Toledo, su mejor Belén

TOLEDO, EL MEJOR BELÉN

Autor: José María Gómez Gómez.
(Trascripción)

La noche de Nochebuena, un sueño extraño soñé;
el Niño, recién nacido, no tenía su belén.
Estando así, pesaroso, pues no sabía qué hacer,
antes de la medianoche un ángel me vino a ver.

¿Por qué estás triste? —me dijo— Alza los ojos y ve.
Y me mostraba Toledo y su bello anochecer,
todo de luces adornado, como si fuera el Edén.

El ángel me tomó en brazos y me llevaba con él.
Desde el cielo vi Toledo, como un grandioso belén.

Contempla —me dijo— el río. La luna se mira en él.
¡Mira molinos y aceñas que han dejado de moler!
¡Mira la ciudad entera iluminada a placer!
¡Mira las calles y plazas lucir y resplandecer!
¡Mira tiendas y talleres y su artesano quehacer!
¡Mira que arco y que estrellas titilando por doquier!
El puente de San Martín con su flamante dosel
de luces y colgaduras para pasear por él.
Y, allí, San Juan de los Reyes, cual templo de Nazareth.

Contempla el puente de Alcántara, esplendoroso joyel,
con su lujosa corona, regia entrada del Edén,
túnel de luces y estrellas, que es cosa digna de ver.
A su lado San Servando, que majestuoso se ve,
como palacio de Herodes, como un recamado arnés.

¿Ves el Alcázar? Simula el Pretorio que ha de ser
el tribunal del Niño Dios que esta noche ha de nacer.
Y hemos llegado a la airosa plaza de Zocodover.
El árbol de Navidad, ¡qué luminoso se ve!
Es el árbol de la vida, también la cruz de la fe,
el árbol del Paraíso; el árbol del mal y el bien,
que Adán osó destruir y Cristo viene a rehacer.

Ve la puerta de Bisagra, por donde entran en tropel
pastorcillos y zagalas con orzas de leche y miel,
que al Niño recién nacido con amor van a ofrecer.
Los Reyes Magos de Oriente, siguiendo la estrella fiel,
por esta puerta entrarán, seguidos de un gran tropel
de pajes y caballeros, obsequios le traen también,
de incienso, de mirra, de oro, al Dios, al Hombre y al Rey.

En la Catedral Primada está el portal de Belén,
en el retablo mayor, bajo gótico dosel,
el Niño sobre un pesebre, entre la mula y el buey.
¡Con qué emoción tan intensa lo adoran María y José!
Como ves – terminó el ángel – no tienes por qué temer,
Para el Niño Dios, que humilde esta noche va a nacer,
es, de piedra, luz y cielo, Toledo, el mejor belén.
«Toledo, el mejor belén»,
«Romance compuesto y recitado por José María Gómez Gómez»

Reflexión

La Navidad es una época del año en la que se revive el nacimiento de Jesús en Belén, el pueblo donde se cumplió la profecía mesiánica. Los belenes son representaciones artísticas de este acontecimiento, que se montan en iglesias, casas, plazas y otros lugares públicos. En España, los belenes son una tradición muy arraigada, que se remonta al siglo XV, cuando San Francisco de Asís los introdujo como una forma de evangelización.

Toledo, la ciudad imperial, es un escenario privilegiado para albergar belenes, pues su patrimonio histórico, artístico y cultural es incomparable. La ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conserva monumentos de las tres culturas que convivieron en ella: la cristiana, la judía y la musulmana. Además, Toledo tiene una luz especial, que se refleja en el río Tajo y en sus murallas, y que ha inspirado a artistas de todos los tiempos.

Uno de ellos fue el poeta toledano José María Gómez y Gómez, que escribió el poema “Toledo, el mejor belén”, que se ha convertido en un himno navideño de la ciudad. El poeta, que fue cronista oficial de Toledo y director del Museo del Greco, quiso plasmar en sus versos la magia y el encanto de Toledo en la noche de Nochebuena, cuando se ilumina con miles de luces y se llena de vida.

El poema narra el sueño de un pastor, que ve al Niño Jesús sin belén, y que es llevado por un ángel a contemplar Toledo desde el cielo. El ángel le muestra los principales monumentos y rincones de la ciudad, que se convierten en un grandioso belén, donde cada elemento tiene un significado simbólico.

Así, el puente de San Martín y el de Alcántara son las entradas al Edén, el Alcázar es el Pretorio, la plaza de Zocodover es el árbol de la vida y de la cruz, la puerta de Bisagra es el camino de los pastores y los Reyes Magos, y la Catedral es el portal de Belén.

El poeta utiliza un lenguaje sencillo y emotivo, con abundantes exclamaciones e imperativos, que invitan al lector a admirar la belleza de Toledo y a participar de la alegría del nacimiento de Jesús.

El poema “Toledo, el mejor belén” es un homenaje a la ciudad y a la Navidad, que expresa el amor del poeta por su tierra y por su fe. Es un poema que se recita y se canta cada año en Toledo, y que forma parte de su identidad y de su cultura. Es un poema que nos invita a descubrir Toledo, el mejor belén, y a celebrar el misterio de la encarnación de Dios.

Origen