Ella lo cambia todo.

Introducción

En los primeros años de vida de Jessica, de estancia en el St. Clare’s y asistencia al colegio, se cuenta que hay gente, pero no hay nadie que destaque por encima del resto de manera significativa.

Están las cuidadoras, las demás niñas del St. Clare’s y los niños del parque. Pero nadie es nombrado de manera particular e individual. Da la sensación de que son personajes que están porque tienen que estar, que Jessica no es una niña que esté viviendo en medio de la nada ni a expensas de su capacidad de supervivencia. Es una niña y no sería muy lógico o civilizado.

Sin embargo, como ya he comentado en entradas anteriores, se produce un cambio significativo en las estructuras organizativas y el funcionamiento en el St. Clare’s. El rango de edad de las niñas en acogida se adecúa a la edad escolar y dejan de llegar bebés, por lo cual hay un cambio de personal.

En la vida de Jessica en esta fecha, septiembre de 1988, se producen dos acontecimientos relevantes. El primero es que ya no regresa tras las vacaciones quien hasta entonces había sido su mejor amiga y cómplice dentro del St. Clare’s. Una niña que nos enteramos se llama Lydia y con quien compartía un oso de peluche llamado «Daddy».

Oso de peluche

El contraste a esa mala noticia llegó con el cambio de las tutoras. Se marchó la que había sido mi tutora hasta aquel momento y por la que no sentía demasiada simpatía, Mrs. Doris Alexis Johnson, y llegó Ann Josephine Catcher para sustituirla, una chica joven y dispuesta a no ser tan condescendiente conmigo ni con el trato que se me había dado hasta entonces.

Los personajes secundarios

Los personajes secundarios en el mundo de los superhéroes juegan un papel vital que no se debe subestimar. Aquí te explico algunas de las razones por las cuales son importantes:

  • 1. Apoyo al protagonista: Los personajes secundarios suelen ser amigos, aliados o mentores del héroe principal. Proporcionan apoyo emocional, estratégico y, en ocasiones, incluso físico. Piensa en Alfred para Batman o en la tía May para Spider-Man; ambos ofrecen consejos y un refugio seguro para los héroes.
  • 2. Desarrollo del mundo: Ayudan a expandir el universo del superhéroe, proporcionando contexto y profundidad a la narrativa. A través de estos personajes, se pueden explorar diferentes aspectos del mundo en el que vive el héroe, lo que enriquece la historia y la hace más interesante y compleja.
  • 3. Introducción de subtramas: Los personajes secundarios permiten la introducción de subtramas que pueden enriquecer la narrativa principal. Estas subtramas pueden explorar temas secundarios o proporcionar un respiro de la acción principal, ofreciendo una perspectiva más amplia del mundo del héroe.
  • 4. Humanización del héroe: Interactuar con personajes secundarios permite que los héroes muestren su lado más humano. Estas interacciones pueden revelar aspectos de la personalidad del héroe que no se verían en las batallas contra los villanos. Por ejemplo, la relación de Tony Stark con Pepper Potts nos muestra un lado más vulnerable y humano de Iron Man.
  • 5. Conflicto y drama: Los personajes secundarios también pueden ser fuentes de conflicto y drama dentro de la historia. Podrían tener sus propias agendas, traicionar al héroe o ser utilizados como rehenes por el villano. Estos conflictos añaden tensión y complejidad a la narrativa.
  • 6. Identificación del público: Los personajes secundarios pueden servir como puntos de identificación para el público. A veces, los superhéroes pueden parecer inalcanzables o sobrehumanos, pero los personajes secundarios, con sus propios problemas y desafíos, pueden ser más fáciles de relacionar para el lector o espectador.

En resumen, los personajes secundarios enriquecen la historia de los superhéroes al proporcionar apoyo al protagonista, expandir el mundo, introducir subtramas, humanizar al héroe, generar conflicto y permitir que el público se identifique con ellos. Sin estos personajes, las historias de superhéroes serían mucho menos completas y emocionantes.

Ella sí es un personaje fundamental.

Ann Josephine Catcher// Copilot designer

Ann Josephine Catcher trae nuevos aires tanto a la novela como al St. Clare’s. Sobre todo a la complicada vida y existencia de Jessica, por lo cual no es una simple cuidadora más. Es un personaje complicado que requiere de una personalidad, de una historia propia, de una identidad en sí misma.

Es una chica joven, recién licenciada en la universidad, especializada en atender casos de los considerados «complicados«. Es de esas personas a las que llamas como último recurso antes de darlo todo por perdido y te resuelve la papeleta casi sin que te des cuenta y sin atribuirse el mérito.

El problema se llama «Jessica«, una chica rebelde, que no le hace caso a nadie, aunque por las buenas sea una niña bastante dulce y obediente. Cuando le apetece: trapichea con la ropa, se escapa al parque para jugar con los chicos y su porvenir parece bastante desalentador, porque, si su infancia se ha caracterizado por años complicados, se encamina a la preadolescencia y adolescencia.

Nuestra particular «supergirl» aún no ha aprendido eso de que «todo gran poder conlleva una responsabilidad«. Y nuestra princesa está a punto de descubrir todo lo que es capaz de hacer o, en su caso, de no hacer. Por lo que necesita de alguien que la encauce en la buena dirección. Para eso la intervención de Ann Josephine Catcher es fundamental.

Jessica con 7 años// Copilot designer

Superpoder contra superpoder.

Los «superpoderes» de Jessica Marie Bond (Jessica)

  • Es de las que hacen lo que les viene en gana como una manera de llamar la atención.
  • Se resiste a estudiar la asignatura de español, a hablar en dicho idioma y a saber nada referente a España. ¡Eso ni se estudia! Pasa la página del libro, sea de la asignatura que sea.
  • Se siente sola e incomprendida porque nadie parece molestarse por investigar sobre su pasado, sus orígenes.

Los «superpoderes» de Ann Josephine Catcher (Ana)

  • Se limita a hacer su trabajo y a cada cual le da el tiempo y la atención justa, sin aceptar chantajes emocionales, presiones ni exigencias.

O te comportas como una niña buena o eres un perrito. «El St. Clare’s Home for Girls» es una casa para niñas obedientes. No es para niños ni para «perritos».

  • El inglés es su primer idioma, pero habla otros con fluidez, entre ellos el español. De hecho, en el St. Clare’s prefiere que se la conozca como «Ana» (pronunciado en español, en castellano). Si quieres algo de ella, has de llamarla por su nombre.
  • Tiene una vida privada que prefiere mantener en secreto. A efecto de las niñas, prefiere que tan solo sepan de ella que es la nueva cuidadora en el St. Clare’s. Prefiere que su vida personal no trascienda.

Pero, sin lugar a dudas, el gran «superpoder» de Ana va a ser su teléfono. Estamos en septiembre de 1988 y eso de disponer de un teléfono portátil no es algo tan extendido como en la actualidad. Aunque más importante que el teléfono es su agenda y esa sorprendente capacidad suya de comunicarse con todo el mundo, con cualquiera… ¿Con el Papa? ¿Con «Daddy» (el padre de Jessica)?

  • Por las buenas, esa capacidad de comunicación telefónica va más allá del entorno del St. Clare’s, del trabajo. Le permite conseguir cualquier cosa que se proponga y lo pone al servicio de los demás. Porque Ana es de las que cumple con lo que promete, siempre que te lo merezcas.
  • Por las malas es como tener oídos hasta debajo de las piedras, dado que te tiene más controlada que tu propia conciencia. Jessica tendrá ocasión de comprobarlo en alguna que otra ocasión.

¿Duelo o amistad?

En un primer momento, Jessica se topa con la horma de su zapato, como se suele decir, con alguien que no tiene reparo en llevarle la contraria y ponerla en su sitio cuando la situación lo requiere. Con alguien que será capaz de enderezar su camino y romper con esa pretendida libertad y condescendencia, chantaje de que es mejor no contradecirle porque monta una rabieta.

Su táctica comenzó por no llamarme por mi nombre; me empezó a llamar “Puppy”, dado que, si no era una niña, tenía que ser un perrito, porque en St. Clare’s no se admitía a los chicos. Además, como sabía que me molestaba ese apodo, porque me lo decía en tono de provocación, me corregía cada vez que se pronunciaba mi nombre en su presencia.

En medio de esa lucha tácita entre las dos, en donde Ana sabía que los progresos eran más firmes y menos evidentes que la sucesión de fracasos con que le correspondía cada día, creo que fue ella quien primero se dio cuenta de que, a pesar de mi actitud fría y rebelde; de que en algún momento le hubiera pedido que se olvidara de mí porque era la peor tutora que había tenido o me hubiera escondido en el rincón más absurdo del St. Clare’s para que no me encontrase; a pesar de las apariencias, se ganaba mi confianza, lo que quizás hasta entonces ninguna otra tutora del St. Clare’s había conseguido.

Origen

  • Esperando a mi Daddy. September de 1988
  • reflexiones personales
  • Conversación con Copilot