

Presentador: Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.
Los arcángeles son seres celestiales muy poderosos dentro de la jerarquía angelical. Según la religión católica, existen tres arcángeles mencionados en la Biblia: Miguel, Gabriel y Rafael. Cada uno de ellos tiene una misión particular y se les asocia con diferentes aspectos de la vida.
- Miguel es el guerrero que lucha contra Satanás y sus emisarios, el defensor de los que aman a Dios, el protector del pueblo de Dios y el encargado de llevar a cabo la voluntad de Dios.
- Gabriel es el mensajero de Dios y el anunciador de buenas noticias y de revelaciones divinas. Es el arcángel que le anunció a María que sería la madre de Jesús.
- Rafael es el sanador divino y el protector de la salud. En el libro de Tobías, Rafael ayuda al joven Tobías a curar a su padre y a encontrar una esposa.
Los arcángeles son, por tanto, espíritus que existen para servir y adorar a Dios, y también para ayudar y proteger a los seres humanos
Además de Gabriel, el arcangel que anunció el nacimiento de Jesús a María, ha habido en el último año una multitud de apariciones de ángeles:
- El que se le apareció a Zacarías en el templo de Jerusalén para anunciarle el nacimiento de su hijo Juan
- El que se le apareció a José en sueños para que reconociera a Jesús como su hijo y no repudiase a María
- Los que se les aparecieron a los pastores que estaban en el campo, cerca de Belén.
No se mencionan los nombres de estos ángeles, pero se puede suponer que son ángeles de alabanza y de anuncio, que cumplían la voluntad de Dios de dar a conocer la buena noticia del nacimiento del Salvador.
Ave, reportero, ¿Dónde te encuentras esta mañana?
Conexión
Reportero: ZZZZZZ ZZZZZZ ZZZZZ ZZZZZ [durmiendo «la mona», como se suele decir]
La noche de Nochebuena, un sueño extraño soñé,
el Niño, recién nacido, no tenía su belén.
Estando así, pesaroso, pues no sabía qué hacer,
antes de la medianoche un ángel me vino a ver.
(Toledo, el mejor belén)

Reportero: Buenas tardes, estamos aquí con un invitado muy especial, un ángel que ha sido testigo del nacimiento de Jesús, del hijo de María. ¿Puedes decirnos tu nombre y qué papel has desempeñado en este acontecimiento histórico?

Gabriel: Mi nombre es Gabriel, y soy uno de los arcángeles de Dios. Mi misión fue anunciar a María que concebiría al Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo, y también a José que debía aceptar a María como su esposa y cuidar de ella y del niño.
Reportero: ¿Cómo fue esa experiencia de comunicarte con los padres de Jesús? ¿Qué reacción tuvieron ellos al escuchar tu mensaje?
Gabriel: Fue una experiencia muy conmovedora y humilde. María y José son personas sencillas y fieles, que confían en la voluntad de Dios y aceptaron su plan con amor y obediencia. Al principio, se asustaron al verme, pero les dije que no temieran, que Dios los había elegido para una misión muy especial, y que el niño que iban a tener sería el Salvador del mundo.
Reportero: ¿Y qué pasó después? ¿Cómo fue el viaje a Belén y el nacimiento de Jesús?
Ángel: Fue un viaje muy duro y peligroso, porque María y José tuvieron que recorrer muchos kilómetros a pie y a lomo de burro, porque debían cumplir con el decreto del emperador Augusto que ordena el censo de toda la población. Cuando llegaron a Belén, no encontraron ningún lugar donde alojarse, y tuvieron que refugiarse en una gruta, donde María dio a luz al niño y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
Reportero: ¿Y tú, dónde estabas en ese momento?
Gabriel: Yo estaba en el cielo, junto con una multitud de ángeles, alabando a Dios y cantando: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad«. Luego, fui enviado por Dios a anunciar la buena noticia a unos pastores que estaban en el campo, cuidando de sus ovejas. Les dije que habían nacido el Mesías, el Señor, y que lo encontrarían en un pesebre. Entonces, los pastores fueron a ver al niño y lo adoraron, y contaron lo que habían oído a todos los que los escuchaban.
Reportero: ¿Qué sentiste al ver al niño Jesús en el pesebre?
Gabriel: Sentí una alegría inmensa y una paz profunda. Era el cumplimiento de las profecías y las promesas de Dios, el regalo más grande que Dios podía hacer a la humanidad, el inicio de una nueva era de salvación y esperanza. Era el rostro de Dios hecho hombre, el Verbo hecho carne, el Emmanuel, Dios con nosotros.
Reportero: Muchas gracias, Gabriel, por compartir con nosotros tu testimonio y tu emoción. Ha sido un placer y un honor hablar contigo.
Gabriel: Gracias a ti, reportero, por tu interés y tu curiosidad. Te deseo una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo. Que Dios te bendiga y te guarde. Felices sueños
Reportero: Ave. Les devolvemos el sueño, – digo- , la conexión con el estudio.
Devuelve la conexión

Presentador: Ave, reportero. Buen sueño.
¿Durmiendo en horas de trabajo? ¡Vaya un ejemplo para nuestros estimados telespectadores! Aun así, entendemos que, con todo lo que está sucediendo en la gruta de Belén durante todo el día y la noche, nuestro reportero tiene que estar cansado.
En cualquier caso, nuestra tecnología no es tan moderna ni avanzada como para concertar una entrevista con los ángeles cuando se nos antoje. Ya sabemos que hay que ser miembro activo de esta nueva red social, de mucha oración, limpieza de corazón, fe y disponibilidad a cumplir la voluntad de Dios hasta las últimas consecuencias.
Nuestro reportero se duerme en horas de trabajo y tampoco se implica demasiado en lo que sucede, más que intentar entrevistas a los implicados en los acontecimientos.
Despedida
Recuerden que el censo es una oportunidad para demostrar su lealtad al emperador y su gratitud por todo lo que ha hecho por nosotros. ¡Viva el emperador Augusto César! ¡Viva el Imperio romano!
Y a ustedes, queridos espectadores, les invitamos a seguir atentos a nuestra cobertura especial de este acontecimiento histórico.
Hasta una próxima conexión
Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.

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