San Judas Tadeo

Entrada del programa
Presentador del programa

Introducción

Presentador: Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.

Bienvenidos a nuestro programa «¿Me amas más que éstos?«, donde cada día les traemos una entrevista exclusiva con uno de los hombres y mujeres que acompañaron a Jesucristo durante su vida terrenal y que fueron testigos de su resurrección.

A través de sus relatos, podremos conocer más de cerca al Maestro, su mensaje, sus milagros, su pasión, su gloria. También podremos aprender de su ejemplo, su fe, su amor, su servicio, su misión.

Presentación del personaje

En el programa de hoy, tenemos el honor de conversar con Judas Tadeo, uno de los doce apóstoles de Jesús.

  • Religión: Judaísmo y cristianismo
  • Dedicación: Agricultor y misionero
  • Santo: Festividad 28 de octubre en la liturgia católica
  • Veneración: Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana, Iglesia luterana, Iglesia copta, Iglesia apostólica armenia
  • Sepultura: Basílica de San Pedro
  • Nombres: San Judas «Tadeo», «Judas de Santiago»
  • Patrón: De las causas difíciles,

El nombre «Judas» es una palabra hebrea (יהודה, Yehuda), que significa alabanzas sean dadas a Dios. «Tadeo», término proveniente del idioma arameo, significa el valientehombre de pecho robusto. También se lo llamó «Lebeo», que significa hombre de corazón tierno.

En el Evangelio de Mateo y el de Marcos se lo llama simplemente Tadeo, mientras que en el Evangelio de Lucas y en los Hechos de los Apóstoles se lo llama Judas de Santiago, aunque la identificación entre «Tadeo» y «Judas de Santiago» es discutida por los especialistas. A veces se lo identifica con Judas, el hermano de Jesús.

Posiblemente, debido a un error de transcripción, Tadeo es llamado, a veces, Labeo. Además, se le conoce como san Judas, también en este caso para distinguirlo de Iscariote.

Le dice Judas –no el Iscariote–: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?»

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.»

Evangelio según San Juan 14, 22-23

Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que dista poco de Jerusalén, el espacio de un camino sabático. Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago. Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

Hechos 1,12-14

Parentesco con Jesús

Judas, quien escribió la epístola católica, hermano de los hijos de José, y muy religioso, aunque conociendo la relación cercana del Señor, no dijo que él mismo era su hermano. ¿Pero qué dijo él? «Judas, siervo de Jesucristo», —de Él como Señor; pero «hermano de Santiago». Porque esto es cierto; era su hermano, (el hijo) de José.

Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los que han sido llamados, amados de Dios Padre y guardados para Jesucristo. A vosotros, misericordia, paz y amor abundantes.

Judas 1,1-2

Según los fragmentos sobrevivientes de la obra Exposición de los Dichos del Señor del padre apostólico Papías de Hierápolis, quien vivió c. 70-163 d. C., María, la esposa de Cleofás o Alfeo, sería la madre de «Judas, el hermano de Jesús» que Papías identifica con Tadeo:

María, esposa de Cleofás o Alfeo, que fue madre del obispo y apóstol Santiago, de Simón y Tadeo, y de un tal José … (Fragmento X)​

En todos los casos, parece existir la tendencia de acompañar el nombre de «Judas» con alguna especificación, quizá por la preocupación de los escritores de aquellos textos por diferenciarlo de Judas Iscariote,​ el apóstol a quien se atribuye haber traicionado a Jesús.

Nos cuenta cómo era su vida antes de seguir a Jesús, cómo era primo de Jesús y de Santiago el Menor. Cómo conoció a Jesús y cómo lo siguió como apóstol. Cómo vivió la pasión y la resurrección de Jesús y cómo predicó el evangelio por todo el mundo.

Nos cuenta qué haría si el Sanedrín le ofreciera treinta monedas para que traicionara a Jesús, como hizo Judas Iscariote.

No se pierdan esta entrevista fascinante con Judas Tadeo, uno de los doce apóstoles de Jesús.

Conexión

Reportero: Buenos días, Judas Tadeo. Gracias por concederme esta entrevista. Sé que eres uno de los doce apóstoles de Jesucristo y que eres primo de Jesús y de Santiago el Menor. ¿Cómo fue que lo conociste y decidiste seguirlo?

Judas Tadeo// Bing Image Creator

Judas Tadeo: Buenos días, reportero. Es un placer hablar contigo. Conocí a Jesús desde que éramos niños, pues nuestras madres eran hermanas. Siempre me admiró su sabiduría y su bondad. Cuando él comenzó su ministerio público, me llamó junto con otros once hombres para que fuéramos sus discípulos. No lo dudé ni un momento, pues sentí que él era el Mesías prometido.

Reportero: ¿Qué recuerdas de tu experiencia como apóstol? ¿Qué te enseñó Jesús?

Judas Tadeo: Recuerdo muchas cosas maravillosas. Recuerdo cómo Jesús nos enseñaba con parábolas, cómo nos explicaba las Escrituras, cómo nos mostraba el amor de Dios. Recuerdo cómo Jesús nos enviaba a predicar y a sanar, cómo nos daba autoridad sobre los espíritus malignos, cómo nos hacía partícipes de su misión. Recuerdo cómo Jesús nos trataba como amigos, cómo compartía con nosotros sus alegrías y sus tristezas, cómo nos corregía y nos perdonaba.

Reportero: ¿Qué harías si el Sanedrín te ofreciera treinta monedas para que traicionaras a Jesús, como hizo Judas Iscariote?

Judas Tadeo: Jamás haría tal cosa. Prefiero morir antes que negar a mi Señor y Salvador. Él me ha dado todo lo que tengo y lo que soy. Él es mi vida, mi camino, mi verdad. No hay nada en este mundo que pueda comprar mi fidelidad a él. Las treinta monedas son el precio de la sangre inocente, y el que las acepta se condena a sí mismo.

Reportero: ¿Cómo viviste la pasión, muerte y resurrección de Jesús?

Judas Tadeo: Fue el momento más duro y más glorioso de mi vida. Cuando Jesús fue arrestado en el huerto de Getsemaní, sentí un gran temor y tristeza. Cuando lo vi sufrir en el juicio, en la flagelación, en la coronación de espinas, en la cruz, sentí un gran dolor y angustia. Cuando lo vi morir, sentí un gran vacío y desolación. Pero cuando lo vi resucitar al tercer día, sentí una gran alegría y esperanza. Supe que él había vencido a la muerte y al pecado, y que nos había abierto las puertas del cielo.

Reportero: ¿Qué papel has desempeñado en la Iglesia después de la ascensión de Jesús?

Judas Tadeo: He sido uno de los testigos de la resurrección de Jesús, y he predicado el evangelio por todo el mundo. He viajado por Siria, Mesopotamia, Persia y otros lugares, anunciando la buena nueva de la salvación. He bautizado a muchos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. He hecho discípulos y he fundado comunidades cristianas. He sufrido persecuciones, cárceles, azotes, hambre, sed, frío, calor, naufragios, robos, traiciones, calumnias, y todo tipo de peligros. Pero nada me ha separado del amor de Cristo.

Reportero: Muchas gracias, Judas Tadeo, por tu testimonio. Que Dios te bendiga y te guarde.

Judas Tadeo: Gracias a ti, reportero, por tu interés. Que Dios te ilumine y te guíe.

Reportero: Devolvemos la conexión

Devuelve la conexión

Presentador del programa

Presentador: Actualmente, la tradición católica lo venera como el santo de las causas difíciles y desesperadas. Su festividad se celebra en la liturgia católica romana el 28 de octubre, aunque popularmente suele ser recordado el día 28 de cada mes, en la liturgia hispánica-mozárabe se celebra el 1 de julio; mientras que en las Iglesias orientales se celebra el 19 de junio.

Incluso en los Evangelios, los evangelistas se sentían avergonzados de mencionar el nombre de Judas. Su prejuicio es bastante evidente. En el pasaje en el que (el Evangelio de) San Juan habla de Tadeo, pasó rápidamente sobre el nombre, y se apresuró a añadir: «Judas, no el Iscariote…»

Aún más sorprendente es el hecho de que ni Mateo ni Marcos mencionan nunca el nombre completo de este apóstol, Judas Tadeo, sino que simplemente lo llamaron «Tadeo».

Uno puede asumir correctamente que los evangelistas querían restablecer el buen nombre de este apóstol entre sus compañeros y, sobre todo, entre la gente. Utilizando sólo su apellido, podrían eliminar cualquier estigma que su nombre podría haberle dado.​

Otto Hophan

Según la tradición católica, a Simón el Cananeo lo martirizaron aserrándolo por medio, y a Judas Tadeo le habrían aplastado la cabeza con una maza y se la habrían seccionado con un hacha o un shamsir. De allí que se lo represente con alguno de estos instrumentos de muerte en la mano. Hasta el siglo xiv se personificó también a Judas Tadeo con alabarda (ver imagen de San Judas Tadeo en la Basílica de San Juan de Letrán), o con espada.

Imagen de Judas Tadeo

Origen