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Introducción
En su momento, en un intento un tanto ingenuo y novelado, quisimos imaginarnos Toledo como La capital del mundo, que recuperase ese esplendor del pasado y volviera a ser algo así. Que tuviera un palacio presidencial a la altura de esa importancia, porque la sede de la Presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha, en comparación y equiparación con esas capitales de fama y prestigio internacional, se nos quedaba pequeña, insignificante. Pensábamos que en Toledo hay otros edificios «ocupados» que podrían darle a esa capitalidad una magnificencia y esplendor a la altura de tan altas expectativas.

Sin embargo, ha sido la propia ciudad la que nos ha sacado de nuestro error, después de todo lo que hemos visto y visitado hasta ahora, confirmado que esas alternativas quizá sí haya dignas alternativas y opciones en la ciudad para ser la sede de la Presidencia del mundo, que nadie dice que no y para la foto quedan muy bien. Pero, si Toledo no necesita ser la capital del mundo porque ya tiene el sobrenombre de «Ciudad imperial», tampoco necesita que los ilustres visitantes y dignatarios que acuden a Toledo a hablar con el presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha, sean recibidos en un sitio ni más ni menos digno que éste
Palacio de Fuensalida

El edificio está localizado en el Plaza del Conde, junto a la iglesia de Santo Tomé. En la actualidad es la sede de la Presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha y lugar de celebración de los plenos del Consejo de Gobierno.
Se encuentra integrado en una gran manzana, de la que también forman parte el Taller del Moro y la Iglesia de Santo Tomé, que configura la fachada norte de la Plaza del Conde de la ciudad de Toledo.
La historia del Palacio de Fuensalida de Toledo se vincula a figuras históricas como Garcilaso de la Vega, El Greco, o Lope de Vega, pero especialmente a las de Carlos I y su esposa la emperatriz Isabel de Portugal, madre de Felipe II.
La fachada del palacio es de fábrica de mampostería encintada y pilastras de ladrillo. Su austeridad no revela el refinamiento del interior, sus estancias enfrentadas se abren a un gran patio porticado de estructura rectangular, dispuesto en dos alturas. Destaca la potencia, estilismo y brío de sus dieciséis pilastras octogonales coronadas por capiteles, decorados con cabezas y escudos de las familias Ayala y Castañeda. El edificio, con salones y estancias decoradas a base de yeserías mudéjares, y, con grandes artesonados, tras su proceso de rehabilitación, ha procurado recuperar con la mayor pureza posible, lo que fuera el primitivo palacio.
El Palacio de Fuensalida, edificado a finales de la primera mitad del siglo XV – hacia 1.440- por encargo de don Pedro López de Ayala, primer señor de Fuensalida, es el mejor exponente palaciego del mudéjar toledano, de inspiración hispano-musulmana, una tipología histórica escasa en nuestro patrimonio edificado, donde se fusionan tres estilos: gótico, plateresco y mudéjar. articulado en torno a un patio interior al que se abren distintas dependencias. Su aspecto exterior es cerrado, construido con materiales pobres –tapial, ladrillo yeso y madera- a excepción de la portada.
El palacio de Fuensalida o de los Ayalas obedece a un modelo de palacio mudéjar, de inspiración hispano-musulmana, que fue implantado en la ciudad de Toledo a mediados del siglo XIV y que perduró el resto de la Baja Edad Media. Articulado en torno a un patio interior al que se abren distintas dependencias. Su aspecto exterior es cerrado, construido con materiales pobres –tapial, ladrillo yeso y madera- a excepción de la portada.
Se levantó a finales de la primera mitad del siglo XV -hacia el 1440-, en tiempos del primer Conde de Fuensalida, D. Pedro López Ayala. Está construido con materiales pobres -tapial, ladrillo, yeso y madera-, con una organización volcada hacia el interior, girando en torno a un patio al que se abren distintas estancias. En el aspecto decorativo aparece una mezcla de los estilos gótico y mudéjar, logrados con gran armonía, produciendo un efecto de austeridad y nobleza.
Entre 1580 y 1603, el Palacio de Fuensalida fue una de las Academias literarias del Siglo de Oro español más prestigiosas de Toledo. A partir de una reunión organizada en el salón de la casa del canónigo don Diego López de Ayala, más adelante y con reglamento inspirado en el de una academia madrileña, la continuará en su palacio don Pedro López de Ayala (sexto duque de Fuensalida). Entre sus miembros más destacados se encuentran José de Valdivielso, Francisco de Pisa, Luis Quiñones de Benavente y el anotado simplemente como el Pintor, sin duda, El Greco. La vinculación del pintor con esta Academia se refuerza por la estrecha relación que los condes de Fuensalida mantenían con la Iglesia de Santo Tomé (Toledo), a cuyas expensas se realizó el cuadro El entierro del conde de Orgaz.
El Palacio, tras pasar por distintas fases de habitación (dejó de ser residencia noble, instalándose en él un cuartel militar y últimamente vivienda para vecinos), en 1.964 fue adquirido por la Dirección General de Patrimonio Artístico, Archivos y Museos que lo restauró y lo abrió al público para su visita en 1.969.
En 2010 vuelve a abrir sus puertas, tras otro laborioso y exhaustivo proceso de restauración, que asimila las transformaciones sufridas a lo largo del tiempo, y que han pasado a formar parte de su personalidad, sin alterar su esencia.
Actualmente se celebran en él las sesiones plenarias del Consejo de Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
El edificio es de inspiración hispano-musulmana, articulado en torno a un patio interior al que se abren distintas dependencias. Su aspecto exterior es cerrado, construido con materiales pobres –tapial, ladrillo yeso y madera- a excepción de la portada.
La novedad ornamental del palacio viene dada por los motivos geométricos que desarrollan en yeso distintas versiones de tracerías góticas con motivos derivados del gótico flamígero.
Adquiere también un papel relevante en todo el edificio la carpintería policromada de las distintas estancias.
La composición de la fachada es de gran sencillez, destacando la portada de sillería con columnas lisas, el tímpano flanqueado por dos leones sobre modillones de piedra y completando la decoración, escudos heráldicos.
La portada de entrada
La composición de la fachada es de gran sencillez, destacando la portada de sillería con columnas lisas, el tímpano flanqueado por dos leones sobre modillones de piedra y completando la decoración, escudos heráldicos.
Esta portada aparece descentrada con respecto al eje y a la zona noble del palacio.
La portada del palacio es de sillería, con escudos de los Condes de Fuensalida , y flanqueando la puerta de entrada hay unas columnas rematadas por leones.

Zaguán de Entrada
Salva la orientación de acceso al palacio, comunicando a través de una escalera, con el patio interior. Antiguamente también daba a las caballerizas situadas en la planta baja del palacio.
Escalera
Comunica el zaguán con el patio interior; posee una baranda de piedra decorada con motivos ornamentales de inspiración plateresca. La techumbre de la escalera es de madera formada por un artesonado decorado con artesones o casetones renacentistas.
Patio
El patio es de planta rectangular, con galerías altas y bajas en todos sus lados y con amplia escalera desde el zaguán, cubierto éste último con rico alfarje. Al fondo de las galerías se abren, en dos de sus lados, los arcos y ventanas ajimezadas (divididas por una columna) correspondientes a los salones con alhamias (poyos de piedra recubiertos de azulejos), en uno de las cuales murió la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, en 1539.

Éste está formado por pilares de sección octogonal coronados por capiteles decorados con cabezas y escudos de los López de Ayala y de los Castañeda.



Debe su nombre al hecho de que aquí estuvo expuesto el cuerpo de la esposa del emperador Carlos V tras su muerte en 1539.
El patio tiene una estructura rectangular dispuesta en dos alturas. Está articulado por pilares de sección octogonal coronados por capiteles decorados con cabezas y escudos de los López de Ayala y de los Castañeda. En las yeserías del patio predominan los motivos digitados y las hojas de vid y roble.

Copia de la escultura de Isabel de Portugal (1503-1539), esposa de Carlos V, cuyo original, depositado en el Museo del Prado, fue realizado por Leone y Pompeo Leoni a mediados del S. XVI inspirándose en un lienzo de Tiziano
Puertas y ventanas de salones principales
Comunican los grandes salones situados en las dos plantas del palacio con las galerías del patio interior. Tienen un carácter monumental y suntuoso estando profusamente decoradas con arcos de yeserías mudéjares, flanqueadas por ventanas de arcos de traza ojival.
Escaleras del patio

Consta de un arco rebajado, decorado con casetones y florones renacentistas.
Segundo piso
Gran salón del segundo piso
Destaca por tener cubierto su techo por armaduras apeinazadas, de limas moamares, en forma de artesón invertido. Su almizate se decora con lazo de ocho y sus faldones, de jaldetas almenadas, que se cubren con motivos geométricos ochavados y chellas con labor de claraboya.
Película
A mediados de siglo, en 1964, el Palacio de Fuensalida fue escenario de algunas escenas de la Película «El Greco», que fue estrenada en 1966. Dirigida por Luciano Salce, protagonizada por Mel Ferrer y Rosanna Schiaffino y con música de Ennio Morricone, el film no obtuvo el éxito previsto.
Web de referencia
- cultura.castillalamancha.es Palacio de Fuensalida
- Castilla La Mancha / gobierno / sede
- Descargas:
Dossier del Palacio de Fuensalida.pdf
- Descargas:
- Wikipedia.org Palacio_de_Fuensalida
- Toledo Olvidado el Palacio de Fuensalida
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