¿QUIÉN HA DE SER?
¿Quién ha de cambiar mi vida?
¿Quién ha de transformar mi corazón?
¿Quién, entre todo lo que existe?
¿Quién tiene para mí tanto amor?
¿Las piedras, lo que permanece siempre
aquello que no mueve el viento
aquello que por lanzarlo se muere
aquello que en la vida no se quiere?
¿El viento? ¿Acaso el viento cambia?
¿Acaso el viento no es aire que se mueve?
Porque el viento empuja cuanto tiene
Pero yo he sentido que conmigo no puede
¿Quién ha de cambiar mi vida?
¿Quién me ha de entregar su amor?
¿Quién ha de ser, si no puede entrar?
¿Quién, si no le voy a dejar pasar?
¿Esa piedra inerte, ese viento de muerte
ese silencio que habita en mi alma
quizá sea a quien ahora llamo
ese quien a quien busco y amo?
Esa piedra permanece donde cae,
ese viento que sopla y arrastra lo que trae
ese silencio que no resuena en el ruido
ese quien sólo puede ser Cristo vivo.