
Introducción
Presentador: Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.
Bienvenidos a nuestro programa «¿Me amas más que éstos?«, donde cada día les traemos una entrevista exclusiva con uno de los hombres y mujeres que acompañaron a Jesucristo durante su vida terrenal y que fueron testigos de su resurrección.
A través de sus relatos, podremos conocer más de cerca al Maestro, su mensaje, sus milagros, su pasión, su gloria. También podremos aprender de su ejemplo, su fe, su amor, su servicio, su misión.
Presentación del personaje
Hoy tenemos un invitado muy especial, alguien que vivió en primera persona uno de los acontecimientos más trascendentales de todos los tiempos: la vida, la muerte y la resurrección de Jesús de Nazaret, el hombre que cambió el mundo con su mensaje y sus milagros.
Él es Lázaro de Betania, el amigo íntimo de Jesús, el hombre que fue resucitado por él después de haber estado cuatro días en el sepulcro. Lázaro nos va a contar cómo conoció a Jesús, qué significó para él su amistad, cómo fue su experiencia de volver a la vida y qué piensa de la condena y la crucifixión de Jesús. También nos va a hablar de su fe en la resurrección de Jesús y de su esperanza en la vida eterna.
No se pierdan esta entrevista exclusiva, única e inolvidable, que les hará reflexionar sobre el sentido de la vida, el poder del amor y la promesa de la salvación. A continuación, “¿Me amas más que éstos?” presenta: “Lázaro de Betania, el amigo resucitado de Jesús”.
Entrevista
Reportero: Buenos días, Lázaro. Gracias por concedernos esta entrevista. Sabemos que eres uno de los amigos más cercanos de Jesús de Nazaret, el hombre que muchos llaman el Cristo. ¿Cómo lo conociste y qué te atrajo de él?
Lázaro: Buenos días. Conocí a Jesús hace unos años, cuando vino a Betania, el pueblo donde vivo con mis hermanas Marta y María. Se alojó en nuestra casa y compartió con nosotros su mensaje de amor, de paz y de esperanza.
Me atrajo su sabiduría, su bondad y su autoridad. Sentí que era alguien especial, que hablaba con la verdad y que tenía el poder de Dios.
Reportero: Precisamente, tú fuiste testigo de uno de los milagros más impresionantes que se le atribuyen a Jesús: tu propia resurrección. Cuéntanos, ¿cómo fue esa experiencia?
Lázaro: Fue algo increíble, que todavía no logro comprender del todo. Yo estaba enfermo y mis hermanas mandaron a llamar a Jesús, pero él tardó en llegar. Cuando lo hizo, yo ya había muerto y llevaba cuatro días en el sepulcro.
Entonces, Jesús ordenó que quitaran la piedra que cerraba la entrada y me llamó a gran voz: “¡Lázaro, sal fuera!” Y yo salí, envuelto en vendas, como un muerto que vuelve a la vida. Jesús me devolvió el aliento, me devolvió la luz, me devolvió la alegría.

Reportero: ¿Qué sentiste al ver a Jesús después de haber estado muerto?
Lázaro: Sentí una profunda gratitud, una inmensa emoción, una indescriptible admiración. Le abracé y le di las gracias, y él me dijo que creyera en él, que él era la resurrección y la vida, y que el que cree en él, aunque muera, vivirá. Ese día comprendí que Jesús era el Hijo de Dios, el Mesías prometido, el Salvador del mundo.
Reportero: Después de ese milagro, muchos creyeron en Jesús, pero también se despertó la ira de sus enemigos, que lo acusaron de blasfemo y de sedicioso. ¿Qué opinas de la condena y la crucifixión de Jesús?
Lázaro: Opino que fue una gran injusticia, una terrible crueldad, una horrible tragedia. Jesús no hizo nada malo, al contrario, hizo mucho bien. Curó a los enfermos, alimentó a los hambrientos, perdonó a los pecadores, enseñó a los ignorantes, consoló a los afligidos, amó a los despreciados. No merecía morir así, clavado en una cruz, entre burlas y sufrimientos. Fue un acto de odio, de miedo, de envidia, de violencia.
Reportero: Sin embargo, los seguidores de Jesús afirman que él resucitó al tercer día y que se les apareció varias veces antes de ascender al cielo. ¿Tú crees en la resurrección de Jesús?
Lázaro: Sí, creo en la resurrección de Jesús, porque yo mismo lo vi con mis propios ojos. Él vino a nuestra casa después de haber resucitado y comió con nosotros. Lo toqué, lo escuché, lo reconocí. Era el mismo Jesús, pero con un cuerpo glorioso, con una vida nueva, con una paz infinita. Me dijo que no tuviera miedo, que él había vencido a la muerte, que él estaría siempre conmigo, que él me prepararía un lugar en el cielo.
Reportero: ¿Qué mensaje le darías a las personas que escuchan esta entrevista y que quieren saber más sobre Jesús?
Lázaro: Les diría que lean los evangelios, que son los libros que cuentan la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Les diría que abran su corazón, que busquen su rostro, que escuchen su voz. Les diría que confíen en él, que le sigan, que le amen. Les diría que Jesús es el camino, la verdad y la vida, y que nadie va al Padre sino por él.
Reportero: Devolvemos la conexión.
Devuelve la conexión

Presentador: ¿Quién es este Jesús de Nazareth que resucita a los muertos? ¿Los amigos de Jesús vuelven a la vida?
Tenemos noticia de que otros eventos extraños han acontecido en torno a la vida de Jesús en estos últimos tres años, pero éste, sin duda es uno de los más relevantes
¿Ustedes amarían a alguien así? ¿Alguien capaz de devolverle la vida a los muertos puede ser un peligro para Roma, para las autoridades religiosas y políticas del pueblo Judío?
Lázaro de Betania
Tras la muerte de Cristo, los tres hermanos huyeron de Palestina, junto con la sirvienta Marcela, Maximino, Celidoni, José de Arimatea y otros discípulos de Cristo. Llegaron navegando en las costas de Provenza y desembarcaron en Marsella. Lázaro se convirtió en el primer obispo de Marsella, mientras Marta, con Marcela, fue a Tarascon, donde domaron una terrible bestia que consiguieron en esas tierras y María se hizo eremita (Maximino y Celidoni fueron obispos de Ais).
Las tumbas de María Magdalena (en la Santa Balma de Saint-Maximin y en la abadía de Vézelay), de Marta en Tarascon y de Lázaro (en Marsella y, después, en la Catedral de Autun), se convirtieron en lugares importantes de peregrinación durante toda la Edad Media. Además, en la abadía de la Trinidad de Vendôme, se mostraba una filacterias con una lágrima que Cristo había derramado en la tumba de Lázaro.
Esta tradición se mantuvo durante muchos siglos, el culto que se derivó fue suprimido oficialmente en el siglo xix, por falta de fundamento histórico. En su lugar, el día se consagró a Lázaro de Aix, un beato de la región
Origen
- Conversación con Copilot / Bing Chat
- Lázaro de Betania – Wikipedia, la enciclopedia libre
- Betania – El Santuario de Lázaro, Marta y María – Primeros Cristianos

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