Cosas de mujeres

COSAS DE MUJERES
Volvía a cantar el gallo en la mañana,
su canto anunciaba que el día empezaba
y aún los hombres estaban en la cama.

Pero en una noche así no se podía dormir,
Hay que velar, esperar a que llegue el alba,
que el gallo se vuelva a subir a la tapia,
porque la noche se ha hecho para esperar.

Y con el alba las mujeres salen al camino,
corriendo llevan frascos de aroma consigo,
llevan aromas a aquel que un día murió,
aquel que murió cuando el gallo no cantó.

Se preguntan inquietas por la piedra,
aquella que en la tarde el Sepulcro cerró,
porque siendo mujeres se sienten sin fuerzas,
pero esperan embalsamar al Hijo de Dios.

¡Cosas de mujeres¡, algún hombre sentencia,
¡sólo a ellas se les ocurre salir tan temprano,
ir a cuidar de aquel que el viernes murió,
a un muerto que tras aquella roca se quedó!

Pero la noche se ha hecho para esperar,
para ser mujer que espera con impaciencia,
que entiende de cariño y no de indiferencia,
para no dormir sabiendo adónde a de ir.

Y al llegar encuentran la roca movida,
que la cueva del Sepulcro está vacía,
que algún ladrón les robó la impaciencia,
porque el cadáver que buscaban allí no está.

Manuel Pellicer Sotomayor. Poema de abril 2000

Análisis y comentario

El poema “Cosas de mujeres” de Manuel Pellicer Sotomayor nos sumerge en una escena matutina, donde el canto del gallo anuncia el inicio del día. Sin embargo, la noche también tiene su propósito: es un tiempo de espera y vigilancia.

Las mujeres, en esta narrativa, despiertan temprano y se dirigen al camino con frascos de aroma. Su objetivo es embalsamar al Hijo de Dios, aquel que murió cuando el gallo no cantó. La piedra que cerró el sepulcro es motivo de inquietud para ellas, pero su impaciencia las impulsa a seguir adelante.

El poema resalta la fuerza y la dedicación de estas mujeres, quienes desafían las expectativas y se ocupan de cuidar al difunto. A pesar de la indiferencia de algunos hombres, ellas persisten en su tarea, esperando con cariño y determinación.

La sorpresa final llega cuando encuentran la roca movida y el sepulcro vacío. Alguien ha robado su impaciencia, pero su búsqueda no ha sido en vano. El cadáver que buscaban no está allí, y la historia continúa.

En resumen, “Cosas de mujeres” celebra la valentía y la perseverancia de estas mujeres, quienes enfrentan la oscuridad de la noche con un propósito sagrado y una fe inquebrantable. Es un poema que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la espera y la esperanza en nuestras vidas.

Origen

  • Poema original de Manuel Pellicer Sotomayor
  • Conversación con Copilot
  • Música creada con Inteligencia artificial, Suno
  • ¡Mujer tenías que ser!– Tras el último verso