Liberalo!!

Presentador del programa Imperium Romanum TV News
Presentador del programa

Introducción

Presentador: Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.

Bienvenidos a nuestro programa «¿Me amas más que éstos?«, donde cada día les traemos una entrevista exclusiva con uno de los hombres y mujeres que acompañaron a Jesucristo durante su vida terrenal y que fueron testigos de su resurrección.

A través de sus relatos, podremos conocer más de cerca al Maestro, su mensaje, sus milagros, su pasión, su gloria. También podremos aprender de su ejemplo, su fe, su amor, su servicio, su misión.

Presentación del personaje

Hoy tenemos un invitado muy especial, que nos va a contar una historia que nos hará reflexionar sobre nuestra propia actitud ante Jesús. Se trata de Cleofás de Nazareth, uno de los pocos judíos que estuvo entre el público que pidió la liberación de Jesús, cuando fue juzgado por Pilato. Cleofás es un carpintero de Nazaret, que conoció a Jesús desde que era niño, y que lo siguió como discípulo hasta el final.

Cleofás nos va a relatar cómo fue ese día fatídico, en el que se enfrentó a la mayoría de su pueblo, que clamaba por la muerte de Jesús. Nos va a contar qué sintió al verlo sufrir y morir en la cruz, y cómo cambió su vida al verlo resucitado y glorificado. No se pierdan esta entrevista exclusiva, llena de valentía, fe y amor. Les aseguro que no les dejará indiferentes. Vamos a escuchar a Cleofás, el que gritó «Libérale».

En el día de la fiesta, el procurador tenía costumbre de conceder a la gente la libertad de uno de los presos, el que quisieran. Había por aquel entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás. Así que cuando ellos se reunieron, les dijo Pilato: —¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, el llamado Cristo? —pues sabía que le habían entregado por envidia. 

 Mateo (27; 11-25)

Conexión

Reportero: Buenas tardes, señor. ¿Podría decirnos su nombre y qué hacía usted el día que Jesús fue juzgado por Pilatos?

Cleofas de Nazareth // Copilot Designer

Cleofás: Mi nombre es Cleofás, y soy un carpintero de Nazaret. El día que Jesús fue juzgado por Pilatos, yo estaba en Jerusalén para celebrar la Pascua, y me acerqué a la plaza del pretorio, donde se reunía la gente para pedir la liberación de un preso, según la costumbre.

Reportero: ¿Qué opinión tiene usted de Jesús antes de ese día? ¿Lo había visto o escuchado alguna vez?

Cleofás: Yo tenía una buena opinión de Jesús. Lo conocía desde que era niño, porque era hijo de José, el carpintero, que era mi amigo y mi maestro. Lo había visto crecer y trabajar en el taller, y lo había escuchado predicar y hacer milagros. Me parecía un hombre justo, sabio y santo, y creía que era el Mesías que esperábamos.

Reportero: ¿Por qué gritó usted «Libérale» cuando Pilatos les preguntó qué hacer con Jesús?

Cleofás: Yo grité «Libérale» porque quería que Jesús fuera puesto en libertad, y no Barrabás, que era un bandido y un asesino. No entendía por qué los sumos sacerdotes y los ancianos habían acusado a Jesús de ser un traidor y un blasfemo, ni por qué la gente les seguía el juego.

Me parecía una injusticia, una crueldad, una locura. Jesús no había hecho nada malo, sino todo lo contrario. Había sanado a los enfermos, perdonado a los pecadores, enseñado a los ignorantes, consolado a los afligidos. Había traído el amor y la paz de Dios a nuestro pueblo.

Reportero: ¿Qué sintió usted cuando vio a Jesús cargando con la cruz, azotado, coronado de espinas y clavado en el madero?

Cleofás: Yo sentí una gran tristeza y una gran impotencia. No podía creer que eso le estuviera pasando a Jesús, que era el mejor de los hombres, el enviado de Dios. No podía soportar ver su sangre, su sufrimiento, su agonía. Quería ayudarlo, consolarlo, defenderlo, pero no podía hacer nada. Solo podía llorar, rezar y esperar un milagro.

Reportero: ¿Qué piensa usted ahora, después de que se haya dicho que Jesús ha resucitado y ha aparecido a sus discípulos?

Judío: Ahora pienso que Jesús es el Señor, el Salvador, el Hijo de Dios. Ahora entiendo que su muerte era parte de su misión, que tenía que morir para redimirnos de nuestros pecados, y que su resurrección es la prueba de su victoria sobre la muerte. Ahora tengo fe y esperanza, y sé que él está vivo y que me ama. Mi vida ha cambiado desde que lo vi resucitado, y desde que me dijo que fuera su testigo y su amigo. Ahora soy uno de sus discípulos, y sigo sus pasos con alegría y gratitud.

Reportero: Muchas gracias, Cleofás, por compartir su testimonio con nosotros. Ha sido una entrevista muy interesante y conmovedora. Que Dios le bendiga a usted y a su familia. Adiós.

Cleofás: Gracias a usted, reportero, por escucharme. Que Dios le bendiga también a usted y a todos los que escuchen esta entrevista. Adiós.

Reportero: Devolvemos la conexión

Devuelve la conexión

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