cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

¿Quién será El poeta?

Introducción

Hay un tema tratado con poca profundidad en la novela, porque casi fue como una ocurrencia que tuve con posterioridad y que me parecía encajaba en el desarrollo de la novela, sin tener que cambiar nada.

Leyendo las dos versiones de la novela SILENCIO EN TUS LABIOS está claro que no hay demasiadas dudas con respecto a la identidad de los personajes.

Pero ¿y si descubriera la identidad de «el poeta» antes de lo que se da a entender en la novela? Porque sabemos que para Manuel la identidad de «la dulce gatita» no se llega a revelar hasta casi el final de la segunda parte de la novela.

¿Hay argumentos suficientes en la novela como para defender la hipótesis de que Ana actúa así porque ya sabe la verdad?

En la novela se cuenta que hace el descubrimiento de manera causal, pero la hipótesis es que ello tan solo le sirve para confirmar algo que ya intuye desde mucho antes.

Ayudemos a Ana en esta búsqueda

Ana (foto oficiosa para el blog)

Para ayudar a Ana a descubrir la identidad de “El poeta”, podemos seguir algunas pistas que nos da el autor en la novela.

Por ejemplo, podemos fijarnos en el estilo y el contenido de las cartas, y ver si coinciden con algún personaje que conozca Ana.

También podemos prestar atención a los detalles que “el poeta” menciona sobre la vida de Ana, y ver si hay alguien que tenga acceso a esa información.

 El estilo y el contenido de las cartas pueden revelarnos algunas características de “el poeta”, como su nivel de educación, su personalidad, sus gustos, sus emociones, etc.

Por ejemplo,

si las cartas son muy formales y cultas, podemos deducir que “el poeta” es alguien con una buena formación académica y un amplio vocabulario.

Si las cartas son más informales y divertidas, podemos pensar que “el poeta” es alguien con un sentido del humor y una actitud desenfadada.

Si las cartas son muy románticas y apasionadas, podemos suponer que “el poeta” está realmente enamorado de Ana y que quiere conquistarla.

Además, el contenido de las cartas puede darnos pistas sobre los intereses y las aficiones de “el poeta”, así como sobre su relación con Ana.

Por ejemplo,

si las cartas mencionan algún libro, película, canción, o lugar que le guste a “el poeta”, podemos buscar si Ana también los conoce o los comparte.

Si las cartas hacen referencia a algún acontecimiento o anécdota que haya vivido Ana, podemos averiguar si “el poeta” estuvo presente o lo supo por otra fuente.

Si las cartas expresan algún sentimiento o deseo de “El poeta” hacia Ana, podemos observar si Ana los corresponde o los rechaza.

Así, comparando el estilo y el contenido de las cartas con los personajes que conozca Ana, podemos intentar encontrar alguna coincidencia o alguna diferencia que nos ayude a identificar a “el poeta”.

Por supuesto, el autor puede haber introducido algún giro o sorpresa en la trama, así que no podemos estar seguros al 100% de nuestra hipótesis.

Lo mejor es seguir leyendo la novela y disfrutar de la intriga.

Entrevista a Ana

reportero de este blog

Reportero: Buenos días, Ana. Gracias por concedernos esta entrevista. Sabemos que eres la protagonista de la novela «SILENCIO EN TUS LABIOS«, y que intercambias mensajes anónimos de un misterioso amigo de las redes sociales que se hace llamar «el poeta». ¿Qué puedes contarnos sobre él?

Ana: Bueno, la verdad es que no sé mucho sobre él. Solo sé que me escribe unas cartas preciosas, llenas de poesía y de sentimiento. Es muy misterioso.

Reportero: ¿Y qué te parece a ti? ¿Te gusta lo que te escribe? ¿Te sientes atraída por él?

Ana: Pues… no sé qué decirte. Por un lado, me gusta que alguien se fije en mí, que me haga sentir especial, que me regale palabras bonitas. Por otro lado, me da un poco de miedo, porque no sé quién es, ni qué quiere de mí, ni si es sincero o no. A veces pienso que puede ser una broma, o un acosador, o alguien que me conoce y que se está burlando de mí.

Reportero: Entiendo. Por eso quieres descubrir su identidad, ¿verdad?

Ana: Sí, claro. Quiero saber quién es, qué aspecto tiene, qué hace, dónde vive… Quiero verle la cara, mirarle a los ojos, hablar con él. Quiero saber si es alguien que me gusta, o que me disgusta, o que me sorprende. Quiero saber si es alguien que ya conozco, o que nunca he visto, o que he visto sin darme cuenta.

Reportero: ¿Y cómo vas a hacerlo? ¿Qué pistas tienes para encontrarle?

Ana: Pues… no muchas, la verdad. Solo tengo sus mensajes, y lo que me dicen. Intento fijarme en el estilo, en el contenido, en las referencias… Intento compararlas con las personas que conozco, con los lugares que visito, con las cosas que me pasan… Pero no es fácil. El autor es muy hábil, y me tiene en vilo. No sé si al final descubriré la verdad, o si seguiré en la duda.

Reportero: Ana, hay algo que me intriga. Tú y «el poeta» tenéis un acuerdo de que ninguno sepa de la verdadera identidad del otro, ¿verdad? Entonces, ¿no crees que tus indagaciones son una forma de traicionar ese acuerdo?

¿No temes que «el poeta» se enfade o se decepcione si descubre que le estás buscando? ¿O acaso tus motivaciones para investigar no son tan inocentes como dices? ¿Es posible que ya tengas una sospecha de quién puede ser «el poeta» y que solo quieras confirmarla?

Ana: Es una pregunta difícil, reportero. No sé si estoy traicionando el acuerdo que tengo con «el poeta» o no. Supongo que depende de cómo lo vea él. Tal vez él también quiera saber quién soy yo, y no se atreva a decírmelo. O tal vez prefiera mantener el misterio, y se sienta herido si descubre que le estoy buscando. No lo sé, y eso me angustia.

No creo que mis motivaciones para investigar sean malas. No lo hago por curiosidad, ni por diversión, ni por capricho. Lo hago porque necesito saber la verdad. Necesito saber si «el poeta» es real, o si solo es una ilusión. Necesito saber si puedo confiar en él, o si me está engañando. Necesito saber si me quiere, o si solo me usa.

No, no tengo ninguna sospecha de quién puede ser «el poeta». Ojalá la tuviera, porque así podría confirmarlo o descartarla. Pero no, no tengo ni idea. He pensado en muchos posibles candidatos, pero ninguno me convence. Todos tienen algo que no encaja con las cartas, o con lo que siento. Así que sigo buscando, sigo esperando, sigo leyendo…

Reportero: Bueno, pues te deseamos mucha suerte, Ana. Esperamos que resuelvas el misterio, y que seas feliz. Gracias por tu tiempo, y hasta pronto.

Ana: Gracias a ti, reportero. Hasta pronto.

Origen

  • Conversación con Copilot