Agua pasada

Agua pasada

Agua pasada no mueve molino,
como tus lágrimas que no llegan
o las peras en las ramas de un pino.

Así lloraba aquel, tu peregrino.
Unos bellos ojos se lo advirtieron,
una sonrisa que se murió luego.
Como un pez volando por el cielo
así paso yo, si nos cruzamos.

Tú nunca mirarás hacia el cielo,
Nadie ha visto a un pez volar
y menos sobrevolando Toledo,
que no es ciudad para el mar.

Como la blanca nieve en primavera,
va a caer siempre contra el cristal,
así suelen caer todos mis saludos,
para después volver del río al mar.

El sol les vuelve a hacer su silencio,
los vuelve a llevar otra vez al cielo,
porque las lágrimas de este poeta,
ya nunca serán para tu pañuelo.

Manuel Pellicer. Poemas de 1991

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