SILENCIO EN TUS LABIOS

Introducción

Para escribir la novela «SILENCIO EN TUS LABIOS» y que la historia se pueda desarrollar lejos de Toledo, de mi realidad, en su momento le tuve que buscar a Ana, la protagonista de la novela, un lugar donde vivir, que esté lo bastante alejado como para que ésta no tenga una relación directa con Toledo, pero a la vez lo bastante cerca como para que pueda venir a Toledo con la frecuencia que requiere el desarrollo de los acontecimientos.

La distancia, al comienzo de la novela, se convierte en una expresión de libertad, de independencia. Ana tiene ocasión de tener su vida, su privacidad, que tampoco se sepa demasiado de ella, aunque en su versión de la novela dé algunos detalles más o menos significativos.

Por su parte, Manuel, mi personaje, a pesar de presentarse como un chico un tanto introvertido y solitario, parece que tiene poco que esconder en cuanto a su vida. Como escribirá Ana en su primer encuentro. «Era el de siempre»

En la novela, como tal, no se aclara dónde vive Ana, tan solo que vive en una ciudad a dos hora de coche de Toledo, a donde se puede trasladar en autobús. Se da el dato de que, al principio de la novela, aún vive en casa de su padres y cerca de la iglesia de su barrio.

Dado que la novela se aleja de Toledo, de mi realidad, aunque sí es cierto que la ciudad de Ana es pura invención, como referencia me fijé en Segovia, sobre todo por eso de que la novela es un trenzado de narradores y me resultaba más fácil ubicarles.

De hecho, con respecto a Toledo tampoco se dan localizaciones demasiado claras, aunque la novela, hasta cierto punto esté basada en mi realidad y quiero pensar que tan solo aquellos que conozcan la ciudad o hayan tenido la ocasión de conocerme en persona, sabrán qué lugares aparecen mencionados

Toledo vs Segovia

Aquí tienes un posible blog extenso, divertido y literario con las diferencias entre las ciudades de Toledo y Segovia, que reflejen el contraste entre las personalidades de Manuel y Ana, los protagonistas de la novela “Silencio en tus labios”:

Hola, queridos lectores. Hoy os quiero hablar de dos ciudades que son muy diferentes entre sí, pero que también tienen algo en común: son el escenario de mi novela “Silencio en tus labios”, la historia de amor entre Manuel y Ana, dos jóvenes que se conocen en un retiro espiritual y que tienen que superar sus diferencias y sus miedos para estar juntos. ¿Queréis saber cómo son estas ciudades y cómo influyen en los personajes? Pues seguid leyendo y os lo cuento.

Manuel – Toledo

Toledo es la ciudad de Manuel, el protagonista masculino de la novela. Toledo es una ciudad antigua, llena de historia y de misterio. Toledo es una ciudad que guarda muchos secretos, que se esconden tras sus murallas, sus puertas y sus callejones. Toledo es una ciudad que tiene tres culturas, tres religiones y tres almas. Toledo es una ciudad que seduce, que fascina, que enamora.

Manuel es como Toledo: un hombre reservado, discreto y enigmático. Un hombre que tiene un pasado, una personalidad y una condición que no revela a nadie. Un hombre que tiene tres facetas: la de estudiante, la de escritor y la de cristiano. Un hombre que seduce, que fascina, que enamora.

Manuel vive en Toledo desde que nació. Allí creció, estudió y se formó como persona. Allí conoció a sus amigos, a sus maestros y a sus referentes. Allí descubrió su vocación, su fe y su amor por la literatura. Allí se siente cómodo, seguro y feliz.

Pero Toledo también tiene su lado oscuro. Toledo también es una ciudad cerrada, rígida y conservadora. Toledo también es una ciudad que juzga, que excluye y que reprime. Toledo también es una ciudad que silencia, que oculta y que olvida.

Manuel también tiene su lado oscuro. Manuel también es un hombre solitario, tímido y temeroso. Manuel también es un hombre que sufre, que se aísla y que se culpa. Manuel también es un hombre que calla, que evade y que niega.

Manuel tiene un secreto. Un secreto que le atormenta desde hace años. Un secreto que le impide ser él mismo. Un secreto que le hace sentir diferente. Manuel tiene el síndrome de Asperger.

Manuel no sabe cómo relacionarse con los demás. No sabe cómo expresar sus sentimientos ni cómo interpretar los ajenos. No sabe cómo adaptarse a las normas sociales ni cómo entender las sutilezas del lenguaje. No sabe cómo disfrutar de la vida ni cómo ser feliz.

Manuel se refugia en su mundo interior. En su mundo de libros, de palabras, de historias. En su mundo de fantasía, de imaginación, de sueños. En su mundo de silencio, de paz, de calma.

Manuel necesita vivir en una zona de Toledo que le ofrezca tranquilidad, seguridad y comodidad. Una zona donde pueda sentirse cómodo, seguro y feliz. Una zona donde pueda desarrollar su vocación, su fe y su amor por la literatura. Una zona donde pueda refugiarse en su mundo interior.

Manuel necesita un cambio. Un cambio que le abra los ojos. Un cambio que le mueva el corazón. Un cambio que le dé sentido a su vida. Manuel necesita a Ana.

Ana – Segovia

Segovia es la ciudad de Ana, la protagonista femenina de la novela. Segovia es una ciudad moderna, llena de vida y de alegría. Segovia es una ciudad que muestra sus encantos, que se lucen en sus monumentos, sus plazas y sus terrazas. Segovia es una ciudad que tiene una cultura, una gastronomía y una fiesta. Segovia es una ciudad que divierte, que sorprende, que cautiva.

Ana es como Segovia: una mujer abierta, simpática y divertida. Una mujer que tiene un presente, una profesión y una pasión que comparte con todos. Una mujer que tiene una faceta: la de contable, la de amiga y la de enamorada. Una mujer que divierte, que sorprende, que cautiva.

Ana vive en Segovia desde que nació. Allí vive con sus padres, con sus hermanos. Allí ha encontrado su profesión, su trabajo, unas buenas amigas y una vida comprometida con la parroquia. Allí desarrolla su talento, su creatividad y su amor por la vida. Allí se siente útil, realizada y feliz.

Pero Segovia también tiene su lado triste. Segovia también es una ciudad lejana, fría y solitaria. Segovia también es una ciudad que extraña, que añora y que recuerda. Segovia también es una ciudad que duele, que llora y que sufre.

Ana también tiene su lado triste. Ana también es una mujer nostálgica, melancólica y sensible. Ana también es una mujer que echa de menos, que se arrepiente y que se perdona. Ana también es una mujer que siente, que escribe y que reza.

Ana tiene un pasado. Un pasado que le marcó para siempre. Un pasado que le cambió la vida. Un pasado que le hizo crecer. Ana tiene una cicatriz. Una ruptura sentimental y una enfermedad que la condiciona

Ante esa ruptura Ana no sabe cómo olvidar lo que pasó. No sabe cómo superar el dolor ni cómo aceptar la pérdida. No sabe cómo cerrar la herida ni cómo sanar el alma. No sabe cómo volver a confiar ni cómo ser feliz.

Ana se refugia en su mundo exterior. En su mundo de trabajo, de amistad, de diversión. En su mundo de realidad, de acción, de risa. En su mundo de ruido, de música, de baile.

Ana necesita vivir en una zona de Segovia que le ofrezca diversión, sorpresa y cautivada. Una zona donde pueda sentirse útil, realizada y feliz. Una zona donde pueda desarrollar su talento, su creatividad y su amor por la vida. Una zona donde pueda refugiarse en su mundo exterior.

Ana necesita un cambio. Un cambio que le cierre el pasado. Un cambio que le abra el futuro. Un cambio que le dé esperanza a su vida. Ana necesita a Manuel.

Toledo y Segovia

Toledo y Segovia son dos ciudades que se complementan, que se atraen, que se necesitan. Toledo y Segovia son dos ciudades que hacen posible la novela “Silencio en tus labios”, la historia de amor entre Manuel y Ana, dos jóvenes que se conocen en un retiro espiritual y que tienen que superar sus diferencias y sus miedos para estar juntos.

¿Qué os parece este blog? ¿Os gusta cómo describo las ciudades y los personajes? ¿Os apetece leer la novela? Os invito a dejar vuestros comentarios y opiniones al final del blog. Y si os gusta lo que escribo, no olvidéis suscribirse al blog para recibir las novedades sobre la novela.

Muchas gracias por leerme y hasta pronto.

Origen:

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