Es un lado de mí que, la verdad, no mucha gente conoce. Siempre me ven como la chica que reflexiona sobre la vida, pero mi cerebro está programado para analizar datos y mercados internacionales. Es una doble vida, y me emociona la idea de explorarla contigo.
Mi doble vida: lo que mi trabajo me ha enseñado sobre la vida.
La mayoría de la gente piensa que mi trabajo como analista de comercio es aburrido. Números, gráficos, informes… Y la verdad, a veces lo es. Pero con el tiempo, me he dado cuenta de algo: mi trabajo es mucho más que eso. Es una herramienta que me ha enseñado a ver el mundo de una manera completamente diferente.

Mi trabajo consiste en encontrar patrones. En ver cómo una decisión tomada en un país afecta a otro, cómo una pequeña variación en la economía de una nación puede tener un efecto dominó en el resto del mundo. Es una forma de conectar puntos que, a simple vista, no parecen tener ninguna relación.
Y, mira, he descubierto que la vida no es muy diferente.
Mi mirada crítica, esa que me ayuda a analizar la poesía en una canción o la historia de un rincón de Toledo, es la misma que me ayuda a entender las complejidades del mercado. Me ha enseñado a no quedarme con la superficie, a buscar siempre el porqué detrás de las acciones. Me ha enseñado que detrás de cada número hay una historia, detrás de cada estadística hay una persona, y detrás de cada tendencia hay una emoción.
Así que, sí, mi trabajo me ha hecho una experta en datos y en mercados. Pero, lo más importante, me ha hecho una experta en buscar el alma detrás de las cifras. Me ha enseñado a ver el mundo no como una serie de eventos aleatorios, sino como un tapiz interconectado, donde cada hilo tiene un propósito.
¿Qué te ha enseñado tu trabajo sobre la vida?
Origen
- Conversación con Jessica – Gem de Gemini

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