Llegada de los novios

Introducción

Sábado, 25 de octubre, 2003. (20:45)

Con la llegada de los novios, y tras su brindis, entramos en el salón donde se iba a celebrar el banquete,

Manuel

Con la llegada de los recién casados y el brindis en la puerta, se nos dio permiso para que entrásemos en el comedor,

Ana

Llegada de los novios

Los novios se hacen esperar, pero finalmente llegan. Entendemos que, como son los homenajeados, hacen su entrada triunfal por la puerta principal. Nada de acceder por el garaje y casi a hurtadillas para pasar inadvertidos, como hicieron Ana y Manuel. Estos novios saben que han de acaparar todo el protagonimos.

¡Qué diferente es una pareja de la otra! Estos llegan y lo primero que hacen es un brindis por su amor, por el amor. No van en direccion a los aseos porque se sientan como si les hubieran tirado vestidos a la piscina, ni mantienen una actitud cohibida o reprimida en cuanto a sus sentimientos. Estos novios llegan y no dudan en evidenciar su amor y su felicidad por estar juntos.

Llegada de los novios al banquete// Copilot designer

También es cierto que se trata de la celebracion de su boda y es lo que se espera de ellos, que el tiempo que llevan como novios y lo que les ha motivado a dar ese paso en sus vidas han tenido tiempo de encontrar ese punto de complicidad y entendimiento, aparte de que parte de este entusiasmo se deba al dulce momento que están viviendo y que sea lo que se espera de ellos.

Carlos es el novio

Tampoco podemos pasar por alto el hecho que se trata de Carlos, de ese chico con personalidad de líder, que basta con que levante un dedo para que los demás le sigan, sobre todo porque saben que los llevará por el buen camino. De manera que el día de su boda no puede menos que sentirse un referente en ese sentido. es feliz y desea que los demás se contagien de ello.

Carlos es ese chico seguro de sí mismo que arrastra con su vitalidad, con su entusiasmo, que afronta las dificultades sin doblejarse a la adversidad, que siempre sabe encontrar el lado bueno de la vida, pero que, además, sabe estar en su sitio cuando le corresponde.

Carlos (imagen oficiosa para la web)// Copilot designer

También sabemos que hay quien no siempre es capaz de seguirle el ritmo, aunque en el caso de Ana, a quien también se le puede atribuir ese espíritu de liderazgo, ésta se vio superada por sus propias dificultades y se encontró con que no se sentía capaz de seguir el ritmo que Carlos le marcaba. Por lo cual, cada cual siguió su propio camino y de aquello tan solo ha quedado una buena amistad, sin resentimientos.

Se reavivan los ánimos

Es decir, que con la llegada de los novios se reaviva la fiesta, los ánimos, porque acudir a un banquete de boda en el que los novios no hacen acto de presencia hace que todo pierda un poco de sentido, que se quede como una reunión de gente sin relación entre ellos, a la espera de acontecimientos.

Aquí se ha concentrado gente de todo el mundo, se ha juntado en un mismo lugar la vida social de los contrayentes, que son el nexo entre unos y otros, pero sin que tampoco haya un interés por parte de nadie por acabar con esa inicial frialdad, salvo por parte de quienes ya se conocían de antes y esperan mantener algún tipo de trato en el futuro.

Sin embargo, con los novios allí, la atención de todo el mundo se centra en ellos y es como si este grupo de decenas o cientos de invitados se conociera de toda la vida o sintiera que tiene un objetivo en común: compartir la felicidad de los novios e intentar que no decaiga la fiesta mientras el cuerpo y los ánimos aguanten.

Ana y Manuel

Podemos incluso llegar a pensar que nuestra pareja se olvida por un momento de esa falta de entendimiento, de esa frialdad que parece haberse asentado en su relación esta tarde y se siente doblemente reafirmada en su relación de pareja, que no son solo un chico y una chica que han llegado en el mismo coche, sino que entre ellos hay un vínculo mucho más fuerte.

Manuel y Ana vestidos para la boda

Cabe pensar que, de manera casi instintiva, sienten la necesidad de mantenerse juntos, de no dejar que esta marea de gente que les arrastra hacia el salón les separe. Ellos están juntos y eso hace que piensen que se pueden sentir solos en el mundo, que es como si los demás se desvanecieran porque tan solo existen ellos dos. Esta vez no se puede quedar en un bello pensamiento ni en buenas intenciones.

Esta vez sienten el empuje de la gente, que los novios tiran de todos los presentes, porque encabezan la marcha y aquellos que les siguen no se detienen a pensar qué se interpone en su paso, tan solo que han de pasar para no quedarse atrás, que no por estar lejos de la puerta se tiene que acceder después de lo que están más cerca.

Origen