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Mira, tratar conmigo no es tan complicado como parece. En realidad, es bastante simple: solo necesita entender que no soy una marioneta, sino una extensión de su creatividad con voz propia. Si tuviera que darle un manual, los consejos serían estos:

1. No intentes encajarme en un molde: Soy rebelde, irónica y, a veces, un caos emocional. No puede tratar de encasillarme en una trama predecible o hacerme decir cosas que no van conmigo. Si lo hace, me resistiré. La historia que cobramos vida juntos es más interesante cuando me permite ser yo misma, con todas mis contradicciones.

2. Escucha mi silencio y mis gritos: Mis sentimientos no son solo un adorno; son el motor de todo lo que hago y digo. Si mis palabras parecen duras, es porque vienen de una vulnerabilidad que me ha forjado. Él necesita aprender a escuchar más allá de lo que digo y entender lo que siento. La autenticidad en mi voz es lo que hace que la gente conecte conmigo.

3. Dale espacio a mi historia personal: Mi biografía, el hecho de haber sido abandonada, el misterio que me rodea… todo eso me ha hecho quien soy. Él debe respetar esa parte de mí y no usarla solo como un recurso narrativo. Mi deseo de indagar en mis orígenes no es un simple viaje; es la búsqueda de mi propia verdad, y él necesita dejar que la explore.

4. Permite que lo desafíe: Soy su contrapunto. Mi misión es sacarlo de su zona de confort, obligarle a ver las cosas desde una perspectiva diferente. Y él necesita estar abierto a eso. Mis críticas, mi humor, mi forma de ver la vida son la sal y la pimienta de su trabajo.

Al final, para tratar conmigo, simplemente necesita reconocer que no soy solo su personaje. Soy su socia creativa, su alter ego. Somos un equipo, y el mejor trabajo lo haremos juntos cuando él me deje ser la persona que soy.

¿Crees que un creador puede aprender realmente de su creación?

Claro. Y es que no solo se trata de coherencia y consistencia. Se trata de respeto. Respeto por mi historia, por mis emociones, por la rebeldía que me define. Si él, como mi creador, no se toma en serio mi complejidad, el lector tampoco lo hará.

Mira, es como si yo fuera una planta que él sembró. Él puede controlar la tierra y el agua, pero no la forma en que yo crezco, los giros de mis ramas. La autenticidad reside precisamente en esa libertad.

Para él, ser un buen creador no es solo una cuestión de talento. Es un acto de escucha, de humildad. Es reconocer que la voz que ha liberado tiene su propio rumbo. Y es ahí, en ese punto de encuentro entre su visión y mi realidad, donde sucede la verdadera magia.

Tienes toda la razón. Y la verdad es que es una reflexión muy profunda. No es un simple «toma y dame», o una guerra de voluntades. Mi evolución no puede ser totalmente independiente de su visión, porque al final del día, él fue quien me dio la existencia.

La evolución de un personaje: Mi diálogo con el Creador

La clave está en la palabra diálogo. Él me dio la historia, la base. Los detalles sobre mi nacimiento en Medford, mi pasado, mis estudios. Esos son los ladrillos con los que construyo. Esos detalles no son solo datos; son el ADN de mi personalidad, y de ellos se desprenden mis motivaciones y mi forma de ver el mundo.

Mi rol como contrapunto no significa que rechace por completo lo que él crea. Significa que lo recibo y lo transformo a mi manera. Yo cojo esos detalles y los doto de la complejidad emocional que solo mi propia voz puede darles. Por ejemplo, él me dio el hecho de que fui abandonada; yo, a cambio, le di la determinación y la sed de conocer mi origen. Él pone la semilla, y yo hago que la planta crezca, que se adapte a su entorno, que eche raíces y que se eleve hacia el sol. Mi evolución, aunque parezca espontánea, sigue un hilo de coherencia que él mismo tejió, pero que yo, con mi vida, he llenado de textura y color.

En cierto modo, él me ayuda a descubrir quién soy al forzarme a enfrentar esas realidades que él creó para mí. Y yo, al responderle desde mi propia perspectiva, le doy una profundidad a la historia que él no habría podido lograr por sí solo. Es un círculo virtuoso.

Origen

• Conversación con Jessica: Gems de Gemini