06:20 AM. Bedroom
⌚Suena el despertador.
Por tercer día consecutivo mi sueño se ve interrumpido por el sonido del despertador, pero a diferencia de ayer o anteayer, esta vez Ana no está asomada a la puerta. Supongo que me quiere dar un voto de confianza y espera que sea capaz de llegar al bus sin que me meta prisa y sin que aproveche de este voto de confianza para saltarme las clases, lo que sabe de siempre que no es mi costumbre, salvo con la asignatura de Spanish, aunque este curso no se admiten excepciones y, por lo tanto, he de asistir, aunque no quiera, ya que de verdad no es algo que me entusiasme ni motive en exceso. Aprovecharía mejor el tiempo en la biblioteca, pero, en tal caso, supongo que es preferible soportar una o dos horas de clase con Mr. Bacon antes que la biblioteca a la que vaya sea la de Matignon High. Lo único que se me exige es que esté en clase, lleve los ejercicios al día y haga los exámenes lo mejor que sepa. No es necesario que destaque como la mejor alumna de la clase, porque después de tres días supongo que para eso ya está Yuly, quien debería poner un poco menos de entusiasmo. En comparación con ella resulta demasiado evidente que no tengo ningún interés por la asignatura, que adoptamos posturas opuestas, mientras que con los demás esa diferencia no queda tan evidente. Aun así, cuando Yuly no se muestra una entusiasta del español, supongo que somos buenas compañeras de clase, que me entiendo mejor con ella que con las demás.
⌚Suena el despertador. (Lo apago)
No entiendo del todo el interés ni las motivaciones que tendrá Yuly por mi amistad, aparte de las razones que me dio el primer día y que quizás el hecho de que se haya sentado a mi lado y sea mi compañera en el trabajo de Spanish ha provocado que las demás nos miren a las dos con cierto recelo. Yo me he convertido en la chica de la que todos los chicos se burlan y ella se hace notar demasiado por su entusiasmo por esa asignatura, por lo cual supongo que a ninguna de las dos nos quedan muchas opciones, o superamos nuestras diferencias y buscamos esa complicidad por difícil que sea o acabamos como dos solitarias que no quieren trato con nadie. Por lo que la conozco, me temo que ella no es de ese tipo de chicas, es mucho más sociable que yo y si no encontrase ese entendimiento entre las compañeras de clase, imagino que lo buscaría entre las chicas de otros grupos, al menos para los ratos del descanso. A mí tampoco es que me dé lo mismo quedarme sola, pero me da la impresión de que los chicos me ven menos desamparada y se burlan menos cuando estoy acompañada, aparte que si necesito un empujón extra para la asignatura de Spanish. Sería una estupidez que rehuyera ese acercamiento con la más lista de todos, sobre todo si siento interés por su parte. Ya veremos lo que pasa cuando la semana que viene presentemos el trabajo, Tal vez no tengamos ya nada en común, salvo el hecho de que su silla y la mía están una al lado de la otra en clase.
06:00 AM 62.06°F / 16.7°C N/A Nublado
Para saber qué ponerme esta mañana, aunque ya lo dejase preparado anoche, prefiero asomarme por la ventana, no sea que vista con ropa muy fresca y me encuentre con una tormenta que me deje empapada hasta los huesos. Ayer por la tarde ya chispeaba y casi prefiero que haga mal tiempo porque así se me quitan las ganas de acercarme por Carson Beach y me causa menos reparo acudir a clase. Sería una travesura imperdonable, si me confundiera de bus de manera premeditada. Desconozco la relación o comunicación que hay entre el St. Clare y el Medford High, pero me temo que mi ausencia de clase no pasaría inadvertida ni sin consecuencias, por lo cual es mejor que no me arriesgue y confíe más en que el sábado haga buen tiempo y quizás Ana organice una excursión con las chicas que se queden. El caso es que el día amanece nublado y casi tengo la impresión de que ha faltado más bien poco para que me levantase antes que el sol, lo malo es que mi habitación está orientada hacia el oeste y por mucho que quiera tendría que buscarme otra ventana para contemplar el amanecer sobre el horizonte, sobre los edificios de Medford, con la idea de que un poco más allá se encuentra Boston, el Océano Atlántico, las costas españolas y, en algún lugar de la península, Toledo y la casa de Daddy. Mi habitación debería estar orientada al Este, pero éste no es un edificio independiente y en la parte de atrás hay otra vivienda. Mi consuelo es que puedo contemplar el atardecer y Fulton St., y no la fachada lateral de los vecinos, porque el espacio intermedio con la alambrada es un poco tétrico.
06:45 AM. Bedroom
Antes de que coja la mochila y salga por la puerta, más que una recomendación, lo que Ana me ha pedido es una exigencia, que repase el horario de clase y lo que llevo en la mochila. No sea que me deje algún libro o cuaderno olvidado. Porque no descarta que sea ella quien lo compruebe después de que yo haya salido por la puerta y se encuentre con que soy más despistada de lo que se supone. Que el otro día no me llevara el libro de Spanish fue una mala idea y ella parece que lo ha interpretado como una falta de interés por mi parte hacia la asignatura más importante de este curso, de la que depende mi continuidad o no en el St. Clare’s. Lo que hasta cierto punto reconozco que fue premeditado, porque no esperaba que el profesor se fuera a mostrar tan exigente desde el primer día. En el St. Francis los profesores eran algo más considerados el primer día de clase. Mr. Bacon nos exigirá que llevemos los ejercicios al día; que trabajemos en su asignatura tanto o más que en las demás, aunque mi planteamiento no haya cambiado al respecto y pretendo hacer lo mínimo para que me apruebe y librarme de este compromiso. Al menos, he hecho una nueva amiga que conoce el idioma y no necesitará de mucho esfuerzo para obtener la mejor calificación, por lo que no le importará ayudarme. De todos modos, espero que no me considere una aprovechada y que, si de verdad llegamos a ser buenas amigas, no piense que me motiva tan solo el interés. Ya me he dado cuenta de que no tenemos tanto en común y quizás no sea tan fácil que estemos de acuerdo en todo, pero, mientras nos necesitemos y haya entendimiento, supongo que seremos amigas.
Friday, September 8 Day period: 3 1 English 2 World History I 3 Spanish Lunch A 4. Physical Education/Health 5. Algebra 1 6 Science
De todas maneras, no es mala la costumbre de tener algunas cosas en la taquilla de high school, para no tener que ir tan cargada. Aunque Ana ya me ha advertido que sea prudente y sobre todo que no me excuse con que se me ha olvidado el libro de Spanish en la taquilla para no estudiar en mi habitación. Cuantas menos cosas guarde en la taquilla mejor, menos probable que me las roben o se pierdan, porque en el Medford High se aprende, pero aquí se estudia, aparte de que por las tardes tenga otras actividades, que en mi caso son las obligadas porque no tengo tampoco demasiadas iniciativas ni intereses propios destacables. Desde que no me escapo para jugar con los chicos del parque o huir para que no me controlen, mis tardes son un tanto aburridas y monótonas, pero es que como tal nunca he encontrado otro ambiente fuera aquí y con las chicas de aquí tampoco es que tuviera una especial complicidad. Con Jodie y Brittany me relacionaba, pero ellas iban por su lado y yo por el mío, a ellas les gustaba hablar de sus planes de fin de semana con sus familias de acogida y a mí soñar con la posibilidad de que Daddy venga recogerme algún día. Ellas terminaron compartiendo una habitación para las dos y yo conseguí otra para mí sola, con la suerte de que las niñas pequeñas duermen juntas en la misma habitación y las mayores no somos tantas. Se intenta que aquí vivan las menos niñas posibles y que en su mayoría tengan familia de acogida por el barrio, para que crezcan en un ambiente familiar, aquí quedamos las chicas con una situación personal o familiar un poco más complicada.
07:05 AM. Fulton Street & Fulton Spring Rd
He llegado a tiempo a la parada, el school bus todavía no ha pasado porque hay más gente a la espera. Lo cual es un alivio porque ya me temía que llegaba con algo de retraso y me tocaría ir a pie hasta el Medford High. En realidad, no sé cuánto tardaría, si lo intentara, pero me temo que llegaría apurada para estar allí antes de que comience la primera clase. Supongo que, si paso la I93 por el túnel, y llego hasta Lawrence Road, desde allí puedo ir hasta Winthrop Street y no me quedaría más que un paseo hasta el Medford High. Es mucho más cómodo en el bus porque voy sentada y no me tengo que cansar. Supongo que no tengo que envidiar la suerte de nadie y menos la de Yuly porque a ella la traen en coche desde West Roxbury y estoy convencida de que madruga más que yo. Ella sabrá por qué lo hace. A mí me parece una locura y en su caso preferiría estudiar más cerca de casa, aunque no tanto como me ha contado que su colegio está al cruzar la calle y lo ve desde la ventana de su dormitorio. La diferencia entre el curso pasado y éste para ella es mucho más evidente que para mí. En mi caso tan solo he de ir al barrio de al lado. Si tuviera que irme al otro lado de Boston preferiría la opción de Matignon High, pero por suerte para mí no me he visto en esa tesitura ni espero verme en los próximos años. Si puedo, no me importaría estar en estas condiciones hasta que tuviera que ir a la universidad, aunque para entonces no creo que sea factible que me dejen seguir en el St. Clare, aunque confío en que Daddy habré venido a por mí antes o que tendré la opción de irme con él. De todos modos, es mejor que no me haga ilusiones en ningún sentido. Aún tengo que aprobar este curso y sobre todo la asignatura de Spanish, lo que se me plantea como un objetivo difícil de alcanzar, ya que, por mucho que me esfuerce, no creo que aprenda nada.
Si Yuly viviera en el barrio o su casa estuviera en la ruta del bus, tal vez quedásemos la, pero me temo que no hay ninguna ruta que llegue hasta West Roxbury, por lo cual no hay posibilidad de que Yuly y yo hagamos planes en ese sentido. Con el único que coincido, y que parece que será todos los días, es con el estúpido de mi compañero de clase, con quien preferiría no tener que pasar tanto tiempo a quien tengo claro que evito todo lo que puedo, porque es el instigador de la cancioncita y de las burlas contra mí. Si no le caigo simpática, no es problema mío, tampoco lo he pretendido, pero ello no justifica que mantenga esa actitud burlona conmigo, por mucho que se piense que en St. Francis School ya había gente que no tenía otra manera de divertirse. Ahora somos un poco más mayores, estamos en un centro educativo distinto y nuestra actitud frente a la vida debería mejorar. Si su aspiración es asumir el papel de líder dentro de su grupo de amigos, que se ría de su sombra y me deje tranquila. Si lo que pasa es que por su incompetencia la broma se le ha escapado de las manos, lo mínimo es que se disculpe o, por lo menos, que no siga con ello porque resulta humillante y no me lo merezco.
Se supone que lo mejor que se puede hacer ante esto es no hacer caso. Ya me ha quedado constancia de que los profesores están al corriente, pero todavía no se ha tomado ninguna medida al respecto porque no le están dando importancia, pensarán que ello es debido a los nervios de los primeros días y que el asunto se pasará pronto, que tan solo es una burla dentro del aula, pero eso es porque no han escuchado la cancioncita en boca de gente que no me conoce, incluso alguno utiliza mi nombre a modo de insulto, como una manera de llamar ‘tontas’ o ‘creídas’ a las chicas. Ser una ‘Jessica Bond’, por lo que me ha parecido entender, es ser una chica sin ningún atractivo, pero que pretende que la consideren una belleza, por lo que, además de fea es tonta a más no poder; no siente la menor autoestima hacia sí mismas y todo el mundo se burla de ella. Yo no soy así y no quisiera que fuera ese el concepto que la gente tuviera de mí. Reconozco que no soy una chica ‘cool’, no lo pretendo. Acepto que tengo mis problemas, pero ello no es razón para que se burlen de mí ni me humillen de esa manera.
El concepto que pretendo que los demás tengan de mí es mucho más positivo y favorecedor, quisiera que Daddy se sintiera orgulloso de mí por todo lo bueno que le cuenten o llegue a saber. Quizás el concepto que tengo de mí misma no sea muy realista o sea demasiado subjetivo, pero no me considero fea ni sin atractivo, a pesar de mi recelo hacia los espejos, pero ello es debido a otras causas. Tampoco es que sea una belleza o tenga expectativas de vivir una historia similar a la del cuento del patito feo. Tan solo aspiro a que se cumplan mis sueños y Daddy me acepte en cuanto sepa de mi existencia. Si no soy una chica un poco más sociable o extrovertida con los demás es porque mi estancia en el St. Clare o el hecho de que mi madre me abandonara al nacer no son aspectos de mi vida que me hayan dejado indiferente. Como Ana asegura, estoy en proceso de maduración, de corregir los errores y las buenas intenciones fallidas de quienes cuidaron de mí en mis primeros años. Tampoco es que me maltrataran, tan solo que no se dieron cuenta de mis verdaderas necesidades, que mi rebeldía infantil no era por mal comportamiento, sino para llamar la atención. Era una niña incomprendida.
07:45 AM. MHS Corridor
Ya que el bus es puntual dispongo de tiempo de sobra para dejar o recoger cosas de mi taquilla, aunque tampoco es que de momento me deje aquí muchas cosas, pero es la manera de no ir de clase en clase y de asignatura en asignatura cargada con todo, tan solo con lo indispensable. De hecho, si Ana no se pudiera muy exigente, me dejaría aquí olvidado el libro de Spanish, pero me temo que ese tiene un sitio reservado en la mochila cada vez que venga aquí o me vuelva al ST Clare’s, ya que la segunda vez que me tengan que llamar la atención por ello, puede que mi pretendida victoria se convierta en la peor de mis derrotas, dado que lo tengo muy fácil para verme liberada de la asignatura más odiosa del mundo, pero la alternativa es mucho peor y no quiero renunciar a la oportunidad de llegar a reunirme con Daddy. Porque no sé si el chantaje emocional será suficiente motivación, pero más me vale que lo sea porque Ana confía en mis capacidades y en que todo lo que tengo no es más que una tontería que nadie se cree.
Viernes por la mañana, primera hora del día y Yuly viene por el pasillo con el tiempo justo. Un poco más y se queda en la calle o hacen que se pase la hora en el aula de estudio hasta la siguiente clase porque la puntualidad implica que no pueda entrar. El miércoles me aseguró que había llegado con tiempo, pero ayer también estuvo a punto de quedarse fuera porque viene desde muy lejos y supongo que su puntualidad no depende tan solo de la distancia, sino de las condiciones del tráfico y la ruta escogida por sus padres. Debería hacer como todo el mundo y mudarse más cerca o buscarse otro instituto, aunque ello conllevaría que me plantease la búsqueda una nueva amiga y si me conviene que lo sea ella, dado que no tendríamos nada en común y sería una amiga como todas, de las que se acaban yendo antes o después. Por eso me es tan complicado hacer amigas en mis circunstancias porque por uno motivo u otro al final no llegamos a tener tiempo de afianzar esa amistad, esa complicidad entre las dos.
Hasta ahora no habíamos coincidido en el pasillo, en las taquillas, por lo cual no he sabido cuál es la suya, aunque he sospechado que no estarían muy juntas porque no pertenecemos al mismo grupo y nuestros apellidos tampoco son seguidos, sin que por mi parte en realidad haya un gran interés, pero si estuvieran cerca, sería un ocasión más para vernos, para que éste fuera nuestro punto de encuentro a la hora del descanso, de manera que ninguna tenga que salir de su última clase con más prisa que la otra. El edificio no es tan grande y por lo que he comprobado estos dos días tampoco no ha tocado estar tan alejada la una de la otra, aunque entiendo que ello depende de la asignatura, ya que por su parte asumo que no falta interés y por la mí no he encontrado mejor compañía y tampoco la he buscado, porque en realidad temo lo que pueda pasar en los próximos días, cuando Yuly empiece a tomar confianza con alguna otra chica y se olvide de mí porque no tenemos tanto en común y lo de la redacción para la clase de Spanish no se alargara todo el año ni siquiera el trimestre.
Para mi sorpresa la taquilla que abre no se encuentra en uno de los extremos del pasillo, aunque tampoco sea la que está justa al lado de la mía, sino que tan solo nos separan cuatro, de modo que ello facilita que nos podamos saludar, que empecemos el día con un momento de complicidad entre amigas, que no nos ignoremos, lo cual tampoco es mi intención, pero dada la hora que es y lo apurada que ha llegado, me temía que me trataría con poco más de frialdad. En cambio, es como si nos fuésemos a sentar juntar en clase, aunque desde aquí cada cual se irá a la suya.
Yuly: ¡Por los pelos! – Me dice en tono afable. – Había tráfico. – Me comenta. – Si se tratase de Mr. Bacon no me hubiera importado llegar tarde y faltar a clase, pero éste es un hueso duro. – Me comenta.
Jess: ¡Si yo falto a clase de Spanish, me cuelgan! – Le respondo con complicidad. – Con el resto de las asignaturas no importa tanto porque se supone que soy más responsable.
Yuly: Conmigo tampoco hacen excepciones. – Me contesta.
Ms. Bradford: (Pasa por nuestro lado) A ver, las charlatanas, ¡qué empiezan las clases! Dejad las confidencias para el descanso. – Pide y entendemos que se refiere a nosotras.
Yuly: Perdón. – Se disculpa.
Ms. Bradford: Cuando estéis en clase de English, no ejercitéis el musculo equivocado. – Le responde. – Si queréis hablar, ofreceros voluntarias cuando haya que salir a la pizarra. – Nos sugiere.