Abogado defensor

Señores del Sanedrín:

Les habla un abogado defensor de Jesús de Nazaret, el hombre que ha sido traído ante ustedes con falsas acusaciones de blasfemia. Les pido que escuchen con atención y justicia los argumentos que voy a exponer en favor de mi defendido, y que no se dejen llevar por el odio, el miedo o la envidia que han sembrado sus enemigos.

En primer lugar, les recuerdo que este juicio es ilegal, porque se ha celebrado de noche, en plena fiesta de la Pascua, sin respetar las normas de la ley judía. Además, se ha violado el derecho de Jesús a tener una defensa digna, a presentar testigos a su favor y a ser juzgado por un jurado imparcial. Todo lo contrario, se han buscado testigos falsos que han dado testimonios contradictorios y sin fundamento. Ninguno de ellos ha podido probar que Jesús haya dicho o hecho algo contra la ley de Dios o de Moisés.

En segundo lugar, les pregunto: ¿qué mal ha hecho Jesús para merecer la muerte? ¿Acaso no ha predicado el amor a Dios y al prójimo, el perdón de los pecados, la misericordia y la paz? ¿Acaso no ha sanado a los enfermos, liberado a los endemoniados, alimentado a los hambrientos y resucitado a los muertos? ¿Acaso no ha cumplido las profecías de las Escrituras, que anunciaban la venida del Mesías, el ungido de Dios? ¿No es él el Cristo, el Hijo del Bendito, como él mismo ha confesado?

En tercer lugar, les ruego que no se dejen engañar por las palabras de Caifás, el sumo sacerdote, que ha rasgado sus vestiduras y ha declarado que Jesús ha blasfemado. ¿Dónde está la blasfemia, si Jesús ha dicho la verdad? ¿No es Dios el Padre de Jesús, como lo es de todos nosotros? ¿No es Jesús el Hijo de Dios, como lo somos todos nosotros? ¿No es Jesús el Hijo del hombre, que vendrá con gloria a juzgar a vivos y muertos? ¿No son estas las palabras de Daniel, el profeta, que ustedes conocen y respetan?

Por todo esto, les suplico que absuelvan a Jesús de Nazaret, que no le condenen a una muerte injusta y cruel. No se conviertan en cómplices de los romanos, que quieren acabar con él por temor a que sea el rey de los judíos. No se opongan al plan de Dios, que quiere salvar al mundo por medio de su Hijo amado. No se endurezcan el corazón, sino que se arrepientan y crean en el Evangelio.

Jesús es inocente, y ustedes lo saben.

Hagan justicia, y Dios se lo recompensará.

Gracias por su atención.

Origen

• Conversación con Copilot
• Jesucristo sí tuvo defensa en el juicio en el que fue condenado – Confilegal
• Catholic.net – En el juicio de Dios, Cristo es el abogado defensor y el demonio el acusador, señala Francisco