Canciones

El breve espacio en que no estás

“El breve espacio en que no estás”: el amor que habita las ausencias.

Por Manuel Pellicer (o su álter ego que escribe con voz de trovador urbano)

«Todavía no pregunté: ¿te quedarás?
Temblando como un niño, temblando de amor.»

Hay canciones que no se escuchan: se quedan a vivir en el pecho como un huésped que no avisa cuánto tiempo piensa quedarse.
“El breve espacio en que no estás” de Pablo Milanés es una de esas canciones.

Pablo Milanés – El breve espacio en que no estás

No es simplemente una oda al amor, ni una elegía del desamor. Es más bien un retrato lírico del terreno intermedio: ese limbo emocional donde la persona amada está, pero no del todo; donde el deseo es claro, pero el vínculo, incierto.

Un amor que, más que poseer, contempla. Más que idealizar, acepta… aunque le duela.

Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad,
en la cama su silueta se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio en que no está.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará.
Rompe todos mis esquemas,
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio de lo que dá.

Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.

No comparte una reunión,
mas le gusta la canción que comprometa su pensar.
Todavía no pregunté "¿te quedarás?".
Temo mucho a la respuesta de un "jamás".
La prefiero compartida antes que vaciar mi vida,
no es perfecta, mas se acerca a lo que yo,
simplemente, soñé...

Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.

No comparte una reunión,
mas le gusta la canción que comprometa su pensar.
Todavía no pregunté: "¿te quedarás?".
Temo mucho a la respuesta de un "jamás".
La prefiero compartida antes que vaciar mi vida,
no es perfecta mas se acerca a lo que yo
simplemente soñé...

📜 La poética de lo contradictorio

La canción inicia con una descripción que, en otro contexto, podría parecer un piropo contemporáneo y progresista:

«No es perfecta, mas se acerca a lo que yo, simplemente, soñé».

Aquí no hay musas de mármol ni mujeres que flotan entre lirios. Hay una figura real, contradictoria, libre.

El hablante no busca moldearla; la admira por su imperfección y por su derecho al vuelo.

En este juego de afirmaciones que se niegan a sí mismas, Milanés despliega toda su maestría poética. ¿Cómo puede alguien ser tan importante en su ausencia? ¿Cómo es posible amar tanto en el “breve espacio” que deja su falta?

Es aquí donde la canción se convierte en poema, y el poema en espejo.0

🪞 Amar lo que no se tiene (completo)

«Es libre, y al fin lo comprenderé…»

La libertad de la persona amada no se cuestiona, se acepta. Aunque esa libertad implique no estar. Y eso, en términos emocionales, es tan devastador como hermoso.
En un mundo donde el amor muchas veces se mide en base a la posesión, este tema propone lo contrario: un amor que celebra lo efímero, lo incierto, lo que no se puede atrapar.

Es un amor maduro, sí, pero no por ello menos tembloroso.
Y ahí está la magia de Milanés: mostrarnos que el amor puede ser profundamente humano sin dejar de ser poético. Vulnerable sin perder dignidad. Condicional sin ser egoísta.

🎼 Música como respiración

En lo musical, la canción acaricia. Su ritmo pausado, íntimo, casi de confesión a media voz, permite que cada palabra se pose suavemente, como si viniera escrita en papel de arroz. La guitarra, discreta, acompaña sin protagonizar.
Todo está en función del texto. Del mensaje. De esa emoción que no grita, pero cala.

🧩 ¿Y qué nos deja?

“El breve espacio en que no estás” es una canción para analizar, sí, pero también para leer en silencio, como un poema que se vuelve más claro cuando uno lo vive.
Nos deja con preguntas:

  • ¿Se puede amar a alguien que nunca está del todo?
  • ¿Qué parte de nosotros se construye con las ausencias ajenas?
  • ¿Hasta qué punto se puede compartir el amor sin atarlo?

Y como buen poema que se respete, no da respuestas. Solo abre ventanas.

✍️ Cierre para lectores cómplices.

Si alguna vez has amado sin certezas, si has temblado como un niño ante una despedida no dicha, si has aprendido a encontrar belleza en lo incompleto, entonces esta canción no es solo de Pablo Milanés: también es tuya.

Origen