¿Hay noticias de Daddy?

Introducción

Es jueves (21 de abril de 1994) por la mañana (07:00 a. m.). Jessica se acaba de despertar. En realidad, ha sido Monica quien se ha asomado por la puerta del dormitorio que ésta comparte con Jodie y Brittany. Sin embargo, ha tardado poco en vencer la pereza y saltar de la cama, con la excusa de ser la primera en ir al cuarto de baño.

Así nos hemos enterado de que en la casa, el St. Clare’s parece que esta mañana hay más gente que en una estación de metro en hora punta. Aunque también que las prisas o el ímpetu con el que Jesica ha saltado de la cama no se deben a las típicas urgencias matinales ni a que evite socializar con sus compañeras de habitación, como haría cualquier niña de trece años.

Dormitorio// Copilot designer

Las prisas y urgencias de Jessica se deben a algo mucho más importante, al menos para ella. Lo primero de todo, lo que parece que se ha convertido en parte de su rutina diaria y que la mantiene un tanto emocionada, es el hecho de ir al encuentro con Ana.

Ya sabemos que entre la niña y la tutora ha surgido un fuerte lazo de complicidad y entendimiento. Jessica es una chica llena de manías, de complejos y Ana es la persona que mejor parece comprenderla y más condescendiente se muestra. Jessica ni asiste a clase de Spanish, en gran medida, porque Ana se ha puesto de su parte y ha buscado técnicas educativas menos impositivas para que aprenda el idioma y conozca esa cultura.

Lo primero es lo primero.

Nos topamos con una chica que no tiene reparo en correr por los pasillos. Consciente de que el tiempo que dedica a buscar a Ana para hablar es tiempo que desaprovecha para estar en el baño, porque se supone que Jodie y Brittany están esperando que termine y les avise de que es su turno.

Va en busca de Ana porque tiene algo que preguntarle y no puede esperar. No quiere esperar. Consciente de que tal vez no reciba la contestación que a ella le gustaría. Sin embargo, argumenta que Ana se muestra bastante comprensiva y paciente.

Los días que hay clase, lo primero es que me vista, aseé y desayune para que no llegue tarde. Aparte de que Ana siempre me hace alguna observación para que me vista mejor y, en cierto modo, es una sutil excusa para que no la moleste cuando está más atareada, aunque me dedique un par de minutos.

La cuestión es que, aunque por su edad se supone que Monica es su tutora, Ana no deja de aprovechar la oportunidad para evidenciar su preocupación por ella y que tampoco se desentiende del todo, a pesar de que ya haya dejado de considerarla tan dependiente o inmadura. Parece dar a entender que Ana se siente bastante satisfecha con sus progresos y evolución personal.

Las demás se toman con bastante comprensión esta situación, dado que Jessica tampoco pretende molestar; tan solo es como si se hubiera detenido para hacer una pregunta mientras va de camino al cuarto de baño, aunque para ello se haya recorrido toda la casa cuando la realidad es que el cuarto de baño se encuentra en el mismo pasillo y a dos puertas de su dormitorio.

La novedad no es novedad.

De momento seguimos sin noticias, aunque Ana me ha dicho que ya ha empezado la búsqueda, sin que por mi parte haya encontrado mucha colaboración porque no quiero entusiasmarme antes de tiempo.

Pensábamos que tras la visita de los misteriosos donantes, después de un año, no había grandes cambios ni novedades en el St. Clare’s ni en la vida de Jessica, pero ésta nos hace una confesión un tanto sorprendente: Se ha retomado la búsqueda del padre de Jessica, de su «Daddy».

Por lo que nos da a entender, Ana se lo ha tomado como un asunto personal y Jessica ha depositado en ella toda la confianza de que lo logrará, de que pronto habrá algún avance en ese sentido. De todos modos, Jessica se mantiene al margen, no se implica. Mantiene la misma actitud de siempre, espera que haya noticias, pista, que Ana no parece encontrar.

Hemos de tomar como cierta y segura la noticia. «Se está buscando a Daddy«. Es decir, Ana parece querer darle alguna credibilidad y validez a los escasos y confusos datos que se tienen sobre el padre de Jessica, como eso de que es alguien nacido en Toledo (España). Aunque la fecha resulta un tanto incoherente y sea motivo por el que parece que las autoridades han dado el caso por cerrado.

Jessica parece sentirse optimista y animada, aunque ello no le haya hecho aumentar sus ganas e interés por asistir a las clases de la asignatura de Spanish con la misma normalidad que sus compañeras. De hecho, casi da la sensación de que la falta de noticias le resulta positiva, dado que Ana no ha desistido en ese empeño por encontrar una respuesta clara en cualquier sentido que resuelva esta cuestión de manera definitiva.

Origen

  • Esperando a mi Daddy. Thursday, April 21, 1994
  • Reflexiones personales