serie: Judea justo antes
Introducción

Presentador: (con tono solemne y pausado): Salve, amigos de Imperium Romanum TV News. En el año 747 ab urbe condita. (7 a. C.)
¡Salve, ciudadanos de Roma! Hoy en nuestro programa, traemos fascinantes noticias desde Judea, tierra de antiguas tradiciones y costumbres que despiertan el interés de nuestro vasto imperio.
Les contamos acerca de una práctica que, aunque diferente a las costumbres romanas, revela la importancia que estos pueblos atribuyen al orden y la cortesía durante el banquete. En las casas de Judea, una vez que la mesa es preparada con esmero, el siervo se retira discretamente y espera pacientemente, fuera de la vista del amo, hasta que este haya terminado de comer. Este respeto absoluto hacia el amo se convierte en una demostración de obediencia y disciplina digna de observar.
Pero aquí viene el gesto distintivo de esta costumbre: al terminar de comer, el amo se levanta y utiliza un lienzo para limpiarse los dedos, la boca y la barba. Luego, forma una bola con el lienzo y lo deja sobre la mesa, indicando así que su comida ha concluido con un mensaje claro: ‘He terminado’. ¡Una muestra de precisión y significado en los gestos!
Conexión con Jerusalén
Reportero (con entusiasmo moderado): «Salve, ciudadanos de Roma. Nos encontramos hoy en Judea, tierra de costumbres intrigantes, para relatarles una curiosa historia que arroja luz sobre las normas de etiqueta durante el banquete en estas tierras. Estamos acompañados por un siervo judío, quien vivió un episodio insólito debido al significado de un lienzo doblado.

Reportero: ¡Ave, buen hombre! Muchas gracias por recibirnos. Cuéntenos, ¿qué ocurrió exactamente?»
Siervo (hablando con humildad): «Saludos, honorable señor. Sí, tal como dicen. Mi amo dejó el lienzo junto al plato, pero no hecho bola, sino doblado cuidadosamente. Para nosotros, eso significa que el amo no ha terminado y que tiene intención de regresar. Así que, según la costumbre, esperé… y seguí esperando… todo el día, hasta que mi amo volvió.
Reportero (asombrado): ¡Todo un día! Eso demuestra una paciencia y obediencia verdaderamente impresionantes. ¿No pensó en ningún momento que quizá podría haber sido un error?
Siervo (sereno): No, señor. Para nosotros, el mensaje del lienzo es claro. Mi deber no es interpretar si fue intencionado o no, sino simplemente cumplir con mi responsabilidad hasta que el amo decida.
Reportero (con admiración): Sin duda, una muestra notable de disciplina y lealtad. ¿Qué le dijo su amo cuando finalmente regresó?
Siervo (con una leve sonrisa): Ah, mi amo simplemente tomó asiento, retomó la comida como si nada, y luego hizo bola el lienzo cuando terminó de verdad. No hubo palabra alguna sobre el tiempo que esperé. Es lo normal, después de todo.
Reportero (con tono reflexivo): Una fascinante mirada a las costumbres de esta región. Gracias por compartir su historia, noble siervo. Desde Judea, seguimos descubriendo los matices de las tradiciones que enriquecen a nuestro Imperio. Desde aquí, les dejamos con estas historias que iluminan nuestra vasta diversidad cultural.
La escena se cierra con la imagen del siervo regresando a su puesto, mientras el reportero mira hacia la cámara con expresión solemne.
Reportero: Esto fue Imperium Romanum TV News, llevando las historias del mundo a los hogares de Roma. ¡Ave, Roma!
Devuelve la conexión.

Presentador: Salve, reportero. Felicidades por la entrevista.
Protocolo romano
En la época de Augusto, el protocolo en los banquetes romanos reflejaba la jerarquía social y el orden que caracterizaban a la sociedad romana. Los banquetes eran eventos importantes, no solo para disfrutar de la comida, sino también para mostrar estatus y establecer relaciones políticas y sociales.
Los sirvientes desempeñaban un papel crucial en estos eventos. Durante el banquete, permanecían atentos pero discretos, asegurándose de que los comensales tuvieran todo lo necesario sin interrumpir la conversación o la atmósfera. La recogida de la mesa seguía un protocolo específico:
- Señal del anfitrión: La recogida de la mesa no comenzaba hasta que el anfitrión daba una señal clara de que la comida había terminado. Esto podía ser un gesto o una palabra, indicando que los sirvientes podían proceder.
- Orden y discreción: Los sirvientes retiraban los platos y utensilios con cuidado, evitando hacer ruido o llamar la atención. La elegancia y la eficiencia eran esenciales, ya que cualquier torpeza podía ser vista como una falta de respeto.
- Clasificación de los restos: Los restos de comida se separaban cuidadosamente. En muchos casos, los alimentos sobrantes se destinaban a los esclavos o a los pobres, mientras que los utensilios y vajilla se limpiaban y guardaban para futuros banquetes.
- Limpieza del triclinium: Una vez retirada la comida, los sirvientes limpiaban el área donde los comensales se habían reclinado. Esto incluía barrer migas y asegurarse de que el espacio quedara impecable.
Este protocolo no solo aseguraba la eficiencia, sino que también reflejaba la importancia del orden y la disciplina en la cultura romana. Los banquetes eran una extensión de la vida pública y política, y cada detalle, incluida la recogida de la mesa, contribuía a proyectar la imagen de refinamiento y control que los romanos valoraban tanto.
Despedida
Desde Roma, admiramos la riqueza de las tradiciones de los pueblos que forman parte de nuestro glorioso imperio. Estas costumbres, aunque distintas a las nuestras, nos recuerdan el valor de la estructura y las normas en toda sociedad civilizada. Seguiremos explorando estas tierras y aprendiendo de su sabiduría.
(Con voz enérgica y concluyente)
Esto ha sido Noticias del imperio. Desde el corazón de Roma, informando para todos los ciudadanos. Que los dioses les sean propicios. ¡Ave, Roma!
Hasta una próxima conexión.
Valete, amigos de Imperium Romanum TV News.
La pantalla se desvanece con la imagen de la majestuosa Roma mientras el público escucha el eco de una fanfarria solemne.
Origen
- Conversación con ChatGPT

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