¿El primer submarino en Toledo?

Los primeros ensayos de submarinos españoles.

Por lo que respecta a España, la primera tentativa de este tipo de la que tenemos constancia histórica se remonta al año 1538, en que el Emperador Carlos V presenció, en el río Tajo, las pruebas de una embarcación que podía sumergirse por debajo del agua. Según un informe de Taysner (“Opusculum Taisnieri”, publicado en Colonia en 1562), dos “griegos” -posiblemente no originarios de la misma Grecia- “entraron y salieron varias veces del fondo del Tajo, ante la presencia del Emperador Carlos V, sin mojarse y sin extinguirse el fuego que llevaban en sus manos”.

Dibujo de una campana para bucear y sacar objetos del fondo del mar inventada por José Bono, natural de Palermo. ©MECD. Archivos Estatales (España)

El extraordinario hecho tuvo lugar en Toledo y, según parece, el sistema empleado por estos submarinistas fue una especie de campana dentro de la cual, debidamente protegidos, podían permanecer bastante tiempo bajo el agua.

El Turtle

Fue el primer submarino militar diseñado por el estadounidense David Bushnell (Saybrook, Connecticut) en 1776. Tan sólo podía albergar a un tripulante y fue el primer submarino con capacidad de operación subacuática y movimiento independiente. También fue el primero en usar hélices para propulsarse. Tenía ventanillas con cierre hermético y se desplazaba mediante dos tornillos manuales. Desplazaba 900 kg.

EL PRIMER SUBMARINO DE LA HISTORIA SE SUMERGIÓ EN TOLEDO.

En época de Carlos I se inició una curiosa tradición naval en España, la de construir ingenios submarinos que permitieran a nuestros ejércitos incrementar su poder en los mares. Y esta curiosa tradición se pudo iniciar en Toledo, en el río Tajo.

Hay que remontarse varios siglos para conocer el que fuera el primer ‘submarino’ español. El guía oficial Juan Luis Alonso ha publicado una curiosa e interesante investigación en la web Leyendasdetoledo.com desvelando que «en 1538 una de las primeras experiencias de navegación submarina se realizó en Toledo, en el río Tajo

El emperador Carlos I, sorprendido por un artefacto sumergible en el Tajo

Carlos I asistió en Toledo en el siglo XVI (1538) a una demostración sorprendente para su época, tanto que quedó recogida en un libro escrito por Taysner en Colonia en 1592: “Opusculum… de natura magnetis et eius effectibus“. ¿El primer submarino en Toledo?

«Anno 1538. in Hispaniae oppido Tolleti, in flumine Tago velocissimo, aurum generante contra solis motum, nos secus atque Danibius alli tres, in orbe cursum consumente ab occasu in quam ad ortum, corampi memoriae // Carolo Quinto Imperatore cum decem propemodem millibus hominum experientia vidi»

Taisnier, Jean: “Opusculum… de natura magnetis et eius effectibus” (Colonia, 1562)
AYSNER, J.: Opusculum… de natura magnetis et eius effectibus, Colonia, 1562, pp 40-41.

Así lo recogen el periodista Félix Arbolí Martínez en ABC (7/03/1980) y también en el número 49 (abril-junio 1980) del “Toledo, Boletín de Información Municipal” que se puede consultar en el Archivo Municipal.

Número 49 (abril-junio 1980) del “Toledo, Boletín de Información Municipal” que se puede consultar en el Archivo Municipal, con la reseña.

Por la narración breve realizada por Taysner en 1562, sabemos que en ese mismo tiempo, Carlos I se encontraba en Toledo asistiendo a las Cortes que comenzaron el 15 de octubre de 1538 y concluyeron el 30 de marzo de 1539 (1). Parece ser que hubo algún tipo de demostración, consistente en que “dos griegos entraron y salieron varias veces del fondo del Tajo ante la presencia del Emperador Carlos V, sin mojarse y sin extinguirse el fuego que llevaban en sus manos“.

Es probable que el Emperador, inmerso en varias guerras por toda Europa, estuviera ya buscando en aquellos años nuevos artilugios o máquinas de guerra que le permitieran tomar ventaja sobre sus enemigos, especialmente en el mar, donde había importantes problemas con los corsarios y con los turcos con Solimán el Magnífico al frente del Imperio Otomano, que causaban grandes problemas a las tropas imperiales.

Este invento en realidad se trataba de algún tipo de sumergible, denominado “campana húmeda”, una especie de caja metálica (a veces con forma de campana) o de madera impermeabilizada con cuero y con cierto lastre, sostenida desde una embarcación que permitiría la observación del fondo marino en la que se conservaría el suficiente tiempo aire en su interior para permitir la supervivencia de las personas que allí dentro se aventuraban.

Hasta la fecha no se han encontrado más referencias a esta demostración realizada para Carlos I en el río Tajo a su paso por Toledo. Tampoco se sabe dónde se pudo realizar exactamente la experiencia ni el resultado de la misma.

Senda Ecológica del Tajo en Toledo

Como es conocido, en 1885 Isaac Peral construyó el primer submarino militar de la historia impulsado por energía eléctrica, quién sabe si también inspirado por esta tradición submarina que tanto impresionó a Carlos I en Toledo.

El Peral fue un prototipo de submarino con propulsión eléctrica realizado por la Armada Española según un proyecto de Isaac Peral construido en los astilleros de La Carraca, en San Fernando (Cádiz). Es junto con el Gymnote (Q1) francés – botado el 24 de septiembre de 1888 – uno de los primeros submarinos totalmente eléctricos del mundo y equipado con torpedos.​ Actualmente se encuentra conservado como buque museo en el Museo Naval de CartagenaMurcia.

Submarino Peral – Wikipedia, la enciclopedia libre
Isaac Peral y su submarino.

Fuentes

El primer «submarino» español se probó en el Tajo, en Toledo, en 1538 – Leyendas de Toledo ( 25 abril, 2021)

Submarino Peral – Wikipedia, la enciclopedia libre