No hay nadie en casa

Intro noticiario
Imperium Romanum TV News

Presentador: Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.

Con la repentina marcha de los sabios de Oriente, queda comprobar qué ha ido de José, María y el Niño, dado que, sin lugar a dudas, la visita de los sabios les ha puesto en el punto de mira ante Herodes, dado que la pregunta que queda en el aire, aunque hayamos sido de los extraños acontecimientos acaecidos en torno al Niño es lógica.

¿Quién es ese Niño para que gente precedente de tan lejos se haya detenido ante su puerta para adorarlo?

Hasta ahora quizá pudieran pasar más inadvertido. Belén no es más que una pequeña aldea en los alrededores de la gran ciudad de Jerusalén. Lo sucedido puede ser considerado hasta anecdótico e irrelevante, fruto de un montaje muy bien preparado.

Sin embargo, la gente de Jerusalén ha sido testigo del paso de los sabios de Oriente por la ciudad. Se ha debido extender la noticia de que casi han pasado de largo por delante del palacio de Herodes, cuando lo habitual es que todo el mundo le ofrezca pleitesía, como rey de los Judíos representante de Roma en Galilea.

Herodes no tiene menos que sentirse burlado, ninguneado por tres sabios llegado de Oriente y, sobre todo, por el hijo de un carpintero, en quien parecen cumplirse todas las profecías que hay sobre el Mesías.

Ave, reportero, ¿Dónde te encuentras esta mañana?

Conexión

Reportero: Ave. Estoy aquí, en Belén

Los pastores, que se han quedado impresionados por la marcha de los sabios de Oriente, deciden volver al portal de Belén, como hacen cada mañana para ver cómo estaba el Niño y sus padres. Quieren ofrecerles su ayuda y su compañía, y compartir con ellos la alegría de haber encontrado al Salvador.

Así que, antes de cuidar de sus ovejas, se dirigen hacia la gruta donde residen José, María y el Niño.

Pero cuando llegan, se llevan una gran sorpresa: la gruta está vacía, sin rastro de José, María y el niño. Como tampoco en el campo hay señales de los camellos, los sirvientes ni de los sabios de Oriente.

El portal vacío // Bing Image Creator

En la gruta parece como si se hubieran marchado en plena noche y con prisas.

Los pastores se quedan desconcertados y preocupados. ¿Qué habrá pasado? ¿Dónde están José, María y el Niño? ¿Habrán tenido algún problema? ¿Habrán sido atacados por alguien que pretende hacerles daño? ¿Acaso los pastores no han estado lo bastante diligentes en su compromiso de cuidar de ellos igual que protegen a sus ovejas?

¿O habrían recibido alguna orden divina de marcharse, como les ha sucedido a los sabios de Oriente? Aunque ya sabemos que esta familia está envuelta es un halo de misterio, que les protege.

Los pastores buscan por los alrededores, preguntan a los vecinos y a aquellos que han venido a Belén para cumplir con el censo, pero nadie sabe nada. Nadie ha visto ni oído nada.

Parece como si la huida de esta familia y los sabios de Oriente hubiera sido silenciosa y secreta, sin que nadie se enterara.

Los pastores se sienten tristes y confundidos. No entienden por qué Dios les había permitido ver al Niño, confiado su protección, si luego se lo iba a quitar tan pronto.

No tiene sentido todo lo que habían vivido. Como no saben saben si volverían a ver al Niño algún día.

Sin embargo, los pastores no parece que hayan perdido la fe ni la esperanza. Aún recuerdan las palabras de los ángeles y de los sabios de oriente, que les habían anunciado que el niño era el Mesías, el hijo de Dios, que había nacido para salvar al mundo.

Recuerdan el rostro del niño, que les había mirado con amor y ternura. Recuerdan la paz y la alegría que habían sentido al adorarlo.

Y los pastores se dijeron unos a otros: «No nos desanimemos, hermanos. Dios sabe lo que hace. Él tiene un plan para el niño y para nosotros. Él nos ha elegido para ser testigos de su Nacimiento. Él nos ha dado una gran bendición. No olvidemos lo que hemos visto y oído. Guardemos todo esto en nuestro corazón. Y sigamos confiando en su promesa. Algún día, el Niño volverá, y entonces veremos su gloria«.

Y los pastores se abrazan y se consolaron mutuamente.

Regresan a sus quehaceres con las ovejas, llevando en su alma el recuerdo del niño Jesús. Y siguen glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme a lo que se les había dicho.

Reportero: Ave. Les devolvemos la conexión con el estudio.

Devuelve la conexión

Imperium Romanum TV News

Presentador: Ave, reportero. Buen Trabajo

Herodes el Grande ofrece una recompensa a todo aquel que ayude a localizar el paradero de esta familia, a los que considera peligrosos y prófugos de la su control.

Da igual si se han empadronado en el censo del emperador Augusto César o si han cumplido con las costumbres judías de acudir al templo de Jerusalén tras el nacimiento del niño. Se les acusa de oscurantismo.

Se busca a «Jesús de Belén» y a sus padres, José de Belén y María de Nazareth.

cartel de SE BUSCA // Bing Image Creator

El más peligroso de toda la banda, sin duda alguna, el burro, de quien no se sabe su verdadero nombre, pero tiene la suficiente fuerza y resistencia como para llevar a esta familia tan lejos como sea necesario y por donde sea necesario para alejarles de la autoridad de Herodes..

Cartel de Se busca para el burro // Bing Image Creator.

No les ayuden, o Herodes amenaza con que sus cómplices sufrirán el mismo castigo.

Recuerden, a los amigos de Herodes se les reconoce porque se intercambian videos de gatitos como éste.

Si reciben la visita de algún ángel, es que son cómplices de este Mesías.

Despedida

Recuerden que el censo es una oportunidad para demostrar su lealtad al emperador y su gratitud por todo lo que ha hecho por nosotros. ¡Viva el emperador Augusto César! ¡Viva el Imperio romano!

Y a ustedes, queridos espectadores, esperamos que les haya gustado nuestra cobertura especial de este acontecimiento histórico.

Habrá una próxima conexión cuando Herodes el Grande nos lo autorice.

Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.

Origen

  • Conversación con Bing Chat