Un judío en Toletum

Desde Jerusalén a Toletum

No es fácil calcular el coste de un viaje como el que hizo el primer judío llegado a Toledo en el siglo I, ya que depende de muchos factores, como el medio de transporte, el alojamiento, la comida, los impuestos, los peajes, los sobornos, los robos, etc. Además, las monedas y los precios de la época no son comparables con los actuales. Sin embargo, se puede intentar hacer una estimación aproximada, basándose en algunas fuentes históricas y en algunos datos actuales.

Según el historiador Flavio Josefo, el salario medio de un trabajador en Judea en el siglo I era de unos 4 denarios al mes. Un denario era una moneda de plata que equivalía a 16 ases de bronce, la moneda más común en el imperio romano. Un as podía comprar un pan, un huevo o una manzana. Por lo tanto, un trabajador podía ganar unos 64 ases al mes, o unos 2 ases al día.

El viaje desde Jerusalén a Toledo podía durar más de un año, según la ruta que se siguiera. Suponiendo que se tomara la ruta del este, que era la más segura y la más frecuentada por los judíos, se recorrerían unos 5000 kilómetros, según el cálculo de ruta de ViaMichelin. Si se caminara una media de 20 kilómetros al día, se tardarían unos 250 días en llegar, sin contar las paradas y los contratiempos. Por lo tanto, el viaje costaría unos 500 ases, solo en concepto de comida.

A esto habría que sumar el coste del transporte, que podía variar según el medio utilizado. El más barato era ir a pie, pero también el más lento y el más cansado. El más caro era ir en carro, pero también el más rápido y el más cómodo. El más habitual era ir en burro o en camello, que ofrecían un equilibrio entre precio y velocidad. Según algunas fuentes, alquilar un burro podía costar unos 2 ases al día, y un camello unos 4 ases al día5. Por lo tanto, el transporte costaría entre 500 y 1000 ases, según el animal elegido.

El alojamiento también suponía un gasto importante, ya que había que buscar un lugar donde dormir y descansar cada noche. Lo más económico era acampar al aire libre, pero también lo más peligroso y lo más incómodo. Lo más seguro y lo más confortable era hospedarse en una posada, pero también lo más caro y lo más escaso. Lo más habitual era buscar la hospitalidad de algún familiar, amigo o correligionario, que ofreciera alojamiento gratuito o a cambio de algún favor o regalo. Según algunas fuentes, alojarse en una posada podía costar unos 4 ases por noche, incluyendo la comida y el establo. Por lo tanto, el alojamiento costaría unos 1000 ases, si se optara por esta opción.

Vale, voy a continuar con mi estimación del coste de un viaje como el que hizo el primer judío llegado a Toledo en el siglo I. Antes le había contado los gastos de comida, transporte y alojamiento, que sumaban entre 2000 y 2500 ases. Ahora le voy a contar otros gastos imprevistos, como los impuestos, los peajes, los sobornos, los robos, etc.

  • Los impuestos eran una carga que los viajeros debían pagar al cruzar las fronteras de los distintos territorios, reinos o provincias. Estos impuestos podían ser fijos o variables, según el peso o el valor de la mercancía que se transportaba. Según algunas fuentes, el impuesto medio era de un 2,5% del valor de la carga1. Por lo tanto, si el viajero llevaba mercancías por valor de 1000 ases, debía pagar 25 ases de impuesto cada vez que cruzaba una frontera. Suponiendo que el viajero cruzara unas 10 fronteras en su ruta, el impuesto total sería de unos 250 ases.
  • Los peajes eran otro tipo de pago que los viajeros debían hacer al pasar por ciertos puntos estratégicos, como puentes, puertas, pasos de montaña, etc. Estos peajes podían ser oficiales o ilegales, y su importe dependía del tipo y la cantidad de vehículos, animales o personas que pasaban. Según algunas fuentes, el peaje medio era de un as por persona y por animal, y de dos ases por carro. Por lo tanto, si el viajero iba solo, con un burro y un carro, debía pagar cuatro ases de peaje cada vez que pasaba por uno de estos puntos. Suponiendo que el viajero pasara por unos 50 puntos de peaje en su ruta, el peaje total sería de unos 200 ases.
  • Los sobornos eran otra forma de pago que los viajeros debían hacer para evitar problemas o conseguir favores de las autoridades o de los lugareños. Estos sobornos podían ser en dinero o en especie, y su importe dependía de la situación y de la habilidad negociadora del viajero. Según algunas fuentes, el soborno medio era de unos 10 ases por cada ocasión. Por lo tanto, si el viajero se veía obligado a sobornar unas 10 veces en su ruta, el soborno total sería de unos 100 ases.
  • Los robos eran un riesgo que los viajeros debían afrontar al atravesar zonas peligrosas o inhóspitas, donde podían ser asaltados por bandidos o piratas. Estos robos podían suponer la pérdida total o parcial de las pertenencias del viajero, incluyendo el dinero, las mercancías, los animales, el carro, etc. Según algunas fuentes, el robo medio suponía una pérdida de un 10% del valor de la carga. Por lo tanto, si el viajero llevaba mercancías por valor de 1000 ases, y era robado una vez en su ruta, el robo le costaría unos 100 ases.

Sumando todos estos gastos imprevistos, el viaje costaría unos 650 ases más, lo que elevaría el coste total a entre 2650 y 3150 ases. Esto equivaldría a unos 41 o 49 denarios, o a unos 10 o 12 meses de salario de un trabajador medio en Judea. Como puede ver, se trataba de un viaje muy caro, que solo podían permitirse los judíos más ricos o los comerciantes más exitosos. Espero que esta información le haya sido interesante. Si tiene alguna otra pregunta, no dude en hacerla. 😊

Origen

3 caminos de peregrinación desde Galilea a Jerusalén – En el siglo I – Primeros Cristianos

Sefarad- historia.nationalgeographic.com.es/a/sefarad_18873