Consulta a Bing Chat
Le había pedido ayuda a Bing Chat ayuda para escribir mis próximas entradas de blog sobre la novela «Esperando a mi Daddy«, sobre el personaje de Jessica, pero me he dado cuenta de que el texto de referencia es más interesante que la aportación que éste me hace.
Bing chat utilizaba como referencia la carta de una psicóloga, en el que se menciona la falta de entendimiento entre los padres y el hijo adolescente: «No puedo explicarte las razones porque no tengo el idioma para ello«. Que es justo lo que le sucede a Jessica, mucho ‘English’ y poco ‘Spanish’. Gracias al aprendizaje de este segundo idioma es como poco a poco progresa en su madurez personal.
Jessica adolescente
El caso es que me da la impresión de que he conseguido captar la personalidad adolescente de Jessica tanto en la novela como en el blog y que la resistencia de ésta a estudiar y hablar en español (Spanish) es un claro reflejo de esta rebeldía adolescente.

En esta lucha por su madurez personal Jessica recurre a su resistencia a estudiar Spanish, porque en ello encuentra su fuerza, su rebeldía «I don’t speak Spanish«, pero también se conoce a una adolescente que en secreto, o quizá no tanto como ella supone, intenta traducir y comprender textos en español.
Sin duda, Ana «estás haciendo el trabajo más importante que alguien podría estar haciendo por mí en este momento«.
En este caso lo de ‘el trabajo‘ no es tan solo una manera de hablar, porque Ana es una de las tutoras/ cuidadoras del St. Clare’s Home for girls.
Carta para ayudar a los padres con hijos adolescentes
Autora: Gretchen Schmelzer, Psicóloga, 2015
La carta viral de un adolescente a sus padres: «Necesito pelear, que sobreviváis a que os odie y que no os rindáis»
«Querido padre/madre:
Ésta es la carta que quisiera poder escribirte.
En este momento estamos en una lucha. Lo necesito. Necesito esta pelea. No puedo explicarte las razones porque no tengo el idioma para ello y de todos modos no tendría sentido. Pero necesito esta pelea. Mal. Necesito odiarte ahora y necesito que sobrevivas. Necesito que sobrevivas a que te odie y que me odies a mí.
Necesito esta pelea, aunque también la odie. No importa de qué se trate esta vez: por la hora de volver a casa, por no haber hecho una tarea, por la lavandería, mi habitación desordenada, salir, quedarme, irme, no irme, novio, novia, no amigos, malos amigos. No importa. Necesito pelear contigo y necesito que pelees conmigo .

Necesito desesperadamente que sostengas el otro extremo de la cuerda. Aferrarme con fuerza mientras golpeo el otro extremo, mientras encuentro los asideros y los puntos de apoyo en este nuevo mundo. Solía saber quién era, quién eras, quiénes éramos . Pero en este momento no.
En este momento estoy buscando mis límites y a veces solo puedo encontrarlos cuando estoy provocándote. Cuando llevo todo hasta el límite. Entonces siento que existo y por un minuto puedo respirar. Sé que anhelas el niño dulce que fui porque también anhelo a ese niño, y algo de ese anhelo es lo que me duele tanto en este momento.
Necesito esta pelea y necesito ver que no importa cuán malos o grandes sean mis sentimientos. No nos destruirán ni a ti ni a mí. Necesito que me quieras incluso en mi peor momento, incluso cuando parece que no te quiero. Necesito que te quieras a ti y a mí por los dos en este momento.
Sé que apesta ser rechazado y etiquetado como el malo. Por dentro siento lo mismo, pero necesito que lo toleres y que otros adultos te ayuden. Porque yo no puedo hacerlo en este momento. Si quieres reunir a todos tus amigos adultos y tener un ‘festival de ira-grupo-apoyo-para-sobrevivir-tu-adolescente’, me parece bien. O hablar de mí a mis espaldas, no me importa. Solo no te rindas. No te rindas en esta pelea. Te necesito .

Ésta es la pelea que me enseñará que mi sombra no es más grande que mi luz. Ésta es la pelea que me enseñará que los malos sentimientos no significan el final de una relación. Esta es la pelea que me enseñará a escucharme a mí mismo, incluso cuando pueda decepcionar a otros.
Y esta lucha en particular terminará. Como cualquier tormenta, estallará. Y lo olvidaré y tú también. Y luego volverá. Y necesitaré que te aferres a la cuerda otra vez. Necesitaré esto una y otra vez durante unos años.

Sé que no hay nada satisfactorio en este trabajo para ti. Sé que probablemente nunca te lo agradeceré y ni siquiera reconoceré tu apoyo. De hecho, probablemente te criticaré por todo este arduo trabajo. Parecerá que nada de lo que hagas será suficiente. Y, sin embargo, confío completamente en tu habilidad para permanecer en esta pelea. No importa cuánto discuta. No importa cuánto me enfurruñe. No importa lo silencioso que sea.
Por favor, agárrate al otro extremo de la cuerda. Así sabré que estás haciendo el trabajo más importante que alguien podría estar haciendo por mí en este momento .
Con amor, tu adolescente».

Debe estar conectado para enviar un comentario.