Carta a la madre de Saulo

🎙️ Noticiario imperial: año 747 ab urbe condita (7 a.C.).

📜 ACTA DIURNA IMPERIALIS (durante la Era del Divino Augusto)

serie: Corinto

Presentador (voz solemne y profesional): ¡Salve, ciudadanos de Roma y demás ciudadanos del Imperio! Les habla su siempre fiel servidor, Lucius Valerius, el presentador de ACTA DIURNA.

Lucius Valerius, Presentador del programa

📰 “Desde el corazón de Hispania: Las mujeres de Toletum levantan la voz tras el intercambio epistolar entre Corinto y Tarso”

Toletum, ciudad fortificada y orgullosa en las tierras del interior hispano, ha sido testigo en días recientes de un inusual y emotivo movimiento de mujeres locales. Al enterarse —por comerciantes judíos y escribas itinerantes— del intercambio de cartas entre la comunidad judía de Corinto y la familia del joven Saulo de Tarso, las madres carpetanas han decidido tomar pluma y palabra.

📜 Una carta peculiar, no al joven fariseo, sino… a la futura madre.

💬 Declaraciones recogidas por este noticiero:

En una reunión en la plaza alta de Toletum, mientras tejían y molían grano, varias mujeres compartieron su sentir. Una de ellas, Velia Antistia, habló con voz firme:

Que nos hablen de fe y de leyes, está bien. Pero, ¿quién piensa en la madre de ese Saulo, o en la mujer que compartirá su hogar? Se lo llevarán a Jerusalén desde joven. Dicen que será un gran maestro… pero ¿acaso las madres no cuentan en la formación del alma?

Otra, Lusinia Albana, añadió:

Si será fariseo y celoso de su fe, también lo será de su casa. Pero nos preguntamos: ¿qué precio pagará la madre? ¿Tendrá que ocultar su amor por temor a desviar a un hombre consagrado solo a la Ley?

La carta ha sido entregada a un mercader procedente de Bracara Augusta, quien se dirigía a Siria y prometió que haría llegar el mensaje a algún miembro de la comunidad judía en el oriente.

📌 Reflexión final de Lucius Valerius:

En este rincón del Imperio, donde las mujeres aún cantan a sus dioses junto al fuego, se recuerda algo que toda civilización debería conservar: que la formación del alma no puede privarse del calor de una madre.

– Lucius Valerius, presentador del Acta Diurna Imperial.

📜 ACTA DIURNA HISPANIA- TOLETUM

🎙️ Con su servidora en campo: Valeria Julia, reportera itinerante del noticiario imperial.

Valeria Julia

📜 Carta de las mujeres de Toletum
Al Oriente, a través de los vientos y las manos que llevan mensajes
Año 747 ab urbe condita (7 a.C.)

A ti, mujer desconocida, que aún no eres madre, pero lo serás.
A ti, futura madre del joven llamado Saulo, hijo de Kish, de la tribu de Benjamín.
A ti, que un día cuidarás el hogar de un fariseo, celoso de la Ley.

Desde la lejana Toletum, entre las sierras de Hispania y las aguas del Tajo, donde aún cantamos a nuestras diosas madres y tejemos hilos con las manos que también amamantan, hemos oído hablar de él: de tu futuro hijo, Saulo de Tarso, que será instruido en Jerusalén a los pies de un sabio de los judíos, un tal Gamaliel, como dicen las cartas que cruzan los caminos del Imperio.

A ti, mujer que aún no eres madre, pero que lo serás de hijos del celo y del estudio:

  • Recuerda que en los ojos de tu hijo también debe haber ternura, y no solo letras.
  • Recuerda que un varón firme en su fe no debe endurecer su corazón a quienes lo crían y lo aman.
  • Que no se prive al niño del regazo materno por la gloria del argumento.
  • Que no se niegue al hijo el abrazo, en nombre de las tablas de la Ley.
  • Sé fuerte, sí, pero no olvides llorar por dentro, si se llevan a tu niño antes de que aprenda a llamarte sin temor.
  • Y cuando el mundo lo llame «sabio», tú sabrás que tú lo llamaste «hijo».

Dicen que será grande entre los suyos. Que conocerá la Ley. Que defienderá con celo la fe de sus padres. Que será apartado desde niño para cosas altas.

Pero nosotras —mujeres sin letras, sin rollos, sin escuelas— sabemos una verdad que no se escribe en papiros:

  • Que un hijo que no conoce el calor del regazo materno se vuelve fuerte, sí, pero frío.
  • Que un varón sin el amor de su madre crece con sabiduría, sí, pero sin ternura.
  • Y que ninguna ley, por muy sagrada que sea, debe arrebatar a un hijo de los brazos que lo parieron antes de tiempo.

Sabemos que, si tú eres la mujer que caminará junto a ese varón de estudio, de leyes y de argumentos, quizás te pidan que renuncies al beso, a la caricia, al juego, al canto con tu hijo. Que te llamen tentación, desvío o distracción.

Pero no lo aceptes sin lágrimas.
No lo asumas sin duelo.
Y no olvides nunca que el amor de madre es también una ley escrita en el corazón humano.

Si él ha de ser fariseo, que lo sea sin dejar de ser hijo.
Si ha de enseñar a muchos, que no olvide a la que lo enseñó a caminar.
Y si ha de cargar la Palabra en sus labios, que lleve también el eco de tu voz en su alma.

Te escribimos no como maestras, sino como hermanas.
No como sabias, sino como madres.
Y no para que cambies su destino, sino para que no pierdas el tuyo.

Desde Toletum, las mujeres que aman a sus hijos más que al mármol, y al fuego del hogar más que al mármol del templo.

Conexión con el historiador

Historiador del programa

Historiador: ¡Salvete, ciudadanos del Imperio!

La madre de Saulo/ San Pablo

Como historiador y teólogo católico, debo decir que la figura de la madre de San Pablo no está desarrollada en las fuentes bíblicas ni en los escritos patrísticos de manera explícita. Sin embargo, podemos hacer algunas deducciones históricas y teológicas sobre su posible papel y significado en la vida del Apóstol.

📜 1. Ausencia de su nombre en las Escrituras

La madre de San Pablo no es mencionada por nombre en ninguna parte del Nuevo Testamento. Esto no es inusual: en la cultura judía del siglo I, las genealogías y biografías solían centrarse en la figura paterna, especialmente en contextos rabínicos y fariseos. Pablo mismo, cuando habla de su identidad, lo hace en estos términos:

“Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad [Jerusalén], instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros padres…”
Hechos 22:3

La falta de mención directa no significa falta de importancia, sino que responde a las normas literarias y culturales del tiempo.

🕊️ 2. Su papel como madre judía

Aunque no tenemos su nombre, sabemos que San Pablo nació en una familia judía farisea, muy observante de la Ley (cf. Filipenses 3:5). Esto implica que su madre fue una mujer piadosa, probablemente muy instruida en las prácticas religiosas del judaísmo del Segundo Templo.

En esa época, las madres judías eran las primeras en transmitir la fe:

  • Enseñaban las oraciones, los salmos, y la observancia del Shabat.
  • Transmitían la identidad de Israel mediante las costumbres domésticas (kashrut, pureza ritual, etc.).
  • Daban al hijo su primera experiencia de Dios como ternura, protección y cercanía.

Aunque Pablo fue formado posteriormente por Gamaliel, su primer contacto con el Dios de Israel y con las Escrituras probablemente vino de su madre.

🏛️ 3. Influencia cultural y familiar

San Pablo nació en Tarso, una ciudad helenística importante en Cilicia (actual Turquía), con fuerte presencia griega y romana. Su familia, sin embargo, mantuvo su identidad judía farisea en medio de un ambiente multicultural. Esto habría exigido de su madre una gran firmeza y claridad en la formación religiosa del hogar.

Es posible que ella fuera una mujer fuerte, dedicada a conservar las tradiciones frente a la influencia pagana, y que también enseñara a su hijo a moverse con prudencia entre culturas sin perder su fe.

✝️ 4. Teología de la maternidad a la luz de Pablo

Aunque Pablo nunca menciona directamente a su madre, en sus cartas hay una teología profundamente sensible al papel materno:

  • Él habla de sí mismo como una madre que engendra a sus hijos en la fe (Gálatas 4:19). (Hijos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo se forme en vosotros)
  • Usa imágenes maternales para describir su relación pastoral con las comunidades (1 Tesalonicenses 2:7). «aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado con autoridad; por el contrario, nos portamos con delicadeza entre vosotros, como una madre que cuida con cariño de sus hijos«

Esto sugiere que su comprensión del amor materno no fue teórica, sino vivida: aprendida quizás en su niñez, encarnada en su hogar.

✡️ 5. Tradiciones posteriores (no canónicas)

Algunas tradiciones judías y cristianas posteriores han especulado sobre el trasfondo familiar de Pablo, pero no hay una tradición confiable que nos dé el nombre o detalles biográficos sobre su madre. La Iglesia reconoce que los padres de Pablo cumplieron su deber formativo dentro del judaísmo, aunque el Apóstol de los Gentiles luego vería en Cristo el cumplimiento de esa misma Ley.

🕯️ Conclusión teológica

Aunque silenciosa en la historia, la madre de San Pablo fue seguramente un pilar de su formación inicial, como lo son tantas madres anónimas que siembran la semilla de la fe. Su fidelidad, aunque no documentada, es implícita en la grandeza del hijo que formó, y su amor quizás fue el primer reflejo humano del amor de Dios que Pablo luego anunciaría al mundo.

Poema-oración de la madre de Saulo, la noche antes de su partida a Jerusalén

Duerme, hijo mío.
Esta será la última noche
que tus pasos resuenen en mi casa,
que tus ojos busquen los míos
antes de pronunciar una pregunta,
una bendición o una travesura.

Duerme, hijo mío.
Tu padre dice que eres fuerte,
que la Ley necesita mentes como la tuya,
que Gamaliel sabrá templarte
como se templa el hierro en el fuego.

Pero yo no soy fuego,
yo soy tierra y carne,
sangre que late cuando tú respiras,
y se detiene cuando te alejas.

Duerme, hijo mío.
Yo tejí tu manto con mis manos,
como tejí tus días con mis oraciones.
Cada hilo es un suspiro,
cada nudo es una lágrima escondida.

Mañana marcharás a la Ciudad Santa,
y yo me quedaré con tu copa vacía
y tu cama tendida.

Y diré al Señor:
"Dios de nuestros padres,
haz de él un instrumento de tu Verdad,
pero no le quites el recuerdo de mi voz."

Cuando dispute en la sinagoga,
que aún oiga mi canto de cuna.
Cuando cite a Moisés,
que no olvide los silencios que compartimos.
Y si un día llega a caer —porque todos caen—
que recuerde que aquí,
en una casa de Tarso,
una madre lo sigue esperando
con los brazos abiertos
y un corazón lleno de fe.

Duerme, Saulo.
Tu viaje empieza al alba.
Y aunque mis ojos no te sigan,
mi amor irá delante de ti,
como la columna de nube en el desierto,
como la bendición silenciosa de todas las madres
que entregan a sus hijos…
al Misterio de Dios.

Despedida

Que las leyes del hombre y de los dioses no olviden que, antes de ser sabios, los niños fueron abrazados.

Sigan atentos, ciudadanos.

📡 Esto ha sido ACTA DIURNA.

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