Introducción
Dulcinea del Toboso es el nombre que don Quijote le da a la mujer de la que está enamorado, y a la que convierte en su dama y su reina, dedicándole todas sus aventuras y sus victorias.

Pero Dulcinea no existe, sino que es una invención de la locura de don Quijote, que se basa en una campesina llamada Aldonza Lorenzo, a la que apenas conoce y que vive en el pueblo del Toboso.
Mujer imaginaria y perfecta corporeizada en otros personajes e inspirada en la campesina Aldonza Lorenzo, hija de Lorenzo Corchuelo y Aldonza Nogales, Dulcinea es la encarnación de «la Belleza y la Virtud».

«Llamábase Aldonza Lorenzo, y a ésta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla ‘Dulcinea del Toboso’ porque era natural del Toboso: nombre, a su parecer, músico, peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.»
Don Quijote
Nunca tenemos su punto de vista, ya que no habla ni aparece «en persona» en la novela, sin embargo, su presencia se menciona tantas veces en la obra y se le cita tanto, que puede ser considerada como un personaje más.
En esta entrevista, Aldonza nos cuenta su opinión sobre las mujeres de hoy en día, y sobre la manera en que los hombres demuestran su interés por aquellas de quienes se sienten enamorados.
Aldonza nos habla con sinceridad y con gracia, y nos muestra su sabiduría y su bondad, que la hacen merecedora del amor de don Quijote, aunque él la vea de otra manera.
El retrato que Cervantes hace de Aldonza es el de una labradora, fuerte, ni muy modesta ni muy limpia, víctima ocasional de la lascivia y, para colmo de lo que se podía esperar en esa época, morisca.
El escritor la presenta siempre en un entorno humorístico, irónico, casi cruel, con frases como «dicen que tuvo la mejor mano para salar puercos que otra mujer de toda La Mancha». Nada más contrapuesto a la Dulcinea idealizada, que don Quijote imagina como una joven «virtuosa, emperatriz de La Mancha, de sin par y sin igual belleza». Sin embargo, cuando habla de ella con Sancho Panza, su escudero la identificará con la hija de Lorenzo Corchuelo y Aldonza Nogales, que en la acción de la obra cervantina nunca llega a aparecer.
Dulcinea del Toboso. Wikipedia
Entrevista
Reportero: Buenos días, Aldonza. Soy un periodista que quiere conocer más sobre su vida y la de su amado, don Quijote. ¿Me concede unos minutos de su tiempo?
Aldonza: Bueno, pues, si no es mucho lo que me va a preguntar, se lo concedo. Pero no me haga perder el tiempo, que tengo que cuidar de mi hacienda y de mis padres.
Reportero: Gracias, Aldonza. Mi primera pregunta es: ¿qué opina usted de las mujeres de hoy en día? ¿Cree que han mejorado o empeorado su situación respecto a su época?
Aldonza: Pues mire usted, señor reportero, yo no entiendo mucho de esas cosas de las mujeres de hoy en día, que yo soy una mujer de ayer y de siempre. Pero lo que sí le puedo decir es que me parece que las mujeres de hoy en día tienen más libertad y más oportunidades que las de mi época, pero también más problemas y más dificultades.
En mi época, las mujeres teníamos que obedecer a nuestros padres, a nuestros maridos y a nuestros señores, y no podíamos salir de casa ni aprender ni trabajar ni opinar. Pero también teníamos más paz y más seguridad, y sabíamos cuál era nuestro lugar y nuestro deber.
Ahora veo que las mujeres de hoy en día pueden salir de casa y aprender y trabajar y opinar, y que pueden elegir a sus maridos y a sus señores, y que pueden ser lo que quieran ser. Pero también veo que tienen que luchar y sufrir mucho, y que no tienen paz ni seguridad, y que no saben cuál es su lugar ni su deber. Así que yo creo que han mejorado y empeorado a la vez, y que cada época tiene sus ventajas y sus desventajas.
Reportero: Ya veo, Aldonza. Y dígame, ¿qué piensa usted de la manera en que los hombres demuestran su interés por aquellas de quienes se sienten enamorados? ¿Cree que son sinceros o falsos?
Aldonza: Pues mire usted, señor reportero, yo tampoco entiendo mucho de esas cosas de los hombres, que yo solo he conocido a uno, y ese es mi señor don Quijote. Y él es el hombre más sincero y más noble que hay en el mundo, y el que más me quiere y me respeta. Porque él me ha hecho su dama y su reina, y me dedica todas sus hazañas y sus victorias, y me llama su «Dulcinea del Toboso», que es un nombre muy bonito y muy sonoro.
Él nunca me ha pedido nada a cambio, ni me ha faltado al respeto, ni me ha hecho daño. Y él me ha hecho sentir la mujer más feliz y más honrada del mundo. Pero también sé que él está loco, y que todo lo que hace y dice es fruto de su imaginación, y que yo no soy la Dulcinea que él cree, sino la Aldonza que soy. Y por eso me da pena y me da risa a la vez, y no sé si reír o llorar.
Pero lo que sí sé es que le quiero y le agradezco todo lo que hace por mí, aunque sea una locura. Así que yo creo que él es el único hombre sincero que hay en el mundo, y que los demás son falsos y mentirosos, y que solo quieren a las mujeres para su provecho y su placer, y que no las quieren ni las respetan como se merecen.
Reportero: Muy interesante, Aldonza. Muchas gracias por su tiempo y por su sinceridad. Ha sido un placer hablar con usted.
Aldonza: De nada, señor reportero. Y, si me disculpa, me voy a seguir con mis quehaceres. Que tenga usted buen día.
Origen
- Conversación con Bing Chat
- Dulcinea del Toboso – Wikipedia, la enciclopedia libre
- Dulcinea del Toboso – ¿Quién es Dulcinea?

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