
Introducción
Presentador: Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.
Bienvenidos a nuestro programa «¿Me amas más que éstos?«, donde cada día les traemos una entrevista exclusiva con uno de los hombres y mujeres que acompañaron a Jesucristo durante su vida terrenal y que fueron testigos de su resurrección.
A través de sus relatos, podremos conocer más de cerca al Maestro, su mensaje, sus milagros, su pasión, su gloria. También podremos aprender de su ejemplo, su fe, su amor, su servicio, su misión.Bienvenidos a nuestro programa «¿Me amas más que estos?«
Presentación del personaje
En esta entrega, nos encontramos con Santiago el Menor, también conocido como Jacobo, el hijo de Alfeo y primo de Jesús. Nos cuenta cómo conoció a Jesús desde la infancia, cómo lo siguió como apóstol, cómo vivió su pasión y resurrección, y cómo lideró la Iglesia de Jerusalén.
Jacobo el menor es primo de Jesús, ya que su madre María (esposa de Alfeo) era hermana de María la madre de Jesús.
Simón, a quien también llamó Pedro, y a Andrés su hermano, Santiago y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo y Tomás, Santiago hijo de Alfeo, Simón al que llamaban el Zelote, Judas hermano de Santiago y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor.
Lucas 6, 14-16
Jacobo, en griego “lákí‡bos”, y en hebreo “Ya’aqob”, su nombre significa “suplantador”. Posteriormente pasó al Latín (Lacobus) y derivó en nombres como Lago, Tiago y Santiago. También derivó al nombre eclesiastico “Sanctus Iacobus”, literalmente “San Jacobo”.
- Veneración: Iglesia católica, Iglesia anglicana, Iglesia copta, Iglesia ortodoxa
- Atributos: Mazo de batanero
- Patronazgo: Boticarios, tintoreros, drogueros…
- Festividad: 3 de mayo
- Padres: Cleofás o Alfeo y de María de Cleofás
- Nombre: Santiago el Menor; Jacobo de Alfeo; Santiago, hijo de Alfeo; Apóstol Santiago el Menor
También nos revela qué haría si el Sanedrín le ofreciera treinta monedas para que traicionara a Jesús, como hizo Judas Iscariote.
No te pierdas esta entrevista exclusiva con Santiago el Menor, uno de los doce apóstoles de Jesús.
Conexión
Reportero: Buenos días, Jacobo. Gracias por concederme esta entrevista. Sé que eres uno de los doce apóstoles de Jesucristo y que eres su primo. ¿Cómo fue que lo conociste y decidiste seguirlo?

Jacobo: Buenos días, reportero. Es un placer hablar contigo. Conocí a Jesús desde que éramos niños, pues nuestras madres eran hermanas. Siempre me impresionó su sabiduría y su bondad. Cuando él comenzó su ministerio público, me llamó junto con otros once hombres para que fuéramos sus discípulos. No lo dudé ni un momento, pues sentí que él era el Mesías prometido.
Reportero: ¿Qué recuerdas de tu experiencia como apóstol? ¿Qué te enseñó Jesús?
Jacobo: Recuerdo muchas cosas maravillosas. Vi cómo Jesús hacía milagros, sanaba a los enfermos, expulsaba a los demonios, multiplicaba los panes y los peces, caminaba sobre el agua, resucitaba a los muertos. Pero, sobre todo, recuerdo sus palabras, sus parábolas, sus mandamientos. Me enseñó a amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas. Y a amar al prójimo como a mí mismo. Me enseñó a ser humilde, a servir, a perdonar, a orar, a confiar, a esperar.
Reportero: ¿Qué harías si el Sanedrín te ofreciera treinta monedas para que traicionaras a Jesús, como hizo Judas Iscariote?
Jacobo: Jamás haría tal cosa. Prefiero morir antes que negar a mi Señor y Salvador. Él me ha dado todo lo que tengo y lo que soy. Él es mi vida, mi camino, mi verdad. No hay nada en este mundo que pueda comprar mi fidelidad a él. Las treinta monedas son el precio de la sangre inocente, y el que las acepta se condena a sí mismo.
Reportero: ¿Cómo viviste la pasión, muerte y resurrección de Jesús?
Jacobo: Fue el momento más duro y más glorioso de mi vida. Cuando Jesús fue arrestado en el huerto de Getsemaní, sentí un gran temor y tristeza. Cuando lo vi sufrir en el juicio, en la flagelación, en la coronación de espinas, en la cruz, sentí un gran dolor y angustia. Cuando lo vi morir, sentí un gran vacío y desolación. Pero cuando lo vi resucitar al tercer día, sentí una gran alegría y esperanza. Supe que él había vencido a la muerte y al pecado, y que nos había abierto las puertas del cielo.
Reportero: ¿Qué papel has desempeñado en la Iglesia después de la ascensión de Jesús?
Jacobo: He sido uno de los líderes de la Iglesia de Jerusalén, junto con Pedro y Juan. He predicado el evangelio a los judíos, y he defendido la libertad de los gentiles que se han convertido al cristianismo.
He participado en el Concilio de Jerusalén, donde se decidió que los gentiles no tenían que cumplir con la ley de Moisés, sino solo con lo esencial para la salvación. He escrito una carta a las doce tribus de la dispersión, donde les he exhortado a tener una fe viva, que se demuestre con las obras.
Reportero: Muchas gracias, Santiago el Menor, por tu testimonio. Que Dios te bendiga y te guarde.
Jacobo: Gracias a ti, reportero, por tu interés. Que Dios te ilumine y te guíe.
Reportero: Devolvemos la conexión
Devuelve la conexión

Presentador: Santiago, para distinguirlo del otro apóstol del mismo nombre, el hijo de Zebedeo, fue llamado el Menor; denominación que se supone que surgió, ya sea por haber sido llamado al apostolado más tarde que el primero, o por la bajeza de su estatura, o por su juventud.
También se le conoce con el título de Santiago el Justo, denominación que todos concuerdan, con Hegesipo y San Clemente de Alejandría, que se le dio a causa de su eminente santidad.
Era hijo de Alfeo y María, hermana de la Santísima Virgen y parece haber nacido algunos años antes que nuestro Señor.
Santiago y su hermano Judas fueron llamados al apostolado en el segundo año de la predicación de Cristo, poco después de la Pascua, en el año 31.
En cuanto a su santidad, Eusebio y San Jerónimo dan de Hegesipo el siguiente relato acerca de él: «Siempre fue virgen, y era nazareo, o consagrado a Dios. En consecuencia, de lo cual nunca se afeitó, nunca se cortó el cabello. Nunca bebía vino ni ningún otro licor fuerte; además, nunca usaba baño, ni aceite para ungir sus miembros, y nunca comía de ninguna criatura viviente sino cuando era por precepto, como el cordero pascual; otra ropa que una sola prenda de lino. Se postraba tanto en oración, que la piel de sus rodillas y frente se endurecía como las pezuñas de un camello«
Origen
- Conversación con Copilot// Bing Chat
- Santiago el Menor – Wikipedia, la enciclopedia libre
- La Vida De Los Apóstoles: Santiago El Menor – Origenes88
- Santiago el Menor | EWTN

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