Dueño de la Aceldama

Presentador del programa Imperium Romanum TV News
Presentador del programa

Introducción

Presentador: Ave, amigos de Imperium Romanum TV News.

Bienvenidos a nuestro programa «¿Me amas más que éstos?«, donde cada día les traemos una entrevista exclusiva con uno de los hombres y mujeres que acompañaron a Jesucristo durante su vida terrenal y que fueron testigos de su resurrección.

A través de sus relatos, podremos conocer más de cerca al Maestro, su mensaje, sus milagros, su pasión, su gloria. También podremos aprender de su ejemplo, su fe, su amor, su servicio, su misión.

Presentación del personaje

Hoy les vamos a hablar de uno de los campos más famosos y malditos de la antigüedad: el campo de la Aceldama, el campo de sangre, el campo del Alfarero

Y después de deliberar, compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de sepultura para los forasteros.

(Mt, 27, 7)

¿Qué saben ustedes de este campo? ¿Saben quién lo vendió y por qué? ¿Saben qué pasó con las treinta monedas de plata que pagaron por él? ¿Saben quién fue enterrado allí y qué consecuencias tuvo?

Campo de la Aceldama en la actualidad

Pues hoy van a descubrirlo todo, porque tenemos una entrevista exclusiva con el propietario del campo, un hombre que nos revelará los secretos de esta venta tan polémica y misteriosa. No se pierdan esta entrevista única e irrepetible, solo aquí, en Misterios de la Historia.

“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente.

Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.

Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor”

(Mt 27, 3-10)

Conexión

Reportero: Buenas tardes, señor. Soy un reportero de Imperium Romanum TV News y me gustaría hacerle unas preguntas sobre el campo que vendió a los sumos sacerdotes. ¿Puedo grabar la conversación?

Eliab: Bueno, supongo que sí. Pero no sé qué interés puede tener eso. Fue hace mucho tiempo y no quiero problemas.

Reportero: Entiendo, señor. Pero es un tema que ha despertado la curiosidad de muchos lectores. ¿Cómo se llama usted y cómo adquirió el campo?

Eliab: Me llamo Eliab y el campo era de mi familia desde hace generaciones. Era un campo de alfarería, donde se hacían vasijas y otros objetos de barro. Pero la verdad es que no era muy rentable y estaba bastante descuidado.

Reportero: ¿Y por qué decidió venderlo a los sumos sacerdotes?

Eliab: Pues porque me ofrecieron un buen precio. Treinta monedas de plata, nada menos. No sabía para qué lo querían, ni me importaba. Solo quería deshacerme de él y tener algo de dinero.

Reportero: ¿No le pareció extraño que los sumos sacerdotes quisieran comprar un campo tan alejado y en mal estado?

Eliab: Bueno, un poco sí. Pero pensé que tal vez querían ampliar sus propiedades o hacer alguna obra de caridad. No me metí en sus asuntos. Ellos me pagaron y yo les entregué el campo. Así de simple.

Reportero: ¿Y no se arrepintió después de saber que el campo se usó para enterrar a Judas, el traidor de Jesús, y a otros extranjeros?

Eliab: La verdad es que no. Yo no tenía nada que ver con Judas ni con Jesús. Eran asuntos de los judíos y los romanos. Yo solo era un comerciante que quería vivir tranquilo. Además, el campo ya no era mío. Era de los sumos sacerdotes y ellos podían hacer lo que quisieran con él.

Reportero: ¿Y qué opina de que el campo se haya llamado Aceldama, que significa campo de sangre, por la sangre derramada de Jesús y de Judas?

Eliab: Me parece un nombre horrible y una mala fama para el campo. Pero no puedo hacer nada al respecto. El campo ya no me pertenece y yo no tengo nada que ver con esa historia. Solo espero que la gente me deje en paz y no me moleste más por este asunto.

Reportero: Bueno, señor, le agradezco su tiempo y su sinceridad. Ha sido una entrevista muy reveladora. ¿Hay algo más que quiera añadir?

Eliab: No, nada más. Solo que espero que este sea el último reportaje que se haga sobre el campo de la Aceldama. Ya estoy harto de que me pregunten por él. Quiero olvidarme de ese campo y de todo lo que pasó allí.

Reportero: De acuerdo, señor. Muchas gracias y que tenga un buen día.

Eliab: Igualmente, adiós.

Reportero: Devolvemos la conexión

Devuelve la conexión

Presentador: El campo de sangre, Acéldama, estaba muy cerca del valle de Hinom, llamado Gehena en hebreo.

Esta proximidad geográfica tenía un significado simbólico en la época del Nuevo Testamento, ya que el valle de Hinom era un inmenso lugar conocido como un lugar de castigo y destrucción. De hecho, Jesús menciona este lugar en el Evangelio de Mateo, donde advierte que “el gusano no muere y el fuego no se apaga”. Esta frase se refiere a la imagen de un fuego inextinguible que consume constantemente cualquier cosa arrojada en el valle de Hinom.

Después de la época del Nuevo Testamento, Acéldama pasó a tener una historia interesante. Durante siglos, se convirtió en un lugar sagrado para los cristianos, que lo consideraban un recordatorio del sacrificio de Jesús y una advertencia sobre las consecuencias de la traición. Sin embargo, en el año 1200, el área fue comprada por los franciscanos, quienes construyeron un monasterio y un cementerio en el sitio. Desde entonces, Acéldama ha sido un lugar de peregrinación para los cristianos y un lugar de reposo para los cuerpos de los fallecidos.

La arqueología confirma la ubicación de Aceldama

La historia de Acéldama y su asociación con Judas Iscariote ha sido objeto de especulación y debate a lo largo de los siglos. Sin embargo, los hallazgos arqueológicos realizados en la zona confirman su ubicación en un área al sur de Jerusalén. Durante las excavaciones realizadas en la década de 1990, se encontraron restos de un antiguo panteón, que se creía era el lugar de entierro de los no judíos y los traidores. Estos descubrimientos respaldan la idea de que Acéldama se encontraba en el área mencionada en los textos bíblicos.

Durante las excavaciones, los arqueólogos descubrieron un antiguo panteón que se cree que era el lugar de entierro de los no judíos y los traidores. Los restos encontrados incluían tumbas y huesos humanos, lo que sugiere que Acéldama realmente existió y tenía una conexión con la traición de Judas Iscariote.

Origen