «sí», que es la respuesta afirmativa a una pregunta de amor, como por ejemplo: «¿Quieres casarte conmigo?».
El poeta usa el verbo «gritar» en sentido figurado, para referirse a la alegría y la celebración de los demás por su amor. También usa el contraste entre el ahora y el antes para mostrar la diferencia entre el silencio y el ruido, entre la soledad y la compañía, entre la duda y la certeza.
El último verso de la estrofa repite la idea de que esas dos letras, que antes le parecían extrañas, le llenaron el corazón de amor.
La cuarta estrofa
Sí, quería ella y también yo,
le que dijimos sí al corazón,
para romper aquel silencio,
aquel enorme vacío de amor.
En la última estrofa, el poeta confirma que él y su pareja se dijeron «sí» al corazón, para romper aquel silencio, aquel enorme vacío de amor. El poeta usa el verbo «querer» en sentido de desear, de aceptar, de consentir. También usa el verbo «decir» en sentido de manifestar, de expresar, de comunicar.
El poeta usa el verbo «romper» en sentido de acabar, de terminar, de destruir.
El poeta usa la palabra «silencio» en sentido de ausencia, de vacío, de soledad.
El poeta usa la expresión «vacío de amor» para referirse a la falta de amor, a la carencia de amor, a la necesidad de amor.
Comentario
Como podéis ver, el poema «Un vacío de amor» es una bonita historia de amor que nos muestra cómo el poeta pasó de la tristeza a la felicidad, de la búsqueda a la encuentro, del no al sí, gracias al amor de su pareja. Es un poema sencillo, pero emotivo, que nos transmite el sentimiento de gratitud y de plenitud que experimenta el poeta.
¿Qué os ha parecido el poema? ¿Os ha gustado? ¿Os ha emocionado? ¿Os ha hecho pensar? ¿Os ha inspirado?
Espero vuestros comentarios y opiniones.
Hasta la próxima, amigos y amigas del blog.
¡Un abrazo!
Origen
- Poema original de Manuel Pellicer Sotomayor
- Conversación con Bing Chat (con modificaciones)

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