Un fariseo en la sinagoga

🎙️ Noticiario imperial: año 747 ab urbe condita (7 a.C.).

serie: Corinto

Presentador: Salve, ciudadanos del Imperio. Les habla Lucius Valerius, presentador de la edición matutina de ACTA DIURNA, informando sobre los acontecimientos en la imponente ciudad de Corinto, esa joya de Acaya donde convergen comerciantes, filósofos, esclavos liberados, soldados veteranos y fieles de todos los dioses conocidos… y de uno solo.

Lucius Valerius, Presentador del programa

Hoy informamos sobre el revuelo que ha causado entre la comunidad judía de Corinto la reciente visita de un personaje peculiar: un fariseo venido de Tarso de Cilicia, portador de ciudadanía romana —rara entre los suyos— y ya conocido entre sus correligionarios como “el padre de Saulo”.

🕍 Reacciones en la sinagoga

La sinagoga de Corinto, situada en un barrio algo apartado de los caminos de Afrodita, ha sido lugar de murmullos e intensos intercambios desde la llegada del visitante. Se trata de un hombre joven, sobrio, severo y celoso de la Ley de Moisés, que ha causado impresión… pero no sin divisiones.

Muchos de los judíos locales, acostumbrados a una convivencia práctica con los griegos del lugar, han sentido cierta incomodidad ante su desprecio abierto por la presencia de gentiles en el atrio. «El padre de Saulo» ha cuestionado, con firmeza pero sin gritar, la práctica reciente de permitir que ciertos “temerosos de Dios” —gentiles que simpatizan con el judaísmo— escuchen las lecturas de la Torá desde la galería externa.

“¿Cómo puede mantenerse la pureza del pueblo si el mundo entra por las puertas del Santo?”, – habría dicho en una conversación privada, filtrada por oídos atentos.

💃🏼 La cuestión de las mujeres del templo de Afrodita

Pero si su reacción ante los gentiles fue áspera, su actitud ante las mujeres consagradas al culto de Afrodita ha provocado una verdadera sacudida. Algunas de ellas —movidas por curiosidad o quizá por búsqueda espiritual sincera— han intentado acercarse a la sinagoga, sentarse discretamente en las zonas más externas o incluso hablar con algunos hebreos sobre el “Dios invisible”.

«El padre de Saulo», al ser informado de ello, se negó tajantemente a permanecer en el recinto mientras esas mujeres estuvieran cerca, y más aún, criticó la tibieza de los líderes locales por no mantener la separación estricta que la Ley exige entre lo puro y lo profano.

«Afrodita es confusión disfrazada de belleza. ¿Y vais a permitir que su perfume entre en el santuario del Santo?” —palabras que habrían resonado en el patio posterior, donde los ancianos deliberan.

🗣️ Opinión de la comunidad

Hay división.

  • Los fariseos locales más estrictos lo han apoyado. Uno de ellos, que pidió no ser nombrado, dijo:
    “Hace falta un hombre así. Esta ciudad nos reblandece. Nos heleniza. Él nos recuerda quiénes somos.”
  • Otros, más abiertos, han expresado su preocupación.
    “Si cerramos las puertas a todos los que buscan, ¿cómo seremos luz? No podemos vivir como si estuviéramos aún en Jerusalén.”
  • Y entre los comerciantes judíos, que viven del trato con gentiles, la visita ha sido vista con cierto recelo:
    “Trae celo, sí, pero también conflicto. Y nosotros aquí tenemos que vivir, no solo predicar.”

📜 Conclusión

Conexión con Corinto

[SONIDO DE FONDO: graznidos de gaviotas, voces en griego y latín, y el murmullo de mercaderes en el Ágora de Corinto. La cámara del imaginario noticiario se enfoca en una pequeña delegación de judíos hispanos, ataviados con túnicas discretas pero de buena factura, que se han reunido con nuestro reportero.]

Reportero: Salve, ciudadanos del Imperio. Soy Gaius Valerius, reportero en campo para ACTA DIURNA. En el día de hoy, me encuentro con una delegación proveniente de Toletum, ciudad del interior hispano, donde Roma extiende su poder y también su influencia cultural.

Reportero Gaius Valerius

Estos hombres, alguno de ellos miembro de la comunidad judía toletana, están de paso en Corinto por razones informándose para romanizar su ciudad. Les ha tocado, sin esperarlo, presenciar el paso por esta ciudad de un personaje ya comentado en foros y sinagogas: el llamado “Padre de Saulo”, fariseo de Tarso, de la tribu de Benjamín y ciudadano romano.

Nos acompaña ahora Yosef ben Eliezer, portavoz del grupo.

Judio de Toletum

Reportero: Maestro Yosef, ¿qué impresión os ha causado este hombre, tan comentado en los últimos días?

YOSEF BEN ELIEZER (de rostro curtido por el sol hispano, barba ordenada y voz reflexiva): Nos ha sorprendido, ciertamente. No tanto por juventud o su apariencia, que es sobria, ni por sus palabras, que son pocas, sino por el peso que lleva en su andar. El padre de Saulo no predica en voz alta, pero cuando entra en una sala, la conversación cambia. Es… como si su sola presencia juzgara.

Reportero: Y sin embargo, es un hombre de negocios, ¿no? ¿No os choca esa mezcla entre comercio y piedad?

YOSEF: Al contrario. Nos ha impresionado su rectitud en los tratos. En el puerto, negoció sin mentir, sin jurar por los dioses, sin rebajar su fe. Y aun así, obtuvo buen precio.

Muchos en Toletum creen que uno debe ceder para prosperar bajo Roma. Este hombre demuestra lo contrario: que se puede ser fiel al Eterno… y hábil con los denarios.

Reportero: Pero también se ha dicho que es severo, incluso rígido, especialmente con los gentiles y con aquellos judíos que viven más abiertos al mundo griego…

YOSEF (mirando a sus compañeros antes de responder): Es cierto. Lo hemos visto fruncir el ceño al oír griego en la sinagoga. Y evitó sentarse cerca de un joven converso de origen frigio.

Nosotros, en Hispania, hemos aprendido a convivir. A veces, abrir una puerta no es traición, sino sabiduría. Pero él… parece mirar al mundo con un muro en el alma-

Aun así, respetamos su postura. Hay algo puro en su fidelidad. Algo… inquebrantable.

Reportero: ¿Y qué piensan del apodo que le dan algunos aquí: “el padre de Saulo”? ¿Han oído algo más sobre ese tal Saulo?

YOSEF (sonríe brevemente): Solo lo que murmura el viento entre los pergaminos. Que será sabio. Que será fuerte. Que discutirá con sabios y escribas. Algunos ancianos creen que ese niño — que aún no ha nacido— tendrá un destino grande, o terrible. O ambos.

Reportero: ¿Y regresaréis a Toletum con esta historia?

YOSEF: Sin duda. Llevaremos a nuestras casas el relato de un hombre que no se dobla ante el Imperio, ni ante el oro, ni ante la confusión del mundo. Quizás nuestros hijos, al oír su historia, también enderecen su camino.

Reportero (cerrando el pergamino): Así lo han dicho. Desde Toletum hasta Corinto, desde la Torá hasta el foro, las voces de los justos siguen viajando.

Aquí finaliza nuestra entrevista con los hijos de Hispania. Les habló Gaius Valerius, desde la ciudad donde los caminos del Imperio y los del Cielo a veces se cruzan… y no sin ruido.

[FIN DE LA TRANSMISIÓN — suena una flauta doble mientras la imagen se desvanece entre ánforas y columnas.]

Devuelve la conexión.

Historiador del programa

Historiador: ¡Salvete, ciudadanos del Imperio!

Como historiador, situándonos en la época del emperador Augusto (27 a.C.–14 d.C.), podemos analizar con cierto detalle el parecer de los fariseos —una de las principales corrientes del judaísmo del Segundo Templo— respecto a tres cuestiones clave que mencionas: los gentiles, las mujeres asociadas al culto pagano, y la relación entre riqueza y la Ley de Moisés.

🏛️ 1. Los fariseos y los gentiles

En tiempos de Augusto, los fariseos eran un grupo muy influyente entre los judíos, especialmente en la diáspora (como en Corinto) y en Judea. Su preocupación central era la pureza ritual, la observancia de la Ley (Torá) y de las tradiciones orales, lo cual los hacía bastante exclusivistas en sus relaciones con los gentiles.

  • Actitud general: Desconfiaban de la mezcla con pueblos no judíos. Aunque no promovían violencia, creían que la relación con gentiles debía ser limitada y vigilada, especialmente en aspectos como comida, matrimonio, y participación en rituales religiosos.
  • Gentiles temerosos de Dios: Algunos gentiles que simpatizaban con el judaísmo (los llamados yirei Elohim o “temerosos de Dios”) eran tolerados en ciertos espacios periféricos de la sinagoga, pero no eran plenamente aceptados como miembros de la comunidad si no se circuncidaban ni aceptaban toda la Ley.

En resumen, los fariseos no eran proselitistas activos. Su prioridad era preservar la identidad y la santidad del pueblo judío, no abrirse al mundo gentil.

💃🏼 2. Mujeres del templo de Afrodita (y cultos paganos)

El templo de Afrodita en Corinto era famoso, incluso infame, por su relación con formas rituales de sexualidad sagrada, o al menos por un ambiente donde la sensualidad estaba ligada al culto.

  • Para los fariseos, este tipo de mujeres representaban la máxima impureza. No solo eran gentiles, sino que encarnaban la idolatría, el libertinaje y la corrupción moral.
  • Según la Ley de Moisés (especialmente en Levítico y Deuteronomio), la relación entre un judío y una mujer pagana estaba prohibida. Era vista no solo como inmoral, sino como una amenaza espiritual que podía llevar al pueblo a la idolatría.
  • En un contexto como Corinto, donde la tentación de asimilarse culturalmente era alta, los fariseos se mantenían estrictamente alejados de tales prácticas o influencias. La interacción con mujeres de ese mundo era considerada no solo impura, sino peligrosa para la fe.

💰 3. Riqueza, negocios y la Ley de Moisés

Aquí el tema es más matizado.

  • Los fariseos no rechazaban la riqueza en sí misma, pero creían que debía obtenerse de forma justa y piadosa. Lo importante no era cuánto se tenía, sino cómo se obtenía y cómo se usaba.
  • El comercio estaba permitido, incluso necesario en la diáspora. Muchos fariseos eran artesanos, mercaderes o propietarios rurales. La Ley mosaica permite el lucro, pero condena el engaño, la usura contra el prójimo, la opresión del pobre y el olvido de los necesitados (ver, por ejemplo, Levítico 19 y Deuteronomio 24).
  • Un fariseo piadoso debía pagar el diezmo, observar el año sabático si estaba en Judea, y actuar con integridad en todas sus transacciones. La acumulación de riqueza sin justicia ni compasión era vista como hipocresía religiosa.

Resumen de su parecer:

  • El gentil podía ser tolerado… desde lejos.
  • La mujer pagana, especialmente del culto afrodisíaco, era una amenaza espiritual.
  • El enriquecimiento era legítimo siempre que estuviera sometido a la Ley de Moisés y al temor de Dios.

En conjunto, los fariseos no eran aislacionistas por capricho: veían en el cumplimiento riguroso de la Ley el único modo de mantener la fidelidad al pacto con Dios en un mundo pagano y contaminado. Esta tensión —entre fidelidad e influencia externa— será una de las claves del conflicto religioso y social que marcará las décadas siguientes… especialmente cuando figuras como Pablo de Tarso entren en escena.

Despedida

El paso del llamado padre de Saulo ha sido breve, pero intenso. Ha dejado huella. No por prodigios ni discursos públicos, sino por su presencia intransigente, su autoridad silenciosa y su visión cerrada del mundo.

Corinto, con sus columnas jónicas, sus danzas nocturnas y sus sinagogas discretas, ha presenciado hoy un choque de visiones: la de la apertura cautelosa… y la de la pureza inflexible.

Seguiremos atentos a lo que este hombre —o quizás su hijo— pueda significar en los tiempos por venir.

Seguiremos informando si el llamado “padre de Saulo” vuelve a aparecer en escena.

Desde Corinto, esto fue ACTA DIURNA. Que los dioses —o el único que sea verdadero— os protejan.

¡Salve, Roma! ¡Salve el conocimiento!

Valete, amigos de Imperium Romanum TV News.

[Fin de transmisión — suena música de cítara mientras se desvanece la voz del presentador.]

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