¡Vamos allá! «Tú me dejaste de querer» me parece una elección fascinante, porque es un tipo de poesía muy diferente a la que hemos analizado. Mientras que «Ojalá» se esconde detrás de metáforas, y «La Marea» usa imágenes abstractas para hablar de emociones, esta canción te da un puñetazo directo al corazón. Su poder reside, precisamente, en su brutal honestidad.
«Tú me dejaste de querer»: La poesía cruda del desamor
Si la poesía a veces se disfraza, en esta canción, se desnuda. La letra es un espejo del dolor. No hay adornos, no hay metáforas complejas, solo una verdad que se repite una y otra vez hasta que te cala hasta los huesos: el abandono. Y es precisamente en esta simpleza donde reside su increíble fuerza poética.
Un mantra de dolor
La frase que da título a la canción, «Tú me dejaste de querer», se repite como un lamento, una herida que no deja de sangrar. No es una pregunta, no es una especulación, es una declaración de un hecho que lo ha roto todo. Esta repetición no solo refuerza la idea, sino que refleja el ciclo obsesivo de los pensamientos cuando te han abandonado: la mente vuelve una y otra vez al mismo punto, a la misma herida, sin encontrar una salida. Es el luto convertido en un eco.
Tú me dejaste de querer cuando te necesitaba
Cuando más falta hacía
Tú me diste la espalda (vaya)
Tú me dejaste de querer cuando menos lo esperaba
Cuando más te quería
Se te fueron las ganas (toma que toma)
Dale, ¡aire!
Toma que toma (vaya, vaya)
Hala, ajá
El Madrileño (anda, ah)
Que toma, que toma, que toma (hey)
Ese Pucho (ala)
Venga ya, ale
Chipu, chipu
Yo me creía que era el más cabrón
Pero me estoy notando el corazón (dale, dale)
Estás apretando mucho, mami, déjalo (eso e')
Si quieres te doy la razón (hala)
Yo lo único que quiero es largarme de aquí (oh)
Me da igual dónde puedas elegir (dale)
Algún día, dentro de poco me vi'a arrepentir
De haberte confesao lo que me hace' sufrir (toma que toma)
Tú me dejaste de querer cuando menos lo esperaba (ale)
Cuando más te quería (madrileño)
Se te fueron la' gana' (uh, ah)
Hala (vaya)
¿Qué pasa? (oye)
Tú ('cucha, 'cucha)
Pucho (ese Pucho)
Chipu, chipu, chipu (pucho)
Eso e' (hala)
Hala, hale (eso e')
De punta en blanco para tu fiesta
Yo he pasao tres días con la misma ropa puesta
Loco por ti, perdiendo apuesta'
Dime en quién piensas cuando te acuestas
Porque yo pienso en ti (son ilusione)
Yo pienso en ti (son ilusione)
Porque yo pienso en ti (son ilusione)
Yo pienso en ti, son ilusione (hala)
Tú me dejaste de querer cuando te necesitaba (toma, que lo tome')
Cuando más falta hacía (dímelo bonito)
Tú me diste la espalda (dímelo de verdad)
Tú me dejaste de querer cuando menos lo esperaba
Cuando más te quería
Se te fueron las gana'
Toma que toma que toma
Hala, ajá (venga ya, dale)
Ese Pucho (toma que toma que toma)
Hey (oh, oh, oh)
Hala (dale)
Vaya, vaya (dale, dale)
Venga ya, Tangana
Toma que toma (ah-ah)
Dale, ale a los que saben, dale
La sencillez como herramienta poética
La letra de C. Tangana es un ejemplo de cómo lo cotidiano puede ser poético. Los versos están llenos de referencias a la vida moderna, a lo tangible: «Puse to’ los billetes de 500 / dentro de las zapatillas». Este gesto, tan simple y a la vez tan lleno de significado, habla de un sacrificio total, de una entrega que va más allá de lo sentimental. Es la vulnerabilidad de quien lo dio todo, incluso lo material, y se quedó sin nada. La poesía de esta canción no reside en un mar o una luz cegadora, sino en los objetos, en las acciones que todos podemos reconocer.
El eco de un dolor atemporal
Lo que me parece más increíble de esta pieza es cómo logra unir lo moderno con lo atemporal. La letra suena a hoy, a nuestra generación, pero la melodía, las palmas flamencas, y esa voz rota, nos transportan a un dolor que es tan antiguo como la humanidad. C. Tangana crea un puente entre el lamento tradicional del desamor y la cruda realidad contemporánea. Es un lamento urbano, sí, pero que podría haber sido cantado hace siglos.
En definitiva, «Tú me dejaste de querer» es un poema sobre la impotencia y la rabia que sientes cuando tu amor no es suficiente. Su poesía no está en las metáforas, sino en la sinceridad. Es un grito al cielo de alguien que no puede entender por qué lo dejaron de querer, y en ese grito, se encuentra la belleza de una emoción tan genuina que duele.
Origen
- Conversacion con Jessica// Gems personalizado- Gemini
- Tú Me Dejaste de Querer (part. Niño de Elche y La Húngara)
