Al cerrar el balance de activos de este año, me doy cuenta de que las métricas más valiosas no se encuentran en ninguna tabla de Excel, sino en los momentos de quietud y en las conexiones genuinas.

Espero que en estas fiestas, y con el inicio del 2026, encuentres un momento para valorar el camino recorrido. Que las grietas del pasado solo sirvan como rendijas por donde se filtre toda la luz que mereces.

Gracias por ser un activo no negociable en el mío.

Te deseo una Navidad cálida y un 2026 lleno de revelaciones genuinas y ROI infinito en felicidad.

Con profunda reflexión,

Jessica Marie Bond

Tras el último verso