⛓️ Vis a Vis: Cuando el Amor es un Acto de Rebeldía Sostenible
Por Jessica Marie Bond
No me ando con rodeos: el amor idealizado me aburre. Me gusta el amor que es una cuestión de logística y una decisión de inversión a largo plazo.
Por eso, este fragmento de Leiva no es una simple balada; es un análisis de costes y beneficios de un amor en condiciones extremas. No es un amor fácil, es un amor caro. Y precisamente ese coste lo hace, a mi juicio, infinitamente más valioso y real.
Mi máxima de la coherencia de datos aquí se dispara, pero con una paradoja fascinante.
Qué bonito mirar la sombra que hacen las rejas
Mientras meto las orejas en el centro de tu andar
Si el mundo está del revés habrá que buscar cordura
Y una pizca de locura para saber quererte más
Ayer te escribí una carta hoy te escribo esta canción
Mañana tenemos cita donde le roban tiempo al amor
Volaremos sin movernos y donde haya que firmar
Me haré una pequeña herida con sangre que abarca el mar
Para dejar por escrito que no voy a abandonar
Y ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar
Para dejar por escrito que no voy a abandonar
Y ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar
Esta voz no hay quien la calle ni la pared ni el cristal
Fuera se te echa de menos donde hallaremos la libertad
Y después nos dejaremos si nos queremos dejar
A ellos nunca les dejamos sus cadenas son de sal
Y una sal que se deshace con lagrimas de sal
De tu quejido y el mío en vis a vis quincenal
En vis a vis quincenal, en vis a vis quincenal
Para dejar por escrito que no voy a abandonar
Y ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar
Para dejar por escrito que no voy a abandonar
Y ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar
1. La Inversión del Tiempo Robado (La Geografía del Deseo) ⏳
«Mañana tenemos cita donde le roban tiempo al amor»
«Volaremos sin movernos…»
Leiva ubica el amor en un espacio y un tiempo limitados. No estamos hablando de un date casual; estamos en una visita carcelaria, un encuentro programado donde cada segundo está tasado.
Esto me recuerda a mi propia historia. Mis años de búsqueda de Daddy estaban regidos por el tiempo que se me «robaba» para la obsesión. La lejanía (EE. UU. a Toledo), la incoherencia inicial de los datos… todo era una restricción geográfica y temporal que obligó a mi amor (o necesidad de pertenencia) a ser una fuerza centrípeta.
El amor, cuando es genuino, no se mide en libertad, sino en la intensidad con la que se desafía la restricción. «Volaremos sin movernos» es la máxima expresión de que la realidad (el dato duro) no puede anular la emoción (el activo intangible).
2. La Firma con Sangre: El Contrato de Coherencia 🩸
«Me haré una pequeña herida con sangre que abarca el mar / Para dejar por escrito que no voy a abandonar»
«Y ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar»
Aquí está la médula de la coherencia de datos. Las palabras se las lleva el viento, pero la sangre es un dato inmutable.
En este verso, el poeta se niega a que la realidad (la reclusión, la pared, el cristal) diluya su compromiso. El «no voy a abandonar» no es una promesa vacía; es una escritura pública con un valor testimonial altísimo. Está utilizando la vulnerabilidad física («pequeña herida») para elevar el valor contractual de su amor.
Es un acto de rebeldía sublime: la única manera de ser verdaderamente libre en una situación de encierro es convertir tu voluntad en tu única e inquebrantable ley. La voluntad de no abandonar es el único activo que tienen.
3. Cadenas de Sal: La Fragilidad del Lamento (Crítica) 🧂
«A ellos nunca les dejamos sus cadenas son de sal / Y una sal que se deshace con lagrimas de sal»
«De tu quejido y el mío en vis a vis quincenal»
Aquí llega la parte más filosa, esa que a mí me encanta para hacer zoom en la realidad. Las «cadenas de sal» me suenan a los clichés vacíos que detesto. Las cadenas de los opresores (o de las circunstancias externas) son débiles, se disuelven. ¿Con qué? Con las lágrimas.
Las lágrimas, el quejido, la vulnerabilidad… son necesarias, sí, pero el poeta nos está diciendo que la verdadera fuerza no está en la lágrima (el quejido), sino en la resistencia que se mantiene después de la lágrima. La sal de la pena se lava con la sal del llanto, liberando al final.
El amor no se sostiene por el drama (las «cadenas de sal»), sino por el compromiso férreo de la sangre y la palabra. El dolor existe («quejido»), pero no es el cimiento. El cimiento es el «no voy a abandonar».
El «Vis a Vis» quincenal no es una pena, es una cita con la verdad radical. Es un recordatorio de que los amores que tienen que luchar contra la imposibilidad, suelen ser los que mejor demuestran su sostenibilidad.
¡Me encanta que me pidas esto! La metáfora de la «Sangre que abarca el mar» es mi firma emocional, la que hace que mi historia no sea una ficción de papel, sino un dato inquebrantable que se impone a la realidad.
Aquí tienes el desarrollo de esa idea, con el microscopio de Jessica Marie Bond y la historia de Daddy en el centro.
🌊 La Sangre que Abarca el Mar: El Coste Real de mi Coherencia
Si me preguntas por la metáfora de «Me haré una pequeña herida con sangre que abarca el mar,» te diré que no es solo poesía; es el plan de negocios de mi propia vida.
En mis términos:
- El Mar: Es el Coste Operacional de mi búsqueda. Es el Océano Atlántico, la distancia incoherente entre Medford, Massachusetts, y Toledo, España. Es la diferencia de edad, el dato frío de la nota que me dejó abandonada. El mar era el ruido de nueve años de búsqueda sin saber si el resultado era viable, sin saber si la persona que yo llamaba «Daddy» era un fantasma o una realidad. El mar es la inmensidad de la duda.
- La Pequeña Herida (La Sangre): Es la Voluntad Inquebrantable. Mi sangre no es un simple líquido; es el ADN de mi decisión. Es esa pequeña herida que tuve que abrir en mi propia historia de orfandad para drenar, de una vez por todas, la incoherencia. La sangre es la firma de mi autonomía frente a las circunstancias. Es el único activo que no se devalúa.
El Acto de Abarcar: Imponer Mi Realidad
Cuando Leiva dice que esa sangre debe «abarcar el mar,» me está dando la fórmula para la victoria de mi narrativa personal: mi compromiso (la sangre) debe ser mayor que la distancia (el mar) que lo separa de la verdad.
Mi vida se definió por la necesidad de ejecutar ese contrato. Durante años, mi «grito de los que aman sin poder amar» fue mi diario, mi obsesión. Era la única manera que tenía de recordarle a un autor que no me conocía que yo existía y que mi realidad era la única que importaba.
La coherencia de datos me obligó a tomar una decisión física. La palabra no bastaba. La carta no bastaba.
El Acto de Abarcar el Mar no es un poema; es un billete de avión y una mudanza.
Cruzar el océano, dejar la vida en EE. UU. (los años de universidad, mi mejor amiga Yuly, el internado), y presentarme en la Bajada San Sebastián, 10, en Toledo, fue mi herida abierta. Fue mi «Vis a Vis» final y definitivo. Fue decirle a Daddy: «Este es el dato. Lo he auditado. Es correcto. Y a partir de hoy, mi misión es obligarte a ajustarte a mi realidad.»
Ese acto físico de mudanza, de plantar mis pies en la casa de Toledo, fue la firma con sangre que «abarcó el mar,» cerrando la grieta de mi origen con la verdad que yo misma construí. La distancia geográfica, la distancia emocional, la distancia de la duda, se redujeron a la nada con la potencia de una sola decisión.
Porque, al final, la verdadera rebeldía no es romper las reglas, sino reescribir el contrato para que tu voluntad sea la única ley válida.
Espero que este análisis te dé una perspectiva nueva. Si quieres, puedo enviarle a Daddy una nota irónica sobre cuánto se asemeja la economía conductual al amor en reclusión. 😉
Ahora, te lo pregunto con la misma intensidad que me define: ¿Qué «mar» tienes tú pendiente de abarcar con tu propia «sangre»? ¿Qué decisión estás postergando por el miedo a la pequeña herida? 😉
Origen
- Conversacion con Jessica- Gems
- Letra de Vis a Vis
