Introducción

Convento de San Gil de Toledo (Cortes de Castilla-La Mancha)

Convento de San Gil
El convento de San Gil data del siglo XVII. Tras múltiples asentamientos provisionales, los franciscanos descalzos o gilitos acometieron las obras de un convento de nueva planta gracias a la donación de Francisco y Juan de Herrera. El maestro de obras Martínez de Encabo se encargó de llevar a cabo los trabajos, probablemente bajo la dirección de Juan Bautista Monegro. Iniciadas en 1610, las obras de la iglesia habían concluido en 1618, aunque no así las del convento. Desamortizado en el siglo XIX, se convirtió en cárcel provisional hasta el fin de la Guerra Civil. Fue utilizado también como cuartel de la Guardia Civil y parque de bomberos.


El convento de San Gil de la ciudad española de Toledo data del siglo xvii. Los franciscanos descalzos, o gilitos, llegaron a esta ciudad a mediados del siglo XVI, estableciéndose en 1557 en las proximidades de la ermita de la Virgen de la Rosa. Posteriormente, entrado el siglo xvii, dos hermanos, Francisco y Juan de Herrera, hicieron donación a los frailes de 16 000 ducados para la construcción del nuevo convento.
Las obras comenzaron en 1610, y el maestro de albañilería Martínez de Encabo se comprometió a labrar la iglesia y el convento en cuatro años. Muy posiblemente el tracista de la obra fuera Juan Bautista Monegro, con quien trabajaba Martínez de Encabo, en la iglesia de San Pedro Mártir. El convento «de los Gilitos», como vulgarmente se le conoce, es un ejemplo perfecto de la sencillez y sobriedad de la arquitectura toledana de comienzos del siglo xvii.
Los monjes descalzos franciscanos habitaron el edificio por más de doscientos años, con la austeridad propia de su regla. En 1835, se decretó la famosa desamortización de Mendizábal, por la que se obligaba a cerrar los conventos con menos de doce frailes. En enero de 1836 el gobernador civil ordenó la exclaustración de los frailes y el cierre definitivo del convento.
A lo largo del tiempo después de la expropiación, el convento fue utilizado para diversos fines. En su primera época como propiedad estatal, fungió como presidio en sustitución de la antigua cárcel de la calle Alfonso XII, la cual se encontraba en muy mal estado. En el lustro que parte de 1851 se planificaron las obras y se recaudaron los fondos para las mismas (fueron necesarios 95.280 reales y 24 maravedíes). Entre las reformas de remodelación, cabe destacar el estrechamiento de las ventanas, posiblemente para evitar la fuga de presos.
Convento de San Gil. Wikipedia

Con gran austeridad, como era norma, durante más de dos siglos habitaron el edificio los monjes franciscanos descalzos, hasta que en 1835 se obligó a cerrar el convento de San Gil debido a la exclaustración decretada por la Desamortización de Mendizábal, que obligaba a cerrar los conventos que tuvieran menos de 12 frailes. Fue en enero de 1836, cuando el gobernador civil promulgó una orden para exclaustrar los conventos que aún quedasen abiertos, el momento en que se cerró definitivamente el convento.
Convento de San Gil. Toledo Olvidado
Una vez que el edificio pasó a ser propiedad estatal, y ante la necesidad de construir o habilitar una nueva cárcel (la cárcel vieja de la calle Alfonso XII se encontraba en muy mal estado), se decide que Gilitos sea el lugar elegido para albergar el nuevo presidio. Entre 1851 y 1852 se planean las obras y en 1854 se recaudan los 95.280 reales y 24 maravedíes necesarios para las mismas. Los primeros presos parece que debieron entrar hacia 1860. De esta época datan las primeras imágenes del convento-prisión, en las que es curioso observar que ya las ventanas han sido empequeñecidas para probablemente evitar fugas de presos, aunque las crónicas hablan de una muy deficiente seguridad en el edificio:
El edificio
En planta, el edificio consta de dos zonas: la iglesia, situada en la fachada este, y el ámbito conventual, que se distribuye en torno a un patio. Todo ello forma un rectángulo. La diferencia de altura entre la fachada este y la oeste hace que la iglesia esté a la altura de la segunda planta.
El patio, antiguo claustro, se conserva en su estado primitivo; es de ladrillo, y se alza en cuatro alturas.

La iglesia destaca por su volumen, por sus formas sencillas y rotundas, por encima del edificio conventual. De gran sencillez, ésta consta de una sola nave y un crucero sobremontado por una cúpula semiesférica sobre pechinas. El presbiterio tiene a cada lado dos espacios, a modo de capillas, separados por arcos. La nave está decorada por pilastras pareadas que se prolongan, después de una fuerte cornisa, por la bóveda de medio cañón a modo de arcos fajones.
Exteriormente el convento destaca por volúmenes sencillos y sobrios. Todos sus muros son de ladrillo y mampostería, dispuesta en hiladas horizontales.

También destaca por su belleza, la cornisa de ladrillo que rodea el perímetro de la iglesia. La cúpula está encerrada exteriormente en un cuerpo cúbico, con cubierta a cuatro aguas.
Desde 1985 el edificio, rehabilitado bajo la dirección del arquitecto Fernando Chueca Goitia, es sede de las Cortes de Castilla-La Mancha.











Interior del edificio




Las Cortes de Castilla-La Mancha son el órgano legislativo de la comunidad autónoma española de Castilla-La Mancha, cuya sede se encuentra en el antiguo Convento de San Gil, situado en la calle Bajada del Calvario de la ciudad de Toledo.
Desde 1985 el convento de San Gil es sede de las Cortes de Castilla-La Mancha.
Wikipedia
Salón de plenos


Patio Exterior




Escultura de homenaje a las victimas del Covid
Obra del artista toledano Enrique Tortajada, está dedicada al personal de servicios esenciales en la pandemia
Las Cortes de Castilla-La Mancha han instalado un monumento en el patio principal de su sede en Toledo, el Convento de San Gil, en homenaje a las personas fallecidas por Covid-19 y en signo de reconocimiento también al conjunto de profesionales de los servicios esenciales que durante los momentos más duros de la pandemia han estado en la primera línea de acción para combatir todas las adversidades.
Se trata de una instalación en acero, dotada con una tenue iluminación, que es visible desde diferentes puntos del casco histórico como el Puente de San Martín y el Paseo del Tránsito, o desde el Valle del Tajo y el Cerro de la Ermita de la Virgen de la Cabeza.
Recreación (Diciembre 2021)
El edificio de Grupos de las Cortes regionales acoge un belén con una recreación histórica del barrio toledano de San Cipriano y el antiguo Convento de San Gil
Es una obra póstuma del maquetista José García Sánchez-Boato


Fuentes:
Convento de San Gil (Toledo) – Wikipedia, la enciclopedia libre
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