
Presentador: Ave, amigos y seguidores de Imperium Romanum TV News.
Tras nuestra entrevista de ayer con el rey de los Judíos, Herodes el Grande y sin que haya nada reseñable en cuanto a lo que acontece en Toletum, en Hispania, este programa se ha marcado como misión localizar a José, el carpintero de Nazareth y a su esposa María, que está embarazada, que van camino de Belén.
Según las últimas informaciones, parece que ha habido algún tipo de malentendido o confusión en cuanto a los motivos de su viaje. En un primer momento atribuido a las órdenes de Herodes en cumplimiento del censo de nuestro estimado emperador Octavio Augusto César.
Conscientes de que este matrimonio viajero tal vez no sean telespectadores de este programa o no tengan cobertura para seguir nuestra programación, solicitamos la colaboración ciudadana para localizarles.
Han llegado a nuestra redacción infinidad de cartas y mensajes solicitando que les localicemos porque hay preocupación por la salud y el embarazo de María, así como por el inminente nacimiento de su hijo, de Jesús, debido a las condiciones climáticas, los peligros propios de un trayecto tan largo por tierras de Israel.
El camino de Belén
El camino de Belén es un viaje difícil y peligroso para María y José, que tienen que recorrer unos 150 kilómetros desde Nazareth hasta la ciudad natal de José, Belén, donde esperan empadronarse por orden del rey Herodes.
Según las última informaciones llegadas a nuestra redacción, María va montada en un burro y José la acompañaba a pie, pero no hay evidencia fotográficas de este detalle. El trayecto puede durar entre cuatro y siete días, dependiendo de la ruta que tomaron y de las condiciones climáticas y del terreno.
Existían varias rutas posibles para llegar a Belén, pero ninguna será fácil. En esta ocasión analizaremos la más directa.
La ruta más directa
La ruta más directa es atravesando el valle del Jordán y el desierto de Judea, pero será la más calurosa y la más expuesta a los ataques de los bandidos.

Si salieron de Nazareth, en Galilea, y tomaron la ruta del valle del Jordán, siguiendo el curso del río hacia el sur, será un camino largo, pero más seguro y llano que el de las montañas.
Atravesarán el valle de Jule, donde el paisaje es verde y fértil, y verán los campos de trigo y cebada, los olivos y las higueras. Pasarán por pequeñas aldeas y ciudades, donde se encontrarán con otros viajeros y comerciantes. A veces se detendrán a descansar y a comprar provisiones, y otras veces acamparán al aire libre, junto a alguna fuente o pozo.
A medida que avancen, el valle se hará más estrecho y árido, y el calor se hará más intenso. El río Jordán se encaja entre colinas ásperas y secas, y el suelo se cubre de piedras y arena. El camino se volverá más difícil y peligroso, pues habrán que evitar las crecidas del río, los animales salvajes y los bandidos. hasta que lleguen al mar Muerto, una gran masa de agua salada que brilla bajo el sol. Allí el valle termina, y tendrán que subir por el desierto de Judea, una tierra inhóspita y solitaria.

El desierto de Judea será un reto para la fe y la esperanza de María y José. Será un lugar donde el silencio y la soledad se harán palpables, y donde solo se oirá el viento y el crujir de las piedras.
Es un lugar donde el agua y la sombra son escasas, y donde el sol y la arena quema la piel y los ojos; Un lugar donde habrán de confiar en Dios y en su providencia, pues solo Él podrá protegerlos y guiarlos. María y José caminarán con dificultad por las terrazas y los escarpes, buscando el mejor sendero entre las ramblas y los cañones.
A veces se cruzarán con algún pastor o algún monje, que les ofrezcan su hospitalidad y su bendición. Otras veces se encontrarán con alguna cueva o algún oasis, donde podrán refrescarse y rezar.
Después de varios días de caminar por el desierto, llegarán a las afueras de Jerusalén, la ciudad santa. Allí se encontrarán con una gran multitud de gente que también irá a empadronarse, según el decreto del emperador Augusto.
María y José se sentirán aliviados de ver la civilización y la vida, pero también se sintieron abrumados por el ruido y el bullicio.
Podrán entrar en la ciudad por la puerta de Damasco, y dirigirse al templo, donde presentarán su ofrenda y adorarán a Dios.
Luego saldrán de la ciudad por la puerta de Belén, y seguirán el camino que los lleve a Belén a la ciudad de David, donde esperemos encuentren un lugar para alojarse y para dar a luz a Jesús.
Otras dificultades
Además de los riesgos del camino, María y José tienen que enfrentarse a las dificultades propias de su situación. María está embarazada de casi nueve meses y podría dar a luz en cualquier momento. José tiene que protegerla y proveerla de comida, agua y refugio. Ambos tienen que soportar el cansancio, el hambre, la sed, el frío, el calor, el polvo, el ruido y la inseguridad. Y, sobre todo, tienen que confiar en la voluntad de Dios, que los había elegido para ser los padres del Jesús.
Colaboración
Uno de nuestros colaboradores nos ha mandado este mensaje sobre su deseo de encontrarse con María y José, confiado en que el canto de su alegre tambor les un poco alegre el viaje, más agradable su estancia en Belén y llevadero el pronto nacimiento de Jesús.
Cierre

Sigan atentos a nuestra programación y recuerden que el censo es una oportunidad para demostrar su lealtad al emperador y su gratitud por todo lo que ha hecho por nosotros.
¡Viva el emperador Octavio Augusto Cesar! ¡Viva el Imperio romano!
Y a ustedes, queridos telespectadores, les invitamos a seguir atentos a nuestra cobertura especial de este acontecimiento histórico.
Hasta una próxima conexión
Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.
Origen
- Google Maps
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