
Introducción
Presentador: Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.
Bienvenidos a nuestro programa «¿Me amas más que éstos?«, donde cada día les traemos una entrevista exclusiva con uno de los hombres y mujeres que acompañaron a Jesucristo durante su vida terrenal y que fueron testigos de su resurrección.
A través de sus relatos, podremos conocer más de cerca al Maestro, su mensaje, sus milagros, su pasión, su gloria. También podremos aprender de su ejemplo, su fe, su amor, su servicio, su misión.
Presentación del personaje
Hoy tenemos un invitado muy especial, que nos va a contar una historia que nos hará reflexionar sobre nuestra propia actitud ante Jesús. Se trata de Leví, uno de los judíos que estuvo entre el público que pidió la crucifixión de Jesús, cuando fue juzgado por Pilato. Leví nos va a relatar por qué gritó «Crucifícale«, qué opinión tenía de Jesús, qué sintió al verlo morir en la cruz, y qué piensa ahora, después de que se haya dicho que Jesús ha resucitado y ha aparecido a sus discípulos.

No se pierdan esta entrevista exclusiva, llena de sinceridad, controversia y desafío. Les aseguro que no les dejará indiferentes. Vamos a escuchar a Leví, el que gritó «Crucifícale».
En el día de la fiesta acostumbraba a conceder la libertad de uno de los presos, el que pidieran. Había uno que se llamaba Barrabás, apresado con otros sediciosos, que en una revuelta habían cometido un homicidio. Subió la gente y comenzó a pedirle lo que les solía conceder.
Pilato les respondió diciendo: —¿Queréis que os suelte al Rey de los Judíos? —pues sabía que los príncipes de los sacerdotes lo habían entregado por envidia.
Pero los príncipes de los sacerdotes incitaron a la gente, para que mejor les soltase a Barrabás.
Pilato de nuevo les preguntaba: —¿Y entonces qué queréis que haga con el Rey de los Judíos?
Ellos volvieron a gritar: —¡Crucifícalo!
Pilato les decía: —¿Y qué mal ha hecho?
Pero ellos gritaban más fuerte: —¡Crucifícalo! Pilato, queriendo contentar a la muchedumbre, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado.
Marcos (15; 1-15)
Conexión
Reportero: Buenas tardes, señor. ¿Podría decirnos su nombre y qué hacía usted el día que Jesús fue juzgado por Pilato?

Leví: Mi nombre es Leví, y soy un comerciante de Jerusalén. El día que Jesús fue juzgado por Pilato, yo estaba en la plaza del pretorio, donde se reunía la gente para pedir la liberación de un preso, según la costumbre de la Pascua.
Reportero: ¿Qué opinión tenía usted de Jesús antes de ese día? ¿Lo había visto o escuchado alguna vez?
Leví: Yo tenía una mala opinión de Jesús. Lo consideraba un falso profeta, un blasfemo, un seductor del pueblo. Lo había visto algunas veces, cuando entró en Jerusalén montado en un borrico, o cuando expulsó a los vendedores del templo, o cuando discutía con los sacerdotes y los escribas. También había oído algunos de sus discursos y sus parábolas, pero no me convencían. Me parecían contrarios a la ley de Moisés y a las tradiciones de nuestros padres.
Reportero: ¿Por qué gritó usted «Crucifícale» cuando Pilato les preguntó qué hacer con Jesús?
Leví: Yo grité «Crucifícale» porque así me lo indicaron los sumos sacerdotes y los ancianos, que habían acusado a Jesús de ser un rebelde contra Roma y un enemigo de Israel. Ellos nos dijeron que era necesario que Jesús muriera, para que no nos trajera más problemas. Además, yo prefería que liberaran a Barrabás, que era un ladrón y un asesino, pero al menos era un patriota, que había luchado contra los romanos.
Reportero: ¿Qué sintió usted cuando vio a Jesús cargando con la cruz, azotado, coronado de espinas y clavado en el madero?
Leví: Yo sentí una mezcla de satisfacción y de miedo. Por un lado, me alegré de que se hiciera justicia con ese impostor, que se atrevía a llamarse el Hijo de Dios. Por otro lado, me asusté al ver la sangre, el sufrimiento y la muerte de ese hombre, que no opuso resistencia ni maldijo a nadie. Me pregunté si no estaría equivocado, si no sería él realmente el Mesías que esperábamos. Pero luego me dije que no, que era imposible, que el Mesías tenía que ser un rey poderoso y glorioso, no un crucificado humillado y despreciado.
Reportero: ¿Qué piensa usted ahora, después de que se haya dicho que Jesús ha resucitado y ha aparecido a sus discípulos?
Leví: Ahora pienso que todo es una mentira, una invención de sus seguidores, que han robado el cuerpo y han difundido el rumor de la resurrección. No puedo creer que Jesús haya vencido a la muerte, que sea el Señor de la vida. Eso sería demasiado para mí, me haría sentir culpable, arrepentido, perdido. Prefiero seguir pensando que Jesús era un farsante, un malhechor, un crucificado. Así me siento más tranquilo, más seguro, más fiel a mi pueblo y a mi religión.
Reportero: Muchas gracias, Leví, por compartir su testimonio con nosotros. Ha sido una entrevista muy reveladora y desafiante. Que Dios le ilumine y le guíe. Adiós.
Leví: Gracias a usted, reportero, por escucharme. Que Dios le proteja y le bendiga. Adiós.
Reportero: Devolvemos la conexión
Devuelve la conexión

Presentador:
Es duro leer, en los Santos Evangelios, la pregunta de Pilato: “¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, que se llama Cristo?”
—Es más penoso oír la respuesta: “¡A Barrabás!”
—Y más terrible todavía darme cuenta de que ¡muchas veces!, al apartarme del camino, he dicho también “¡a Barrabás!”, y he añadido “¿a Cristo?… —¡Crucifige eum! —¡Crucifícalo!”
Josemaría Escrivá, Camino, n. 296
Origen
- Conversación con Copilot// Bing Chat
- Juicio de Pilato – Wikipedia, la enciclopedia libre

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