Introducción
Como parece que esto de explorar la ciudad de Toledo y llamar a todas las puertas es un no parar. nos hemos topado con este palacio, que en la actualidad está disponible como alojamiento para turistas, más que como edificio monumental, aunque no por ello tiene menos importancia ni historia que el resto de la ciudad.
En la entrada anterior estábamos en la iglesia de San Lorenzo, lo que queda de ésta porque es un edificio privado y este palacio de encuentra en a calle de San Lorenzo, en las proximidades.
Como curiosidad añadida a la historia del palacio y sus habitantes, los investigadores sitúan aquí a uno de los posibles autores del libro «El lazarillo de Tormes», parte de cuya historia se desarrolla en Toledo, palacio que también aparece mencionado con su denominación de la época.
Como curiosidad comentar que éste es otro de esos edificio de la ciudad que tiene una puerta «viajera», dado que la puerta original se encuentra en otro edificio de la ciudad, porque el edificio fue declarado en ruinas y posteriormente rehabilitado. es más. según comentan en la información recopilada, piezas del edificio fueron llevadas a París.
No he querido incluir en esta información eventos de índole político, aunque sí incluyo un enlace
El Palacio de Munárriz
A 3 minutos andando de la catedral, tiene tres habitaciones dobles con sus baños en suite, aseo de invitados, tres salones, un comedor interior, otro comedor en un patio, cocina completa y zona de lavado. Además, un maravilloso jardín y una piscina con vistas al valle del Tajo. En cuanto a la decoración, la típica de un palacio barroco toledano: muebles de época, imaginería religiosa, suelos de barro y cerámica talaverana.
En la colación de la antigua parroquia toledana de San Lorenzo, a escasos metros del Colegio de Infantes, actual sede del Museo de Tapices de la Catedral Primada, se encuentra el Palacio de Munárriz, antigua casona construida en 1536 que perteneció originariamente a Rodrigo Niño de Guevara y en cuya dirección de obras intervino Alonso de Covarrubias. Sus estancias fueron habitadas por el canónigo Andrés Munárriz, quien mandó colocar la «Campana Gorda» de la Catedral Primada. De entre sus elementos artísticos destacaba una bella portada renacentista, a modo de arco triunfal, que hoy se encuentra a la entrada del Cigarral del Ángel.
La que fuera casa original de Rodrigo Niño Lasso, señor de Añover y miembro de la Orden de Santiago, situada junto a la Iglesia de San Lorenzo es conocida desde el siglo XVIII como casa o palacio de Munárriz, en honor a D. Andrés de Munárriz, capiscol y obrero mayor de la Catedral Primada bajo cuyo mandato se fundió la célebre campana gorda.
El edificio original fue encargado por Rodrigo Niño hacia 1536. Enrique Egas trazó el patio y se contrató como escultor a Pedro de Egas y como canteros a los granadinos Juan de Aysera, Pedro Muñoz y Francisco de Medina. Sin embargo los incumplimientos del contrato llevaron a que fuese Alonso de Covarrubias quien se hiciera cargo en 1539 de las obras así como de la ejecución de los capiteles y columnas de mármol del patio.

El portentoso edificio tuvo diversos dueños e inquilinos desde entonces, destacando la presencia en él de José Francisco Aizquibel -o Aizkibel- Epelde, escritor y lexicógrafo vasco (Azcoitia, 1798- Toledo, 1865) que vivió en el Palacio de Munárriz durante años.


Arruinado durante los primeros años del siglo XX, en la década de los cincuenta el caserón fue adquirido por el prestigioso arquitecto Fernando Chueca Goitia, quien lo recuperó y lo convirtió en lugar de residencia para sus estancias en actual capital regional.

A mediados del siglo XX el estado de ruina del edificio hizo que la portada hubiera de ser apuntalada, lo cual facilitó que se concediera permiso para su venta y traslado a la entrada del Cigarral del Santo Ángel Custodio, donde puede ser hoy admirada:



Poco después del fallecimiento de Aizquibel Epelde da comienzo el progresivo deterioro y abandono del edificio, que desde entonces y hasta mediados del siglo XX sufrió un lamentable expolio que prácticamente acabó con él. De este modo fue tristemente desmantelado, siendo desmontado el patio de Covarrubias cuyas cuarenta columnas terminaron en París, fueron desmontados los artesonados para ser vendidos a subasteros y constructores y fueron retiradas las soberbias ocho rejas de Domingo de Céspedes que lo adornaban.




Así es la casa de Toledo donde vivió el posible autor del Lazarillo de Tormes

La casa donde nació y vivió Sebastián de Horozco, uno de los posibles candidatos a la autoría del Lazarillo de Tormes, ha sido localizada en la calle del Barco de Toledo por el periodista y escritor Mariano Calvo y el urbanista medieval Jean Passini.
En una entrevista con Efe, Calvo indica que la trascendencia del hecho estriba en que la calle del Barco es el escenario urbano donde transcurre el capítulo tercero del Lazarillo, lo que supone un nuevo indicio sobre la presunta vinculación de Horozco y la novela anónima.
El argumento de la novela se inicia en Salamanca con el nacimiento del protagonista en una aceña del río Tormes, subraya Calvo, pero en ella «el papel de Toledo es omnipresente, de tal manera que de los siete capítulos de que consta, seis transcurren en la Ciudad Imperial y su entorno».
Sería su vivienda habitual
Por su parte, Passini ha precisado que la investigación para la localización de la casa de Horozco ha partido del inventario de bienes raíces del dramaturgo toledano, realizado tras su muerte en 1579, donde se especifican, entre otras propiedades, cuatro casas en la parroquia de San Lorenzo, la principal de las cuales, su vivienda habitual, se ubicaba «en la calle ancha de la cruz», parte de la actual Calle del Barco.
Tras la consulta de diversa documentación correspondiente al barrio de San Lorenzo, el urbanista francés determinó la ubicación de la casa de Horozco en los actuales inmuebles 20-24 de la calle del Barco.
La lectura minuciosa del texto del Lazarillo revela, según Calvo, que en la calle del Barco se hallan todos los elementos que configuran la escenografía del capítulo tercero, que trata de la relación de Lázaro con su amo el escudero.
La calle del Barco, escenario del capítulo tercero del Lazarillo
Estos son ‘el Mercado’ adonde el amo de Lázaro le envía a comprar; ‘la Tripería’ donde el pícaro limosnea uñas de vaca y tripas cocidas; el palacio del ‘Conde de Arcos’ (hoy palacio de Munárriz); ‘el cementerio’ (de San Lorenzo) adonde se dirige el cortejo fúnebre; ‘la casa del escudero’ y finalmente ‘el río’ con la huerta donde el hidalgo galantea a las «rebozadas mujeres».
Calvo subraya que los lugares mencionados a lo largo de toda la novela son «demostradamente verídicos» y también lo son las menciones del narrador acerca de la calle donde vive el escudero, compatibles con la calle del Barco.
La coincidencia de que Horozco comparta calle -«y tal vez casa»- con el escudero del Lazarillo no puede ser despachada, a juicio de Calvo, como una circunstancia producto del azar, sino que reta a los estudiosos a plantearse las interesantes posibilidades que sugiere.
Y aunque reconoce que dicha coincidencia no basta por sí sola como demostración de autoría, considera que «es un hecho objetivo que la única candidatura que puede argüir tan estrecha cercanía con la escenografía del Lazarillo es, hoy por hoy, la de Sebastián de Horozco».
Recuerda que, junto a este escritor, se han propuesto otros candidatos a la paternidad de esta novela anónima, como fray Juan Ortega, Juan y Alfonso de Valdés y Diego Hurtado de Mendoza, entre otros muchos, sin que hasta el momento se haya conseguido el consenso de los críticos.
El primero en proponer la candidatura de Horozco fue el erudito sevillano José María Asensio en 1867, seguido por Julio Cejador, Francisco Márquez Villanueva y Jack Weiner, entre otros.
Sebastián de Horozco nació en Toledo hacia 1510, hijo de un maestro de obras y una madre de ascendencia judeo-conversa, estudió Cánones y Derecho en la Universidad de Salamanca y ejerció de jurisconsulto en Toledo hasta su muerte en 1579.
Es autor de glosas en verso sobre más de tres mil refranes, de un Cancionero, un libro de crónicas históricas, tres piezas dramáticas y un entremés; tuvo varios hijos, uno de los cuales fue Sebastián de Covarrubias, autor del primer diccionario de la lengua castellana.
Web de referencia
Así es la casa de Toledo donde vivió el posible autor del Lazarillo de Tormes (cmmedia.es)
Contubernio antifraquista en el Palacio de Munárriz (abc.es)
¿Qué palacio de Toledo se alquila por 743 euros la noche? (elespanol.com)
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